Adinet.- Los dos partidos partidarios de la austeridad, Pasok (socialista) y Nueva Democracia (derecha) quedaron lejos de la mayoría (entre 31 y 37% de votos) en las legislativas celebradas este domingo en Grecia, donde la izquierda contraria al ajuste quedó como segunda fuerza.
Según sondeos a pie de urna, Nueva Democracia (ND) obtendría entre el 19 y el 20,5% de los votos, por el 33,5% logrado en las últimas legislativas celebradas en 2009.
El Pasok se hundiría con entre el 13 y el 14% de los votos, por el 44% que obtuvo en 2009 y será superado por el partido de la izquierda radical Syriza, opuesto a los draconianos programas de austeridad impuestos por la UE y el FMI, al que los sondeos otorgan entre el 15,5 y el 17% (4,6% hace tres años)
“Syriza es claramente el segundo partido”, dijo el veterano analista político Iliaa Nikolakopulos en el canal de televisión Mega.
Por detrás quedarían Griegos Independientes (una formación también muy crítica contra la política de recortes y nacida de una escisión de ND), que obtendría entre el 10 y el 11% de los votos.
Los comunistas del KKE, partidarios de la salida del euro, habrían logrado entre el 8 y el 9,5% de los votos.
El partido neonazi Chryssi Avghi (Amanecer Dorado) que entraría por primera vez en el Parlamento, con entre el 6 y el 8% de los votos, lo que significaría al menos una veintena de diputados. En las últimas legislativas de 2009, sólo obtuvo el 0,29% de los votos.
De confirmarse estos resultados, resultaría imposible repetir el gobierno de coalición de los dos partidos mayoritarios, que gobiernan en coalición desde noviembre de 2011, partidarios de continuar la política de austeridad dictada por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Es un terremoto político lo que sacude a los partidos políticos”, estimó uno de los dirigentes de ND, Panos Panagiotopulos, al canal de televisión Mega.
Ello puede poner en duda la capacidad de Grecia para respetar los acuerdos alcanzados con sus socios europeos, a cambio de recibir ayuda financiera para sanear las cuentas públicas.
Según la Constitución, el jefe del Estado, Carolos Papoulias, debe encargar el lunes o el martes al líder del partido ganador la confección de un gobierno. En caso de fracaso, podrá pedirlo a las dos formaciones con mejores resultados.
Sobre el 17 de mayo, este proceso podría acabar con una reunión de todos los partidos parlamentarios en un último intento de formar gobierno, antes de una nueva convocatoria a las urnas.
Por lo tanto, el líder de los conservadores, Antonis Samaras, deberá tener la posibilidad de formar gobierno.
ND y Pasok podría tratar de alzanzar un acuerdo de gobierno con pequeñas formaciones proeuropeas, aunque opuestas a las políticas de austeridad: el partido de Izquierda Democrática (Dimar) podría aportar entre el 4,5 y el 6,5%, y también podrían participar los ultraderechistas de Laos o los ecologístas, pero ambos partidos flirtean con la barrera del 3% necesaria para entrar en el Parlamento.
El líder de los conservadores Antonis Samaras aseguró que buscará formar “un gobierno de salvación nacional para mantener al país dentro del euro” y que tratará de “enmendar” el polémico plan de rescate financiero acordado por Grecia con la UE y el FMI con el fin de incluir medidas para impulsar el crecimiento económico.
Por su parte, el candidato socialista Evangelos Venizelos llamó a la formación de “un gobierno de unión nacional proeuropeo” para sacar al país de la crisis.
Venizelos, que como ministro de Finanzas del gobierno saliente negoció con la UE y el FMI el segundo plan de rescate del país, reconoció que ese acuerdo será “difícil”, visto el vuelco político del país, pero “el cambio radical de la escena política no significa el fin de la crisis, es la crisis en plena evolución”.
Unos 9,8 millones de griegos estaban llamados este domingo a unas elecciones para renovar el Parlamento, unos comicios marcados por la contestación a la política de austeridad y a la implosión del viejo sistema político, lo que podría poner en cuestión los esfuerzos por recuperar el país en el seno de la zona euro.
Foto: EFE/Orestis Panagiotou .