Por Orlando Balbás.
La reciente asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), sirvió de escenario para la discusión en torno al proceso político que se desarrolla en Venezuela. Lo sucedido allí hace pocos días, relanzó el tema del gobierno de nuestro país y la enfermedad del Presidente Hugo Chávez. Pero se trata en realidad, de un propósito bien definido, planificado y sostenido con la clara meta de desaparecer a Chávez, convertirlo en nada, siempre uniéndolo a la idea de las dictaduras, imposiciones y actitudes mesiánicas.
Nuestro embajador Roy Chaderton, supo responder contundentemente, y con mucha claridad, dejando definida la intención del ex embajador panameño, que no era otra, sino, aprovechar un encuentro internacional para crear la matriz de opinión descalificadora del proceso político venezolano, su manejo y desarrollo.
El hasta hace horas embajador de Panamá, destituido por su gobierno el jueves 17 de enero de 2013, cuestionó la situación interna de Venezuela, descalificó al Presidente Chávez y ofendió al pueblo venezolano. Fue una actitud de injerencia en los problemas de nuestra nación, que sólo resolvemos los venezolanos.
Los discursos, siempre, en cualquier época y lugar, mantienen un sentido muy delineado en los objetivos a lograr. Nunca las expresiones políticas, económicas, sociales y culturales se mantienen neutrales, aunque se afirme que así lo es. Lógicamente, en la política pueden surgir escenarios de obligatoria diplomacia con rasgos de hipocresía, pero este embajador panameño, se fue de bruces, copiando al calco las orientaciones de los sectores que internacionalmente están en el plan conspirador, en conjunto con la oposición aquí en Venezuela.
Es aún más grave, en cuanto que la cancillería de su país desconoce sus declaraciones, las condena y destituye de ipso facto al temerario funcionario de panamá, destacado como su representante en la OEA. ¿Es casual y personalísima la intervención del embajador centroamericano? Indiscutiblemente que no. Todo obedece a la estrategia de llevar a los organismos internacionales, una decisión legítima de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, soberana y ajustada a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Tenemos un nuevo panorama en cuanto a las posiciones asumidas por los diferentes países del mundo en torno a Venezuela. El mismo gobierno de los Estados Unidos ha emitido opiniones de respeto a las medidas asumidas por la institucionalidad venezolana. El Secretario General de la Organización de Estados Americanos, Miguel Insulza, fijó posición ante el articulado constitucional.
La política internacional del gobierno de Chávez, ha permitido el surgimiento de una nueva geopolítica mundial, ya las relaciones con Suramérica y el Caribe se convirtieron en bloques de poder, para exigir respeto y desarrollar nuestras economías con independencia y soberanía.
