Por Orlando Balbás, de Cumaná, Venezuela, para Desacato.info
Luego de las medidas aplicadas a los ejecutores del plan desestabilizador contra el gobierno de Nicolás Maduro e instaladas las mesas de diálogo para llegar a acuerdos de paz y tolerancia, han venido ocurriendo diferentes hechos que llaman poderosamente la atención.
En principio las declaraciones de voceros del gobierno norteamericano desde varios escenarios , como por ejemplo el jefe del comando sur, desde la secretaría de estado y del propio presidente de los Estados Unidos Barack Obama. Pero se debe incluir a este panorama curioso y unilateral, las actividades de la embajada gringa en apoyo a los grupos generadores de violencia en las principales ciudades de la República Bolivariana de Venezuela.
Es una verdad a voces de la creciente necesidad de los Estados Unidos, por controlar la riqueza petrolera venezolana, antes utilizada por esa nación del norte de América. En la actualidad es de vital importancia para ellos retomar la comercialización y explotación del petróleo para equilibrar la economía estadounidense, que está cada vez más endeudada y comprometida en las guerras del medio oriente y Europa del este , que vuelve a ser motivo de conflictos vulnerables para una guerra a escala mundial. Pero además, la ciudadanía de ese país está viviendo momentos de gran crisis.
Las recientes declaraciones del Ministro de interior y justicia Miguel Rodríguez Torres, señalan al gobierno de los Estados Unidos como un factor de impulso y apoyo a la campana golpista, mediante la construcción de una matriz de opinión donde Venezuela sea condenada como estado forajido por violentar los derechos humanos.
Los políticos incursos en la conspiración actual, son los mismos del golpe de estado del año 2002, que quitó del poder al desaparecido Presidente Hugo Chavez Frías por 47 horas, luego de crearse una situación de asesinatos por francotiradores, para acusar a Chávez de tal atrocidad. Aparecen incursos como financistas de los actos callejeros que han destrozado unidades de transporte, ataques a mercales y fiscalía , el ex candidato Salas Roemer y el empresario Eligio Cedeño, junto a políticos conocidos del golpismo en la oposición como Antonio Ledezma, Leopoldo López, Maria Corina Machado, Pablo Medina, entre otros.
Los detenidos por *guarimbas en las calles de Caracas fundamentalmente, casi todos han sido personas de desconocido oficio, sin estar matriculados en ninguna universidad, de más de 100 detenidos, solo 12 han sido reconocidos como estudiantes. Pero 58 de estos saboteadores son extranjeros incluyendo a un norteamericano, a los que se les decomisaron armas de fuego.
Con el asesinato de Eliecer Otaiza, se vislumbra un nuevo modo de ir desatando los odios y la guerra civil, si en realidad es un encargo político para darle muerte a este patriota y militar, como Otaiza, entonces el país, se enfrenta a un grave caso de muertes de carácter selectivo que incluso tocará a la oposición.
El estado venezolano debe tomar el control de este asunto, las fuerzas de la guerra están siendo desatadas en nuestro país por el imperio gringo, que no descansará porque sabe que esta es su carta final y la oposición extrema fascista está ávida de obtener el poder político. De tal manera que las bases populares, la fuerza armada nacional y todo el estado deben convertirse en un solo ente para la defensa de la soberanía en esta nación de Simón Bolívar.
*Atos violentos planejados
Na foto da agência Reuters, de esquerda à direita e de cima para abaixo: Pablo Pérez, Henrique Capriles, Leopoldo López, Antonio Ledezma, Corina Machado, Cesar Pérez.
