Juan Luis Berterretche
En su infinita capacidad para obtener beneficios haciendo daño, las corporaciones convirtieron un vegetal sagrado para algunos pueblos originarios de nuestro continente, en un persistente narcótico que envicia y destruye poco a poco a quienes lo consumen. Tornaron las hojas lanceoladas de la planta ritual, en un objeto de consumo constante y mundializado. Un tóxico cuotificado que incita a usarlo frecuentemente y con exceso. En sociedad con las tabacaleras, Hollywood intercaló escenas en sus filmes donde los protagonistas encendían cigarrillos en momentos culminantes de calma, emoción o meditación. De esta forma impusieron el vínculo entre fumar y los momentos trascendentes de la vida. Tres generaciones fueron sojuzgadas por el emponzoñado encanto del humo criminal de las tabacaleras.
En Uruguay, mueren todos los días tres personas por cáncer de pulmón adquirido por fumar. Y estas no son las únicas muertes producidas por la dependencia del tabaco. Todas las enfermedades relacionadas con el tabaco están entre las primeras causas de muertes prevenibles en el mundo.
Uruguay se convirtió el 1° de marzo de 2006 -durante el gobierno del ex presidente Tabaré Vázquez (2005-2010), de profesión oncólogo- en el primer país de América Latina y el quinto del mundo en ser considerado libre de humo de tabaco. Según el Ministerio de Salud Pública uruguayo, más de 130.000 personas dejaron de fumar en el país desde la implementación de las medidas antitabaco. La cantidad de fumadores disminuyó de 32% de la población en 2006 a 25% actualmente, según la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Adultos (GATS) publicada en febrero de 2010. Un estudio del Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo (CIET) estimó además que los ingresos de pacientes con infarto agudo de miocardio se redujeron 17,1%.
Una política de limitaciones a la comercialización de los cigarrillos fue implementada en marzo de 2009. Las medidas aplicadas incluyeron la prohibición de vender una misma marca de cigarrillos a través de diversas presentaciones. Así, se vedaron los cigarrillos “light” y los engañosos Marlboro “Blue”, “Gold” o “Green” entre otras versiones, lo que significó para Philip Morris International (PMI) retirar del mercado siete de los 12 productos que vendía en Uruguay. También se ampliaron los tamaños de los pictogramas y advertencias al riesgo de fumar que figuran en las cajas de cigarrillos, que pasaron a ocupar el 80% de la superficie del envase /1.
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Philip Morris reacciona
Fundada como una tienda de tabaco en 1847 en Londres, Philip Morris se trasladó a EEUU en 1902 y a la década siguiente fue adquirida en su totalidad por capital estadounidense. Desde 1983, Philip Morris es la compañía tabacalera más grande del mundo. Sus ventas representan aproximadamente el 15% del mercado mundial de cigarrillos, con su marca emblemática Marlboro.
PMI, que tiene sede en Suiza por beneficios de tributación respecto a EEUU, demandó al Estado uruguayo por considerar que algunas de las medidas que adoptó el país sudamericano en su lucha contra el tabaquismo violan un tratado de promoción y protección de inversiones que firmaron Uruguay y Suiza en 1998./2 En marzo, la transnacional presentó su acusación ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), el organismo dependiente del Banco Mundial que Uruguay aceptó como arbitro en este tipo de cuestiones.
Para PMI, se le está dando “un trato injusto” a su empresa: “Creemos que la eliminación arbitraria de las marcas no ha servido a los objetivos de salud pública y, en cambio ha llevado a los consumidores a cambiar por marcas locales o de contrabando”, dijeron fuentes de Abal Hermanos, la filial local en Uruguay. La transnacional soslaya con desdén en sus declaraciones los índices estadísticos que relacionan la reducción de fumadores en el país con la disminución de dolencias atribuidas al cigarrillo.
La tabacalera trató de llegar a un acuerdo con el nuevo gobierno de José Mujica (FA) (que asumió en marzo 2010), para hacer menos rigurosas las medidas antitabaco. A fines de julio 2010, el gobierno había indicado que flexibilizaría algunas de las normas antitabaco, básicamente reducir el tamaño de los pictogramas que advierten en los paquetes de cigarrillos de los perjuicios de fumar y que se permitiría a las tabacaleras comercializar más de un producto bajo la misma marca. El propio presidente José Mujica explicó entonces que Uruguay estaba “peleando con monstruos que tienen más recursos que el Estado uruguayo”.
Con 3,4 millones de habitantes, el Producto Interior Bruto (PIB) de Uruguay fue de 31.500 millones de dólares en 2009, la mitad de la facturación de Philip Morris International ese mismo año, que ascendió a 62.080 millones.
Marchas y contramarchas
La reculada del gobierno Mujica en relación a Philip Morris, promovió la intervención pública del ex presidente Tabaré Vásquez que reclamó exasperado que se mantuvieran las restricciones impuestas por él a la comercialización de cigarrillos.
Finalmente las nuevas autoridades uruguayas decidieron mantener sus políticas e incluso han advertido que podrían profundizar las medidas tomadas hasta ahora, como señaló el canciller Luis Almagro. “Estamos próximos a concretar un proyecto antitabaco que sea aún más contundente que el anterior y que profundice las medidas tomadas”, dijo el canciller Luis Almagro en una conferencia de prensa sobre la política exterior del país.
Las medidas a estudio tienen que ver con “precios, educación y publicidad”, explicó, y se sumarían a la prohibición de fumar en ambientes cerrados, la veda de la publicidad de cigarrillos, el aumento de los impuestos a estos productos y la aplicación de planes de tratamiento de la dependencia del tabaco, ya vigentes. Almagro dijo que “ojalá no se llegue a un juicio”, pero destacó que “Uruguay tiene en su orientación antitabaco un capital muy importante de política exterior”.”Es algo que nos da un posicionamiento a nivel mundial, no podemos renunciar a eso”, enfatizó.
Varias organizaciones no gubernamentales internacionales ofrecieron al gobierno uruguayo apoyo legal y asesoramiento en políticas antitabaco, indicó Almagro, tras anunciar la nueva postura de firmeza del gobierno. El canciller aclaró que, en cambio, no recibieron apoyos formales de parte de otros gobiernos ni de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tratados Bilaterales de Inversión: renuncia a la soberanía
Los 28 Acuerdos de Protección de Inversiones que tiene vigente Uruguay 3/ y la participación en el CIADI, son ante todo un mecanismo de sumisión del país a las transnacionales para que un eventual cambio de orientación del gobierno no ponga en peligro ni los beneficios ni las inversiones de estas corporaciones. Con estos convenios las empresas globalizadas impiden políticas públicas nacionales favorables a la población, que puedan perjudicarlas. De igual forma se colocan por fuera de la justicia del país donde invierten.
Uruguay firmó el Convenio del CIADI el 28 de mayo de 1992, lo ratificó en agosto del 2000 y entró en vigor un mes después. El CIADI es un tribunal del Banco Mundial, una institución de EEUU y sus corporaciones. Aceptar su arbitraje en un diferendo con Philips Morris es admitir que la tabacalera sea demandante y juez al mismo tiempo. Todos los arbitrajes del CIADI son del mismo tenor: una larga historia de fallos favorables a los inversores. Alcanza con recordar su escandaloso arbitraje a favor de la empresa Bechtel, concedido tras su retiro de Cochabamba (Bolivia) expulsada por la población enfurecida en acontecimientos acaecidos entre enero y abril del 2000 y conocidos como la Guerra del Agua.
Los uruguayos empezaron a concientizarse de la lacra que significan los tratados bilaterales de inversiones por las amenazas de litigio de la Compañía Suez de Francia cuando un plebiscito prohibió constitucionalmente la privatización del suministro público del agua y cuando la empresa Belga de concesión del Puerto de Montevideo, impidió con el mismo método de amenaza al gobierno del Frente Amplio, un nuevo Puerto Libre de Contenedores.
Que los partidos tradicionales –Blanco y Colorado- de Uruguay hayan firmado 27 tratados bilaterales de inversiones y hayan sometido el país al arbitraje del CIADE no es de extrañar por su habitual subordinación a las directivas de las instituciones financieras internacionales que siguen los mandatos de EEUU. Lo injurioso es que el Frente Amplio haya votado un tratado bilateral de inversiones con Estados Unidos en el año 2005, en el mismo momento que las movilizaciones sociales en el continente derrotaban la implantación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Y el Frente Amplio votó ese tratado luego de un enfático pedido de Vázquez que también pretendía someter al país a un Tratado de Libre Comercio (TLC) con EEUU poco antes de la explosión de las sucesivas burbujas de capital ficticio estadounidense y la crisis económico-social consecuente.
Esta demanda de Philip Morris International en defensa de sus ganancias y contra medidas para preservar la salud de los uruguayos que el ex presidente Vázquez rechaza, es resultado directo de estos tratados bilaterales de inversiones que él defendió e impulsó bajo su gobierno. La firma del tratado bilateral de inversiones con EEUU así como su ardorosa insistencia en un TLC con dicho país, nos ilustra sobre su capacidad de imaginar estrategias en política internacional. Y, sin duda, lo califica para su nueva ocupación de asesor del Fondo Monetario Internacional.
Litigio “innovador”
El litigio iniciado por PMI tiene algunos aspectos innovadores. Es la primera demanda que justifica el perjuicio a la corporación en la violación de la propiedad intelectual de la marca Marlboro por las limitaciones que impone la utilización del 80% de la cajilla en advertencias sobre los riesgos de fumar /4. Philip Morris no solo ha solicitado ser compensada por las pérdidas resultantes de las normativas uruguayas, también requiere al CIADI que exija la suspensión de los decretos y ordenanzas correspondientes. Lo que significaría un avance en las potestades de los tribunales arbitrales y un mayor atropello de la soberanía del país. Es también el primer litigio que enfrenta la protección de la salud pública de un país a la protección de las inversiones de las corporaciones.
La demanda de Philips Morris es vista también como una advertencia a otros países latinoamericanos que estén planeando adoptar regulaciones más rigurosas contra el tabaquismo. Es un avance en la promoción agresiva de la industria tabacalera en nuevos mercados, en un momento en que los mercados tradicionales en los países desarrollados están desapareciendo. La Organización Mundial de la Salud informó que “los fumadores están aumentando en los países emergentes pero disminuyendo en las naciones desarrolladas. Entre los estadounidenses, los índices de fumadores disminuyeron casi a la mitad en tres décadas (desde mediados de los 60 a mediados de los 90)”
La corporación trata también de contrarrestar las decisiones judiciales contra Philip Morris y la publicidad negativa en EEUU. El 11 de febrero de 1999, un jurado de San Francisco condenó a la empresa a pagar 50 millones de dólares a una fumadora con cáncer de pulmón irreversible. Ésta donó el dinero a campañas de concienciación de jóvenes. El 6 de junio de 2001, un jurado de Los Ángeles (California) condenó a la empresa a pagar 3000 millones de dólares a un fumador de 56 años de edad con cáncer de pulmón terminal. Este es el caso más oneroso en un proceso judicial sobre cigarrillos y posiblemente el más grande de un individuo contra una empresa estadounidense. El 14 de julio de este año Human Rights Watch denunció que en Kazajstán la corporación utiliza trabajo esclavo y trabajo infantil para producir cigarrillos.
Conferencia de los países del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS
América Latina, con el liderazgo de Uruguay, es una de las regiones más avanzadas en las políticas de control del tabaco. En noviembre 2010 Punta del Este será sede de la cuarta sesión de la conferencia de los países parte del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud, así que la soberanía de Uruguay y su derecho a proteger la salud de sus ciudadanos va a estar en el centro del debate con el tema del litigio iniciado por PMI. Philip Morris quería a través de la demanda utilizar esta Conferencia para mandar un mensaje muy fuerte de que podía doblegar al gobierno de Uruguay y a otros gobiernos.
Un conjunto de ONGs internacionales brindará asesoramiento al Estado uruguayo frente a la demanda planteada por la tabacalera Philip Morris. En agosto 2010 llegó a Montevideo una delegación de cinco expertos pertenecientes a la Alianza para el Convenio Marco, integrada por 400 organizaciones de 100 países. La doctora portorriqueña Patricia Sosa, directora del programa para América Latina de la organización Tobacco Free Kids integrante de la Alianza para el Convenio Marco, declaró en su visita a Uruguay: “Nosotros le pedimos al gobierno que utilice la conferencia de las partes para mandar un mensaje muy fuerte a la Philip Morris de que ningún gobierno, ni el de Uruguay ni ningún otro, bajo la protección del tratado internacional, del Convenio Marco para el Control del Tabaco, va a permitir ser doblegado por la Philip Morris” “Estimamos que si Uruguay decide seguir la estrategia de ir al enfrentamiento con la transnacional, es muy probable que Philip Morris no le dé seguimiento al caso, porque para la compañía las consecuencias de perder este caso son mayores que para el Estado de Uruguay”
Denunciar el acuerdo del CIADI y todos los tratados bilaterales de inversiones
En agosto 2010 en Asunción, en el marco del IV Foro Social de las Américas se desarrolló un taller con el objetivo de avanzar en las estrategias de la Campaña Continental contra los Tratados Bilaterales de Inversión (TIBs) y los Tribunales de Arbitraje como el CIADI /5. Allí se denunció la gran cantidad de fallos que en el año 2011 emitirá el CIADI en contra de Bolivia, Ecuador, Venezuela y Argentina. El CIADI funciona como una palanca de expoliación, presión y desestabilización de nuestros países.
El taller desnudó el mito de las inversiones extranjeras. Mito que ha obligado a nuestros países a resignar soberanía nacional con el supuesto objetivo de una mayor atracción de inversiones directas. Lo que queda demostrado que es falso, cuando el país que mayores inversiones ha recibido en Latinoamérica, Brasil, no resignó su soberanía, ni firmó ningún tratado bilateral de inversión. El taller concluyó que la principal pelea es contra los tratados, ya que sin tratados no hay Tribunal Arbitral.
Tanto Bolivia (2007) como Ecuador (2009) han decidido denunciar el Acuerdo del CIADI y salirse de su campo de dominio, precisamente para revertir la práctica de las amenazas de las transnacionales. Bolivia además ha anunciado que renegociará todos los Acuerdos de Inversiones para limitar la solución de controversias al sistema nacional de justicia y ponerlos a beneficio de su pueblo y no a beneficio exclusivo de las transnacionales. /6
Es el camino que debería adoptar Uruguay antes de volver a enfrentarse a nuevas amenazas y chantajes de las transnacionales. Y quizá también lanzar una contraofensiva exigiendo compensaciones de Philip Morris Internacional por los gastos en salud pública relacionados con enfermedades producto del tabaquismo e indemnizaciones por las muertes originadas en cáncer de pulmón.
NOTAS
1/ Philip Morris argumenta que hay tres normativas del gobierno que afectan su negocio. Las normativas a las que se refieren son la Resolución 514 de marzo de 2009, que dispuso una única presentación por marca de venta al público, el decreto 287 y la Ordenanza 466, que impusieron nuevas imágenes de advertencia sobre el riesgo de fumar y que las mismas ocuparan el 80% de la caja de cigarrillos.
2/ El acuerdo se firmó en octubre de 1988 bajo el gobierno de Luis María Sanguinetti y entró en vigencia en abril de 1991. El texto del Acuerdo de Protección de Inversiones Uruguay – Suiza está en: http://www.parlamento.gub.uy/htmlstat/pl/acuerdos/acue16176.htm
3/ Ver la lista completa de Acuerdos en la UNCTAD, disponible en Internet:
http://www.unctad.org/templates/Page.asp?intItemID=2344&lang=1
4/ El apartado (2) (d) del Artículo 1 del tratado bilateral de inversiones entre Uruguay y Suiza establece que los derechos de autor y derechos de propiedad industrial (como las marcas) se consideran inversiones.
5/ Carlos Juliá FSA: Estrategias contra los tratados bilaterales de inversión Grito de los Excluidos/as Continental. Minga Informativa de Movimientos Sociales, 12 08 2010.
/6 Ver publicación especial de REDES-AT sobre el CIADI y los Acuerdos de Inversiones, en Internet.
http://www.redes.org.uy/2008/02/13/nuevo-libro-que-se-presenta-en-bolivia-cuestiona-mecanismos-deproteccion-de-inversiones/