Por Carola Chávez.
Viver em um país que tenta fazer uma revolução não é coisa simples. É uma luta constante que vai desde o ideológico até coisas tão cotidianas e irritantes como uma toalha sanitária. É viver sob um assédio milimétrico; é procurar avançar esquivando tropeços da direita que se recusa a ceder, e da esquerda que se recusa a entender que isto não é jogo de criança.
Não é fácil fazer uma revolução: deveriam sabê-lo os experts revolucionários de todo o mundo que esta semana se dedicaram, em massa, a repudiar o meu Presidente, chegando ao ponto do insulto que salpica o povo chavista. Experts que não souberam fazer revoluções próprias, mas que se dignam nos dizer aos venezuelanos, a nós, os que roemos este osso duro cada dia, como a estamos cagando e de passagem, nos ameaçam com nos tirar o apoio que não tem sido mais que retórico… o dou de presente…
Lamento muito o que aconteceu com Pérez Becerra, lamento que esta situação cheia de incógnitas tivesse o desenlace que todos conhecemos. Lamento por ele, mas também o lamento por nós e pela delicada, talvez perigosa, conjuntura à que temos sido expostos. E é que não deixa de me chamar a atenção os tempos em que estas coisas acontecem, porque faz tempo que não acredito em casualidades: em Londres, revive o uribismo furioso no supercomputador de Reyes,a Colômbia decide nos enviar a Macked, os gringos também o queriam, tem um etarra fugitivo que alguém tentou nos endosar, enquanto María Corina Machado, com sua ineludível vocação de vende pátria, nos acusa na CNN de ser o vizinho sanguinário, cruel e violador dos direitos humanos de um país civilizado e pujante que clama por seu direito de viver em paz, longe da influência maligna deste paisinho castrocomunista em teve de nascer. Que pena com esse señor, MCM na CÑM!
Não digo que Pérez Becerra seja culpado de sua própria desgraça, o que quero dizer é que numa guerra não se dá um passo sem medir as suas consequências, e isto é uma guerra, por si não perceberam. Hoje lamentamos indignados uma vítima, mas podíamos ser muitas se o prato que nos estavam cozinhando tivesse calado. Nos colocaram numa fria, qualquer coisa que fizéssemos nos deixaria mal na foto.
Portanto o governo decide, baseado em informação que eu não manejo e eu devo repudiá-lo, mesmo quando talvez se fez o que se fez evitando o mal maior. Então eu esqueço de todos estes anos de luta, de conquistas, de por que fazemos o que fazemos e dou as costas para e entrego meu país para MUD.
NÃO ACREDITO, NÃO SOU A REVOLUCIONÁRIA PERFEITA, SOU UMA MAMÃE QUE TENTA FAZER UM FUTURO PARA SUAS FILHAS E, COMO DISSE O POETA: QUANDO VOCÊ TEM DOIS FILHOS… AÍ QUE NÃO JOGO BOLINHA DE GUDE. FICO COM CHÁVEZ.
No estoy jugando metras*
Vivir en un país que intenta hacer una revolución no es cosa sencilla. Es una constante lucha que va desde lo ideológico hasta cosas tan cotidianas y fastidiosas como una toalla sanitaria. Es vivir bajo un asedio milimétrico; es tratar de avanzar esquivando zancadillas de derechas que se niegan a ceder, y de izquierdas que se niegan a entender que esto no es coser un cantar.
No es fácil hacer una revolución: lo deberían saber los expertos revolucionarios de todo el mundo que esta semana se dedicaron, en bloque, a renegar de mi Presidente, llegando al punto de insulto que salpica al pueblo chavista. Expertos que no han sabido hacer revoluciones propias pero que se dignan a decirnos a los venezolanos, a nosotros, los que roemos este hueso duro cada día, cómo la estamos cagando y de paso, nos amenazan con quitarnos un apoyo que no ha sido más que retórico… se los regalo…
Lamento mucho lo que pasó con Pérez Becerra, lamento que esta situación llena de incógnitas tuviera el desenlace que todos conocemos. Lo lamento por él, pero también lo lamento por nosotros y por la delicada, tal vez peligrosa, coyuntura a la que hemos sido expuestos. Y es que no deja de llamarme la atención los tiempos en los que estas cosas suceden, porque hace rato que no creo en casualidades: en Londres, revive el uribismo furioso en la súper computadora de Reyes, Colombia decide enviarnos a Macked, lo gringos también lo querían, hay un etarra fugitivo que alguien trató de endosarnos, mientras que María Corina Machado, con su ineludible vocación de vende patria, nos acusa en CNN de ser el vecino sanguinario, cruel y violador de los derechos humanos de un país civilizado y pujante que clama por su derecho a vivir en paz, lejos de la influencia maligna de este paisucho castrocomunista en el que le tocó nacer ¡Qué pena con ese señor, MCM en CÑM!
No digo que Pérez Becerra sea culpable de su propia desgracia, lo que digo es que en una guerra no se da un paso sin medir sus consecuencias, y esto es una guerra, por si no se han dado cuenta. Hoy lamentamos indignados una víctima, pero pudimos ser muchas si el guiso que nos estaban cocinando hubiese cuajado. Fuimos puestos en un aprieto en el que hiciéramos lo que hiciéramos saldríamos mal parados.
Así que el gobierno decide, basado en información que yo no manejo y yo debo repudiarlo, aun cuando tal vez se hizo lo que se hizo evitando el mal mayor. Entonces yo me olvido de todos estos años de lucha, de logros, de por qué hacemos lo que hacemos y doy la espalda bravísima y entrego el país a la MUD.
NO LO CREO, NO SOY LA REVOLUCIONARIA PERFECTA, SOY UNA MAMÁ TRATANDO DE HACER UN FUTURO PARA SUS HIJAS Y, COMO DIJO EL POETA: CUANDO SE TIENEN DOS HIJOS… ASÍ QUE NO ESTOY JUGANDO METRAS. CON CHÁVEZ ME RESTEO.
*bolitas, canicas
Qué le pasó a Carola? Me encanta como escribe, pero leer de su pluma “nos amenazan con quitarnos un apoyo que no ha sido más que retórico… se los regalo…” es un poco triste.