Por Orlando Balbás, para Desacato.info.
Las circunstancias actuales surgidas a raíz del decreto del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, declarando a Venezuela una amenaza para ese país, fortalece en el panorama político venezolano la necesidad de defender la soberanía nacional ante una realidad injerencista y amenazadora contra nuestro territorio.
Evidentemente se impone una realineación de las fuerzas en pugna, en torno a esta situación propiciada por una conducta demencial del ejecutivo norteamericano. Esta razón pondrá al descubierto qué sector de la sociedad está identificado con la autonomía e independencia de Venezuela. Los opositores aliados al imperialismo, hipócritamente han guardado silencio, para no quedar al descubierto. Se debaten entre salir con un discurso por la patria o el de la antipatria.
No existen dudas: nos encontramos en una emergencia producto de la vocación militarista e invasora de una potencia mundial que se cree el policía del planeta, “el gendarme necesario”, al cual hay que salirle al paso. Aquellos engolosinados por la posibilidad de una acción profanadora del suelo nacional están totalmente ajenos de lo que significa la presencia militar invasora en estas tierras latinoamericanas. Desconocen el odio y ensañamiento vertido por las fuerzas armadas de los Estados Unidos en países violentados y humillados. Allí están las pruebas en Irak, Afganistán, Granada (donde asesinaron a la mitad de la población de esa isla del Caribe), la República Dominicana, Guatemala, el golpe de Estado en Chile, Libia, entre otras repúblicas víctimas de la política imperial.
En el ejercicio del poder surgen grupos en contradicción, opositores que aspiran a controlar y asumir el gobierno y los gobernantes, pero de allí asumir una línea política pro-imperialista, hay mucha distancia. Los que adversan y le hacen daño a su propia tierra, a su propio origen, al lugar donde nacieron “tienen espíritu prestado”, no valen la pena, son pequeños seres vacíos y vendidos al mejor postor. La razón de la campaña en contra del decreto presidencial gringo está consustanciada con una conducta e ideología independentista, soberana, anti imperialista y nacionalista, latinoamericanista y revolucionaria. Una gran confluencia de países ha declarado su contrariedad ante una amenaza de impredecibles consecuencias, que al final de cuentas va a golpear no solo a Venezuela, sino a todos sus aliados suramericanos y del Caribe, que se han declarado libres y soberanos para tomar sus decisiones y su propio rumbo político.
Oponerse a la amenaza latente desde los Estados Unidos mediante un decreto ejecutivo contra la patria venezolana es estar consciente e identificado con el planteamiento de una nación libre del dominio extranjero. El argumento del problema económico generado dentro de otros elementos, por la guerra económica, no puede constituir argumento alguno para asumir una posición en contra de la República Bolivariana de Venezuela. Se debe insistir constantemente en la necesidad de revocar la declaratoria amenazante. “Obama: Deroga el decreto contra Venezuela”.
N. de la R.: Si quieres que Obama derogue el decreto, firma aquí http://www.obamaderogaeldecretoya.org.ve/registroLey/