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Lima, 5 jul (Prensa Latina) – Os chamados ao diálogo se multiplicam hoje no Peru, depois de duas lamentáveis jornadas que deixaram um saldo de quatro mortos nos protestos contra o projeto mineiro Conga, na região de Cajamarca.
A morte de um quarto manifestante foi confirmada ontem à noite pelo primeiro ministro Oscar Valdés, que confirmou a versão oficial de que os atos de violência são provocados por “dirigentes e ativistas antimineiros”.
Depois de uma longa sessão do Conselho de Ministros, Valdés e o ministro de Justiça, Juan Jiménez, ratificaram também a resposta oficial sobre medidas de ordem pública adotadas depois dos protestos da terça-feira, que deixaram três mortos no estado cajamarquino de Celendín.
Apesar do estado de exceção aplicado pelo Governo nesse estado e em Cajamarca e Hualgayoc, neste último, mais especificamente no município de Bambamarca, se repetiram ontem os protestos, com um saldo de um morto.
O balanço inclui uns vinte feridos e um número não preciso de detentos, incluindo o sacerdote e dirigente político ambientalista Marco Arana, preso violentamente na cidade de Cajamarca, capital regional, e que – segundo Jiménez – está à disposição do Ministério Público.
Jiménez chamou à cidadania de Cajamarca a manter a paz e se submeter às restrições do estado de emergência, que proíbem as manifestações e autorizam detenções e invasões de domicílios.
Disse que o Governo está a favor do diálogo, mas disse que não recebeu uma proposta pública da Defensoria do Povo, para que o prestigioso sacerdote Gastón Garatea seja mediador do diálogo entre a administração e os dirigentes do movimento cajamarquino contra o projeto Conga.
Esse movimento mantém uma greve de efeito parcial nesse território desde 31 de maio e argumenta que o projeto, de capital majoritário estadunidense e apoiado pelo Governo, arruninará os recursos hídricos, ainda que Lima tenha dado garantias de que isso não acontecerá.
Também a Conferência Episcopal – assembleia de bispos católicos – chamou ao diálogo entre o Governo e os dirigentes da greve e disse estar à disposição para facilitar o início das conversas.
As diversas bancadas parlamentares, que condenaram os incidentes e apoiaram o estado de emergência, também fizeram um chamado ao diálogo, assim como o Partido Comunista Peruano e a Confederação Geral de Trabalhadores, que condenaram a repressão.
Fonte: Prensa Latina.
Llamados al diálogo tras sangrientos incidentes en Perú
Lima, 5 jul (PL) – Los llamados al diálogo se multiplican hoy en Perú, tras dos luctuosas jornadas que dejaron un saldo de cuatro muertos en protestas contra el proyecto minero Conga, en la región norandina de Cajamarca.
El cuarto deceso de un manifestante fue confirmado anoche por el primer ministro Óscar Valdés, quien insistió en la versión oficial de que los hechos de violencia son provocados por “dirigentes y activistas antimineros”.
Tras una larga sesión del Consejo de Ministros, Valdés y el ministro de Justicia, Juan Jiménez, ratificaron también la respuesta oficial de medidas de orden público adoptadas tras las protestas del martes, que ocasionaron tres muertos en la provincia cajamarquina de Celendín.
Pese al estado de excepción aplicado por el Gobierno en esa provincia y en las de Cajamarca y Hualgayoc, en esta última, en el municipio de Bambamarca ayer se repitieron las protestas, con un saldo de un muerto.
El balance incluye una veintena de heridos y un número no precisado de detenidos, incluyendo el sacerdote y dirigente político ambientalista Marco Arana, violentamente apresado en la ciudad de Cajamarca, capital regional, y que -según Jiménez- está a disposición del Ministerio Público.
Jiménez llamó a la ciudadanía de Cajamarca a mantener la paz y someterse a las restricciones del estado de emergencia, que prohíben las manifestaciones y autorizan a detenciones y allanamientos a discreción.
Dijo que el Gobierno tiene voluntad de diálogo, pero dijo que no ha recibido una propuesta hecha pública por la Defensoría del Pueblo, para que el prestigioso sacerdote Gastón Garatea sea mediador para el diálogo entre la administración y los dirigentes del movimiento cajamarquino contra el proyecto Conga.
Ese movimiento mantiene una huelga de efecto parcial en ese territorio desde el 31 de mayo y argumenta que el proyecto, de capital mayoritario estadounidense y apoyado por el Gobierno, depredará los recursos hídricos, aunque Lima ha dado garantías de que eso no sucederá.
También la Conferencia Episcopal -asamblea de obispos católicos- llamó al diálogo entre el Gobierno y los dirigentes de la huelga y dijo estar a disposición para facilitar el inicio de conversaciones.
Las diversas bancadas parlamentarias, que condenaron los incidentes y respaldaron el estado de emergencia, hicieron igualmente un llamado al diálogo, al igual que el Partido Comunista Peruano y la Confederación General de Trabajadores, que condenaron la represión.
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