Por Narciso Isa Conde.
Solo que contrario a lo dicho por el rector y afines -repetido hasta la saturación por la dictadura mediática dedicada a inyectarle mentiras al alma nacional- esa “guerra” fue planeada por el clan que domina la UASD con el concurso de los “perros de presa” de su “seguridad” y el padrinazgo del poder neoliberal-privatizador que procura apoderarse de todo el de patrimonio social.
Ese clan aupa escandalosos privilegios, minorías profesorales y burocráticas mafiosas y clientelas subordinadas, mediante un turbio manejo de la precaria asignación estatal; mientras el gobierno dispone de una porción mayor del dinero que no le asigna a la UASD, agregando al robo descarado el financiamiento de centros privados que comercian con la educación.
Y aliado a ellos el poder transnacional y local de este capitalismo rapaz y privatizador ha escogido a la UASD como próxima presa, al tiempo que sus máximas autoridades debilitan la lucha por el cumplimiento de la ley del 5% y ceden a la presión externa imponiendo el tarifazo anti-estudiantil que favorece la privatización.
La FED y FAPROUASD rechazaron las medidas y los estudiantes montaron una protesta simbólica en el corazón de nuestra Alma Mater; mientras fluían denuncias sobre la corruptela del poder universitario en crisis y condenas al cerco asfixiante de un gobierno mafioso.
Dieciocho días de campamento -permanente acosado por una pandilla de “seguridad” hermanada a la policía y la FFAA- transcurrieron sin asomo de violencia estudiantil.
Pero incómoda con el impacto de esa manifestación ordenada, la cúpula universitaria optó por una represalia sucia y provocadora: la expulsión de once dirigentes estudiantiles, acompañada de instrucciones soterradas a la “seguridad” para montar el violento disturbio que le siguió y atribuírselo a los estudiantes.
Acopio de sprays y gasolina, y uso de armas y piedras para simular amenazas de muerte al rector y destruir y quemar vehículos de autoridades. Tiros a su cargo para presentarlos al revés. Declaraciones mentirosas y campañas mediáticas para asesinar moralmente a quienes sencillamente ejercían el derecho a la protesta. Pedido de intervención de tropas policiales, pisoteando el Fuero y escenificando una grotesca represión…formaron parte de esa perversa conjura, que incluye la acusación del Rector contra el profesor y camarada Monchín Pinedo, presentándolo como autor intelectual de la “guerra” desatada.
La UASD al revés: vándalos en el poder acusando de vándalos a quienes los denuncian. Pero que sepan que estudiantes expulsados somos todos/as, que Mochín somos todos/as y que las izquierdas revolucionarias y mucha gente buena vamos a derrotar esa infamia.