Carta abierta del exdirector de la Televisión Pública de Paraguay al ministro golpista de la Secretaría de Información y Comunicaciones de la Presidencia de la República, Martín Sannemann
Le escribo una carta abierta porque considero que el debate acerca de TV Pública Paraguay trasciende ampliamente los intereses de un partido político o de una autoridad de turno, y se instala como eje fundamental para la construcción de ciudadanía, en un proceso democrático que ahora está en crisis.
Antes que nada, y debido a que dijo a la prensa que yo no sé ‘quien es usted’, le recuerdo que lo atendí personalmente cuando fue invitado al canal, antes de las internas del partido liberal. En esa ocasión, se le ha dado un espacio y un protagonismo que en ese momento ningún otro medio le daba a su candidatura, justamente por considerar que los medios públicos debíamos cumplir un rol imparcial más allá de lo que indiquen las encuestas. Sé también que usted perteneció al Consejo Asesor de Radio Nacional del Paraguay y desde allí, en conjunto con la Sra. Judith Vera, han implementado estrategias esenciales para la transformación de ese medio. Por otro lado, me ha tocado estar en el que fuera campo de concentración de Emboscada y filmé, en la misma celda donde vivió su madre, conmovedores testimonios acerca de la solidaridad y la entrega con que ella atendió a sus compañeros y compañeras en aquellos años difíciles a los que no queremos retornar. Conozco y admiro la lucha histórica de su familia por la libertad.
Pero la decisión suya de legitimar lo que muchos de nosotros consideramos un trágico quiebre democrático para la historia de este país, hoy nos coloca en posiciones enfrentadas.
En el momento que usted aceptó su nuevo cargo, asumió también la enorme responsabilidad de cuidar y fortalecer procesos ciudadanos que llevaron años de construcción. Nuestra televisión pública – la suya, la mía, la de todos los ciudadanos y ciudadanas de este país – está pasando por un proceso de deterioro estructural que es sumamente grave.
La construcción de TV Pública Paraguay involucró a movimientos sociales, gremios de audiovisualistas, referentes de los pueblos originarios del país, académicos, estudiantes, organizaciones campesinas, luchadores contra la dictadura, empresarios, deportistas, artistas y gente de todos los sectores que apostó a una pantalla que sirva como espejo, donde pueda verse reflejada la sociedad en su conjunto, y que sea a la vez plataforma de debate acerca de los cambios profundos que necesita el Paraguay.
En las últimas semanas asistimos a un show mediático sin precedentes, con acusaciones infundadas de salarios millonarios y un manoseo innecesario a quienes estuvimos desempeñando funciones en TV Pública Paraguay. Ojalá usted mismo haga las aclaraciones correspondientes, en base a las planillas reales de salarios y a los concursos públicos que se llevaron adelante, ya que todos los ataques fueron generados a partir de sus propias declaraciones. Y sinceramente duele verlo fomentando la destrucción de principios y de procesos que por coherencia con su historia personal, usted debería defender.
Hasta la fecha, sus enviados a TV Pública han demostrado incapacidad para lidiar con las necesidades de un canal de televisión, más allá de que pudiesen ser muy capaces para otras funciones. La Oprap, principal agrupación de realizadores del audiovisual y diversos referentes del sector, se han reunido con usted para ofrecerle apoyo y para tratar de dar continuidad al proyecto. También lo han hecho referentes de la lucha contra la dictadura. Aún así, hoy la TV Pública está a la deriva, sin que se hayan continuado los procesos administrativos, técnicos, de producción y programación que estaban siendo implementados. Y, siendo el 16 de Julio del 2012, la mayoría de los funcionarios de TV Pública siguen sin cobrar sus salarios del mes de Junio.
Como uno de los responsables del proyecto hasta el día 23 de junio pasado, me siento en la obligación de pedirle públicamente que tome medidas urgentes para evitar el acabamiento de TV Pública Paraguay, o lo que sería aún peor, su transformación en un medio a disposición del gobernante de turno.
En TV Pública Paraguay se emitieron documentales, cortos, animaciones, largometrajes y video-arte de producción nacional sin tener en cuenta la orientación política de sus autores. La mayoría de estos materiales nunca antes había estado en una pantalla de televisión. En TV Pública se pagaba, como no hace ningún otro canal local, derechos de autor a todos los realizadores y productores. Se hicieron dos semanas temáticas: la Semana de la Memoria para recordar las atrocidades del Stronismo y la Semana de los Pueblos Originarios para dar espacio a la diversidad cultural que enriquece este país. Se emitieron películas de la Guerra de la Triple Alianza y de la Guerra del Chaco en las fechas en que se recordaba el final de estos conflictos bélicos. También se hicieron homenajes especiales para visibilizar la obra y el pensamiento de paraguayos y paraguayas notables: Herman Guggiari, Tomás Palau, Carmen Soler, Felix de Guarania, entre otros. Se produjeron programas en guaraní y se aplicaron en el día a día políticas lingüísticas innovadoras para la televisión. Se desarrollaron los primeros proyectos de debate y de información pública, a pesar de la escasa infraestructura con que se contaba. Estuvieron en el piso Fernando Lugo, Calé Galaverna, Lino Oviedo, Efraín Alegre, Desirée Masi, Najeeb Amado entre invitados de todos los sectores políticos. Todo ese proceso está quedando truncado. Incluso las compras de transmisores y antenas, que ya cuentan con fondos asignados, y que permitirían que TV Pública llegue a varios puntos del interior del país.
Esperamos que no deje que se ‘apague’ una pantalla que demandó el esfuerzo de cientos de paraguayos y paraguayas, sobre todo de minorías históricamente excluidas de los medios, y que a pesar de lo que pasa, confían en la comunicación pública como una herramienta fundamental para fomentar la participación y afianzar la democracia.
Atentamente,
Marcelo Martinessi
Exdirector de TV Pública Paraguay”
Fuente: http://paraguayresiste.com/