Desde um espelho instalado no passeio do Malecon habanero, a artista cubana Rachel Valdés convida a reflexionar sobre a dualidade entre a vida real e ideal do ser humano.
Realidade ou Happily ever after, uma das 25 peças do projeto coletivo Por trás do muro -que abarca quase sete quilômetros do Malecon e outras áreas contíguas-, congrega ao público na Bienal habanera.
Com 16 metros de largo por três de alto, o espelho atrai a atenção de jovens e adultos desde sua instalação o passado 13 de maio. Todos querem-se ver refletidos em sua superfície, alguns posam para uma foto de lembrança, outros dançam.
“Minha instalação trata sobre a realidade objetiva e subjetiva”, explicou a Prensa Latina a autora, quem participa pela primeira vez na cita das artes visuais.
“Com esta peça eu queria mostrar duma maneira metafórica o sentido do caminho da vida do homem. Transitas por 16 metros entre duas realidades, a que vives e a ideal. Ao final do caminho, sempre terás desejado um final feliz. O ser humano, vê todo o que lhe rodeia mas muito poucas vezes se vê a se mesmo. Essa era a história que queria abordar com meu trabalho, diz a autora.
Valdés manifestou sua alegria por expor num espaço público junto a criadores tão diversos, e que sua obra tenha recebido uma calurosa recepção do público. “É gratificante que as pessoas se detenham ou agrupem adiante do espelho, a cada quem com sua energia e vivências”, apontou.
Exibir sua peça no Malecon também tem um significado especial para ela. “É a zona por onde mais transitam os cubanos”, argumentou. Integrante da mais nova geração de criadores da ilha, é graduada, na especialidade de pintura da Academia de San Alejandro e uma dos mais de 400 artistas cubanos que participam na bienal junto a outros 185 criadores de 43 países.
Los espejos de Rachel Valdés en el malecón habanero
Realidad o Happily ever after, una de las 25 piezas del proyecto colectivo Detrás del muro -que abarca casi siete kilómetros del malecón y otras áreas aledañas-, congrega al público en la Bienal habanera.
Con 16 metros de ancho por tres de alto, el espejo atrae la atención de jóvenes y adultos desde su instalación el pasado 13 de mayo. Todos quieren verse reflejados en su superficie, algunos posan para una foto de recuerdo, otros bailan.
Mi instalación trata sobre la realidad objetiva y subjetiva, explicó a Prensa Latina la autora, quien participa por primera vez en la cita de las artes visuales.
Con esta pieza quería mostrar de una manera metafórica el sentido del camino de la vida del hombre. “Transitas por 16 metros entre dos realidades, la que vives y la ideal. Al final del camino, siempre habrás deseado un final feliz”. El ser humano, agregó, ve todo lo que le rodea pero muy pocas veces se ve a si mismo. Esa era la historia que quería abordar con mi trabajo.
Valdés manifestó su alegría por exponer en un espacio público junto a creadores tan diversos, y que su obra haya recibido una calurosa recepción del público. Es gratificante que las personas se detengan o agrupen delante del espejo, cada quien con su energía y vivencias, apuntó.
Exhibir su pieza en el malecón también tiene un significado especial para ella. Es la zona por donde más transitan los cubanos, argumentó. Integrante de la más nueva generación de creadores de la isla, es graduada, en la especialidad de pintura, de la Academia de San Alejandro y una de los más de 400 artistas cubanos que participan en la bienal junto a otros 185 creadores de 43 países.