(Português/Español).
A Reynaldo Sietecase.
Para próprios e estranhos fica claro que é uma briga pelo poder. Não seria particularmente destacável se não se tratasse de predicadores da pureza, a humildade, a solidariedade com os desamparados e a bondade. Isso os faz mais odiosos, mais hipócritas e menos críveis. Justo para aqueles que a crença é pilar fundamental de seu edifício ético e moral. Pois é, o edifício tem tijolos e fundação podres pela ambição desmedida.
Às piruetas de corrupção de Paul Marcinkus, o bispo ianque, ex-diretor do Banco vaticano, conhecido como IOR (Instituto para as Obras da Religião) em 1982, podemos somar, entre as “obras de religião”, os casos de pedofilia, a cumplicidade ativa com os genocídios latino-americanos, os contemporâneos e os do descobrimento de finais do século XV e princípio do XVI. Por exemplo, o Episcopado argentino acaba de confessar, em sede judicial, que sabia das torturas, desaparições e assassinatos desde 1978, pelo menos. Enquanto isso, o genocida Videla e seus capangas continuou recebendo assistência espiritual como a senhora leitora, sem nenhuma cobrança. Nem sequer por suas próprias vítimas.
Faz uns dias foi ejetado de seu cargo Ettore Gotti Tedeschi, o sucessor de Marcinkus, por sólidas suspeitas sobre o manejo non santo da grana, supostamente, santa. Para completar, só por enquanto, os sintomas de putrefacção que surgem desde as catacumbas de sua história, a Igreja católica universal não poupa pérolas negras. Lá e cá, como para justificar a sua condição de seita global. É que Joseph Ratzinger, o pastor alemão que ostenta o apelativo de Bento XVI, está velho e os cardeais e outros pássaros da máfia santa botaram o guardanapo no pescoço, afiaram as facas e estão ocupando seus assentos, se preparando para o banquete que dará ao mundo ocidental e cristão um novo Papa. Para se candidatar ao carguinho parece que tudo vale. Até o mordomo de Maledetto, Paolo Gabriele, e seu secretário, Georg Ganswein, parece que começaram a brincar de espionagem, emulando a James Bond, mas sem as mulheres da saga cinematográfica (Julio, você tem certeza que sem as mulheres? Não, não tenho certeza.). Agora estão na cadeia, mas na casa vaticana. Para que não soltem a língua, com certeza.
Não é necessário viajar a Europa para conhecer as trapalhadas destes baluartes da democracia, a justiça e a liberdade. Em nossa província de San Juan existe um canal de televisão aberta, Canal 4 Jesus TV, em que, se supõe, se baixa linha direta sobre a concepção misericordiosa da vida, segundo os princípios éticos dos Padres fundadores do catolicismo.
No colégio “Monseñor Audino Rodríguez e Olmos”, segundo grau confessional dessa comarca de Cuyo aconteceu um episódio clarificador. Os alunos em fila no pátio no tradicional momento de reflexão. Micaela Lisole, de 16 anos e aluna do 5° ano, pede a palavra. Dirige-se a seus companheiros e lhes relembra que, em tempos da ditadura cívico-militar, desapareceram o foram torturados jovens da sua mesma idade. As autoridades do colégio não tinham comemorado a Semana da Memória e Micaela achou justo e oportuno cobrir esse buraco. Imediatamente a diretora lhe arrebata o microfone com o argumento de que as afirmações da aluna “não tinham sido checadas” (não, cara, não se refere ao instrumento de pagamento, mas à comprovação histórica) e a comina a convidar, em troca, a uma marcha pelos direitos das crianças que estão para nascer. Fazendo gala de uma dignidade, integridade e maturidade louváveis, Micaela aceita o aperto, mas insiste na sua arenga pela memória, a verdade e a justiça.
Para resumir, foi sancionada com 24 admoestações (situação que a deixa à beira da expulsão), apesar das gestões de sua mãe e o aplauso de seus companheiros quando retornou para a sala.
Ontem nos comunicamos com ela e nos ratificou a impressão de solidez, dando um mais exemplo do compromisso que assumiu a juventude nestes últimos anos. Em 2003 Micaela tinha 6 ou 7 anos, mas está crescendo em um país fascinante, ainda com a plena consciência de que os bolsões de pobreza não têm sido erradicados, mas com perspectivas luminosas, desde que, as Micaelas se plantem ante as injustiças e os métodos autoritários e nos ajudem a construir uma sociedade de mentes abertas e corações solidários.
Os que usam hábito têm o hábito de pressionar legisladores e governantes para evitar que percam clientela ante o avance de medidas inclusivas, como a morte digna, a identidade de gênero ou as reformas ao vetusto Código Civil. Até se animam a desafiar as sentenças da Suprema Corte de Justiça.
Mas as máculas são muito óbvias e já não conseguem se apresentar como exemplo a ser seguido. Não existe limpeza a seco histórica que lave e elimine seus delitos consuetudinários.
Versão em português: Projeto América Latina Palavra Viva.
Los inmaculados y sus máculas
Por Julio Rudman.
A Reynaldo Sietecase.
Para propios y extraños queda claro que es una pelea por el poder. No sería particularmente destacable si no se tratara de predicadores de la pureza, la humildad, la solidaridad con los desamparados y la bondad. Eso los hace más odiosos, más hipócritas y menos creíbles. Justo para quienes la creencia es pilar fundamental de su edificio ético y moral. Pues bien, el edificio tiene los ladrillos podridos y sus cimientos carcomidos por la ambición desmedida.
A las piruetas de corrupción de Paul Marcinkus, el obispo yanqui, exdirector del Banco vaticano, conocido como IOR (Instituto para las Obras de Religión) en 1982, podemos sumar, entre las “obras de religión”, los casos de pedofilia, la complicidad activa con los genocidios latinoamericanos, los contemporáneos y los del descubrimiento de fines del siglo XV y principios del XVI. Por ejemplo, el Episcopado argentino acaba de confesar, en sede judicial, que sabía de las torturas, desapariciones y asesinatos desde 1978, por lo menos. Mientras tanto, el genocida Videla y sus secuaces siguió recibiendo asistencia espiritual como usted lectora, sin ningún reproche. Ni siquiera por sus propias víctimas.
Hace unos días fue eyectado de su cargo Ettore Gotti Tedeschi, el sucesor de Marcinkus, por sólidas sospechas acerca del manejo non santo de guita, supuestamente, santa. Para completar, sólo por ahora, los síntomas de putrefacción que surgen desde las catacumbas de su historia, la Iglesia católica universal no escatima perlas negras. Allá y aquí, como para justificar su condición de secta global. Es que Joseph Ratzinger, el pastor alemán que ostenta el apelativo de Benedicto XVI, está viejo y los cardenales y demás pajarracos de la mafia santa se pusieron la servilleta al cuello, afilaron los cuchillos y están ocupando sus asientos, preparándose para el banquete que dará al mundo occidental y cristiano un nuevo Papa. Para postularse al carguito parece que vale todo. Hasta el mayordomo de Maledicto, Paolo Gabriele, y su secretario, Georg Ganswein, parece que se pusieron a jugar al espionaje, emulando a James Bond, pero sin las minas de la saga cinematográfica (Julio, ¿estás seguro que sin las minas?. No, no estoy seguro.). Ahora están en cana, pero en casa vaticana. Para que no se les suelte la lengua, seguramente.
No es necesario viajar a Europa para conocer las trapisondas de estos baluartes de la democracia, la justicia y la libertad. En nuestra provincia de San Juan existe un canal de televisión abierta, Canal 4 Jesús TV, en el que, se supone, se baja línea directa acerca de la concepción misericordiosa de la vida, según los principios éticos de los Padres fundadores del catolicismo.
En el colegio “Monseñor Audino Rodríguez y Olmos”, secundario confesional de esa comarca cuyana sucedió un episodio clarificador. Los alumnos formados en el patio en el tradicional momento de reflexión. Micaela Lisole, de 16 años y alumna de 5° año, pide la palabra. Se dirige a sus compañeros y les recuerda que, en tiempos de dictadura cívico-militar, desaparecieron o fueron torturados jóvenes de su misma edad. Las autoridades del colegio no habían conmemorado la Semana de la Memoria y Micaela creyó justo y oportuno cubrir ese bache. Inmediatamente la rectora le arrebata el micrófono con el argumento de que las afirmaciones de la alumna “no estaban chequeadas” (no nene, no se refiere al instrumento de pago, sino a la comprobación histórica) y la conmina a invitar, en cambio, a una marcha por los derechos de los niños por nacer. Haciendo gala de una dignidad, entereza y madurez encomiables, Micaela accede al apriete, pero insiste en su arenga por la memoria, la verdad y la justicia.
Te la hago corta. Fue sancionada con 24 amonestaciones (situación que la deja al borde de la expulsión), pese a las gestiones de su madre y el aplauso de sus compañeros al regresar al aula.
Ayer nos comunicamos con ella y nos ratificó la impresión de solidez, dando un ejemplo más del compromiso que asumió la juventud en estos últimos años. En 2003 Micaela tenía 6 ó 7 años, pero está creciendo en un país fascinante, aún con la plena conciencia de que los bolsones de pobreza no han sido erradicados, pero con perspectivas luminosas, siempre y cuando, las Micaelas se planten ante las injusticias y los métodos autoritarios y nos ayuden a construir una sociedad de mentes abiertas y corazones solidarios.
Los que usan hábito tienen el hábito de presionar a legisladores y gobernantes para evitar que pierdan clientela ante el avance de medidas inclusivas, como la muerte digna, la identidad de género o las reformas al vetusto Código Civil. Hasta se animan a desafiar los fallos de la Corte Suprema de Justicia.
Pero las máculas se le notan mucho y ya no pueden presentarse como ejemplo a seguir. No existe tintorería histórica que lave y elimine sus fechorías consuetudinarias.