Por Orlando Balbás.
El pasado 9 de marzo, Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, emitió una orden ejecutiva declarando a Venezuela “una amenaza inusual y extraordinaria”. Desde ese momento, el país se sitúa dentro de otra posible acción similar a la de Irak, Afganistán, Libia, Siria, amenazados e invadidos por las fuerzas militares de esa gran potencia del mundo.
¿Qué situación atraviesa Venezuela cuando se emite el decreto ejecutivo del presidente Obama? Es indudable la conmoción y efectos en la sociedad venezolana como consecuencia de la crisis económica, caracterizada por escasez e inflación galopante surgida por la misma necesidad de consumo. La posibilidad de Estados Unidos para accionar contra el país, se hace más real. Es una situación muy parecida a la del presidente Salvador Allende, cuando se impulsó la parálisis del transporte y surgieron las grandes colas en supermercados en el país chileno.
¿Hay una guerra económica contra Venezuela?
Es indudable que a ningún gobierno le interesaría debilitar el apoyo social a su gestión, pero en nuestro país se desató una guerra económica implacable con una campaña de descrédito hacia el presidente Nicolás Maduro y sus más cercanos colaboradores que en este caso representa Diosdado Cabello. La opinión pública nacional está siendo sometida a la manipulación más frontal jamás conocida, por los medios de comunicación.
Se están activando varios frentes de guerra para lograr derrocar por la vía violenta o electoral al gobierno bolivariano. La derecha progringa se mueve dentro de una estrategia de debilitamiento moral y ético en contra de los líderes fundamentales del chavismo.
La atroz campaña contra Diosdado Cabello se está profundizado, las cadenas internacionales y nacionales de noticias, controladas por los opositores, buscan relacionar la figura militar leal al proyecto del Comandante Chávez, con el narcotráfico. Utilizan la táctica del ministro de instrucción pública y propaganda nazi, Joseph Goebbels: repetir una mentira mil veces para que se convierta en verdad. Pero tampoco es nueva la arremetida contra el Presidente de la Asamblea Nacional. Primero comenzaron difundiendo una opinión, afirmando que Diosdado pretendía quedarse en el mando una vez que Chávez fue derrocado y devuelto a Miraflores o que era dueño de media Venezuela.
La orden ejecutiva desde la Casa Blanca contra el gobierno venezolano es un atentado contra nuestra soberanía, que activa otro frente de guerra: desmoralizar las bases del chavismo en el sector popular y dividir las Fuerzas Armadas Nacional. Actualmente los venezolanos viven los embates de la desaparición de los productos de todos los renglones, pero no hay signos de violencia social. Los enemigos de la Revolución buscan activar el golpe de Estado y legitimar la persecución a los sectores nacionalistas, chavistas y socialistas, tal como hicieron con el allendismo en Chile en 1973. Pero Venezuela tiene otra realidad.
