El presidente boliviano Evo Morales –personaje que ha conservado su integridad como indígena y fiel defensor de su pueblo- afirmó este viernes 12 de octubre, que “tener relaciones con la embajada de Estados Unidos es como una caca”. Señaló: “Antes era todopoderoso el que tenía buenas relaciones con ese país y algunos oficiales de las fuerzas armadas y la policía iban allá porque el que tenía buenas relaciones con la Embajada de Estados Unidos era como admirado”. Hoy las cosas han cambiado. No debe olvidarse que Evo Morales ha señalado: “hemos empezado a descolonizarnos” y como fuerte crítico de Estados Unidos, en 2008 expulsó al embajador yanqui acusándole de conspirar contra su gobierno; poco tiempo después Washington actuó en reciprocidad.
2. Sin embargo el Gobierno de Evo y García Linera -a pesar de sus “rupturas” con EEUU- ha tenido que negociar con otras fuerzas para conservar el poder o lograr cierta estabilidad: por ejemplo declaró en 2005, antes de tomar posesión, que no confiscaría ni expropiaría las tierras ni los bienes de empresas que operaban en el país: Repsol, Petrobras, Total, British Petroleun, Enron, Shell, etcétera, con inversiones de más de 100 mil millones de dólares. ¿Se piensa acaso que se puede gobernar libremente sin tomar en cuenta la dominación económica y política de la gran burguesía local y el imperio, que lleva ya muchas décadas? La realidad es que hay que apoyar y aplaudir la lucha contra el neoliberalismo y el capitalismo, pero no hay que hacerse muchas ilusiones.
3. Evo ascendió al gobierno en 2006 después de sufrir Bolivia varios gobiernos dictatoriales apoyados por los EEUU, que hicieron más miserable a ese pueblo boliviano de 11 millones de habitantes. No debe olvidarse que en 2002 el candidato del MNR Sánchez de Lozada ocupó por segunda vez la Presidencia (1993-97 y 2002-2003) y que el MAS, encabezado por Morales se convirtió en la segunda fuerza. Lozada es derrocado en 2003 y es sustituido por Carlos Mesa quien, ante las protestas indígenas contra la entrega de aguas a transnacionales y luego por la erradicación forzosa del cultivo de coca, tuvo que renunciar en 2005. Evo ha gobernado a pesar de la contraofensiva independista en Santa Cruz y departamentos de la Media Luna: Tarija, Beni, Pando y Chuquisaca iniciada en 2003.
4. Los gobiernos yanquis de Bush y de Obama, en lugar de apoyar a Bolivia para que salga de su situación de pobreza, causada por el saqueo de sus recursos realizado por tradicionales explotadores de la región, ha buscado derrocar a Evo Morales apoyando a los autonomistas de la Media Luna y tratando de frenar el cultivo de coca entre los indígenas que ha sido a través de su larga historia una producción que soluciona una gran parte de la vida indígena. El argumento de que la cocaína se origine de la coca, Evo y los indígenas han sido los primeros en rechazarlo. Pero el odio yanqui contra Evo se origina del momento en que se convierte en un gobierno proindígena, independiente, antimperialista, que trabaja por su pueblo y eso los yanquis no pueden aceptarlo, sobre todo si los anteriores gobernantes eran sus lacayos.
5. La posición antimperialista de Evo Morales es fuerte, pero los EEUU parecen intervenir menos que en Venezuela. Parece que están depositando todos sus apoyos a las fuerzas internas, sobre todo a los “autonomistas” de la Media Luna. Sin embargo en el proceso boliviano, según escribe la investigadora Harnecker, “el pueblo es diverso, tiene contradicciones y se une en torno a banderas como, por ejemplo, la del Estado Plurinacional, pero las contradicciones se agudizan y el gobierno tiene que entender eso y mirar democráticamente las partes. Es muy complicado. El pueblo quiere que el Estado resuelva el problema, es una especie de paternalismo. Cuando llegan estos gobiernos, quieren soluciones inmediatas, no saben de política ni de correlaciones de fuerzas. Además de eso, prima la visión localista, sin perspectiva de conjunto”.
6. La combatividad de Evo Morales en beneficio de los intereses de la población está fuera de duda, pero las poderosas fuerzas capitalistas internas y externas que se le oponen están bloqueando cualquier programa radical que pretenda beneficiar a los sectores indígenas, campesinos y de miserables. El ejemplo de Evo es muy importante para ver las limitaciones de la asunción al gobierno por la vía electoral y toda una legalidad constitucional burguesa que impide gobernar en beneficio de los trabajadores. En Bolivia las masas indígenas han acompañado al gobierno de Morales, pero su fuerza no ha sido suficiente para imponerse. Por eso, aunque Evo declare que la embajada yanqui es como una caca, la realidad es que mientras el capitalismo no sea destruido de raíz, seguirá imponiéndose (12/X/12).
http://pedroecheverriav.
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