Português/Español
Por Julio Rudman.
A Ulises Naranjo, por muito mais do que 20 razoes.
“Ser mina flor de cardo, com sangue e com olheiras,
com pingos na fronte abençoada do trabalho”
Adriana Turchetti
É verdade. Eu a vi. Tem armas e bate nas mulheres (e nos homens também, caralho). Aliás, as suas são armas declaradas. Não era necessário que um imoral de sobrenome Morales viesse a denunciá-la. Eu vi essas armas. Pás, picaretas, enxadas, betoneiras, tijolos e outros instrumentos para a lavoura e construção costumam ser perigosíssimas armas para os parasitas consuetudinários da nossa sociedade. E as efusivas palmadas nas costas e a cara que se propinaram, apenas ela chegou ao bairro, deixaram rastros nesses corpos. Até meu rosto ficou vermelho. O sol do deserto mendocino e o beijo dela me maquiaram a vida para sempre.
A esperamos muito, demais, se levarmos em conta o que já vivemos. Os meios de incomunicação de Mendoza a descobriram. Alguns, literalmente. Outros, a maioria, com a malícia com que se dispõem a cada dia para se aferrar a um status quo que vamos derrubando a força de verdades e pluralismo. A anunciaram como “a piqueteira K”, como se o adjetivo pudesse ocultar sua imensa tarefa por e com os outros, os pobres de bens, os ricos de fome. E uma letra que nasceu com minúsculas e foi ficando volume maiúsculo na História.
Já não só a província de Jujuy, onde sua organização, a Tupac Amaru, alimenta 50.000 meninos. Alimento concreto e alimento simbólico, dupla convertida em produto que nenhuma Bolsa do mundo aceita cotizar: a dignidade.
Como vocês sabem, sou ateu. Ou seja, não acredito em milagres. Mas eu vi; ninguém contou, 80 mulheres em pé ao lado de suas máquinas, esperando-a para lhe mostrar a finalização de um sonho e o começo de um caminho. Em Lavalle, Mendoza,inauguravam a fábrica têxtil, construída e equipada com a poupança conseguida com o subsidio concedido pelo Estado para a construção de casas. E eu vi Milagro Sala com as pernas bambas abraçando todos, chorando de emoção com o grito de Jallalla, como coya autêntica que é.
Os meios locais visibilizaram por um momento a organização social mais emblemática destes novos rumos. E a sua líder nacional. É claro que durou, apenas, 24 horas. Porém, nós somos tupaqueros mediáticos toda terça-feira às 17 (hora argentina), nos amparando em sua coluna radial em nosso programa. Sim, é Nacional, a radio pública.
Os argentinos temos uma expressão admirativa para casos como estes. Ou para uma jogada de Messi, um texto de Galeano, um poema de Gelman, uma pirueta acrobática no Cirque du Soleil, um discurso de Chávez, Evo ou Correa, um decote no lugar certo, um olhar feminino certeiro. Dizemos com ênfase “¡qué lo parió!”.
Mas se algum outro imoral, com o sem privilégios, alguma senhora que almoça ou almoçava em público, algum jornalista com salário da nojenta ladra de bebês e outros membros da fauna autóctone voltam a insultar Milagro e seus coyas reivindicados, sugiro que, sem ênfase, como quem sai para renovar o ar e cumprimentar os pássaros silvestres, troquemos o “lo” por “te”.
E depois não percamos nem um minuto a mais. Sigamos na labuta.
Versão em português: Tali Feld Gleiser de América Latina Palavra Viva.
Cambiemos el “lo” por “te”
A Ulises Naranjo, por mucho más que 20 razones.
“Ser mina flor de cardo, con sangre y con ojeras,
con gotas en la frente bendita del trabajo”
Adriana Turchetti
Es cierto. Yo la vi. Tiene armas y les pega a las mujeres (y a los hombres también, carajo). Es más, las suyas son armas declaradas. No hacía falta que un inmoral de apellido Morales viniera a denunciarla. Yo vi esas armas. Palas, picos, azadas, mezcladoras de cemento, ladrillos y otros instrumentos de labranza y construcción suelen ser peligrosísimas armas para los parásitos consuetudinarios de nuestra sociedad. Y las efusivas palmadas en la espalda y la cara que se propinaron, apenas llegada al barrio, dejaron huellas en esos cuerpos. Hasta mi rostro se vistió de rojo. El sol del desierto mendocino y el beso de ella me maquillaron la vida, pero para siempre.
La esperamos mucho, demasiado, si tenemos en cuenta lo vivido. Los medios de incomunicación de Mendoza la descubrieron. Algunos, literalmente. Otros, los más, con la malicia con que se aprestan cada día para aferrarse a un statu quo que vamos derribando a punta de verdades y pluralismo. La anunciaron como “la piquetera K”, como si el adjetivo pudiese tapar su inmensa tarea por y con los otros, los pobres de bienes, los ricos de hambre. Y una letra que nació con minúsculas y se fue haciendo volumen mayúsculo en la Historia.
Ya no es sólo Jujuy, donde su organización, la Tupac Amaru, alimenta a 50.000 pibes. Alimento concreto y alimento simbólico, dupla devenida en producto que ninguna Bolsa del mundo acepta cotizar: la dignidad.
Como ustedes saben, soy ateo. O sea, no creo en milagros. Pero vi, nadie me lo contó, a 80 mujeres paradas al lado de sus máquinas, esperándola para mostrarle la finalización de un sueño y el comienzo de un camino. En Lavalle, Mendoza,inauguraban la fábrica textil, construida y equipada con los ahorros logrados tras el subsidio otorgado por el Estado para la construcción de casas.
Y la vi a Milagro Sala temblarle las piernas, abrazarse con ellas y ellos, llorar de emoción y gritar Jallalla, como coya auténtica que es. Lo dicho. Los medios locales visibilizaron por un rato a la organización social más emblemática de estos nuevos rumbos. Y a su líder nacional. Claro que duró, apenas, 24 horas. Sin embargo, nosotros somos tupaqueros mediáticos todos los martes a las 17, amparándonos en su columna radial en nuestro programa. Sí, es Nacional, la radio pública.
Los argentinos tenemos una expresión admirativa para casos como estos. O para una jugada de Messi, un texto de Galeano, un poema de Gelman, una pirueta acrobática en el Cirque du Soleil, un discurso de Chávez, Evo o Correa, un escote bien puesto, una mirada femenina certera. Decimos con énfasis ¡qué lo parió!
Pero si algún otro inmoral, con o sin fueros, alguna señora que almuerza o almorzaba en público, algún periodista a sueldo de la bazofia ladrona de bebés y otros miembros de la fauna autóctona vuelven a insultar a Milagro y sus coyas reivindicados, sugiero que, sin énfasis, como quien sale a renovarse el aire y a saludar a los pájaros silvestres, cambiemos el “lo” por “te“.
Y después no perder ni un minuto más. A seguir laburando.
Fotos: www.losandes.com.ar