Por Michel Croz Martins.
La muerte nunca es definitiva. El legado permanece. Se enraiza en la memoria. Grande en todo. Su legado se enmarca en los lugares donde habitó la esperanza.
Dos hechos: la muerte, con 99 años, del maestro Miguel Soler y la 26ª. Marcha del Silencio. ¿Que los une? Los une la celebración de la justicia, la verdad, el recuerdo, la militancia por los Derechos Humanos.
La militancia que supo llevar en su vida de servicio a los niños y niñas de las escuelas rurales, don Miguel Soler. Fue Soler el que denunció una y otra vez a nivel nacional e internacional la desaparición de su amigo el maestro Julio Castro. Alias don Miguel habría dicho que quería ser recordado como discípulo del faro pedagógico y militante que fue el maestro Julio.
Las palabras de Soler, a los que somos docentes y estudiantes nunca dejarán de convocarnos a la reflexión y a la acción:
“A quienes hoy están estudiando me permito decirles: no se conformen con aprobar sus personales exámenes ni con conquistar sus codiciados y merecidos títulos. No ahoguen sus dudas en cualquiera de las formas del éxito; movilícense en busca de respuestas, piensen en cómo poner los saberes adquiridos a disposición de un país que los necesita, desesperadamente, para brindar sus frutos a esa tercera parte de nuestra población a la que hemos dejado a mitad de camino. No se culpabilicen; pero eviten caer en las tentaciones de una sociedad planetaria que nos necesita enajenados, competitivos, egoístas, buenos consumidores y, sobre todo, distraídos” (Palabras de Miguel Soler Roca en el Paraninfo de la Universidad de la República el 14 de Julio de 2006). ¡Presente, don Miguel!
Hoy (por ayer) jueves 19 de mayo, escribo por la espalda del día y de frente hacia la Marcha del Silencio. Entre pasado y presente y para que el futuro se afirme y se despejen las nubes oscuras que ocultan el sol – ni olvido, ni perdón – digo ¡presente! Grito presente, junto a las madres, hijos y familiares de desaparecidos:
“En mayo de 1996 fue la convocatoria pública de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y otras organizaciones a la Primera Marcha del Silencio:
“Por verdad, memoria y nunca más marchamos en silencio el día 20 de mayo en homenaje a las víctimas de la dictadura militar y en repudio a las violaciones de los derechos humanos (…) El homenaje a las víctimas no puede ser otro que el reconocimiento a través de la verdad de los hechos, la recuperación de la memoria y la exigencia de que en Uruguay nunca más exista la tortura, las ejecuciones y la desaparición forzada de personas…”
La educación rural, la educación, don Miguel Soler, Julio Castro, los 197 desaparecidos, la Marcha del Silencio nos habla (en realidad, grita) por un mejor presente y por un más claro futuro.
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