Pedro Echeverría V.
1. “El Comando Norte de Estados Unidos entrena a miembros de las Fuerzas Armadas de México en programas de contrainsurgencia que utiliza para desmantelar redes en Afganistán e Irak, y que en algunos aspectos se aplican para combatir a los cárteles del narcotráfico”, según informó hoy El Universal de México. Y en nuestro país muchos piensan que los yanquis solamente entrenan a los militares que se envían a EEUU. No saben que desde hace décadas y que “desde hace dos años, el ejército estadounidense envía anualmente 20 equipos, integrados por cuatro o cinco militares, que viajan a México para entrenar a sus contrapartes sin participar en operaciones en el país, y que la mayoría de ellos ha encabezado operaciones en Afganistán e Irak, incluyendo -estrategias para penetrar en la población- trabajo social y de reconstrucción”.
2. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que las fuerzas armadas de México reciben entrenamiento por parte del Comando Norte y del ejército de Estados Unidos en su conjunto, pero no dio detalles sobre los programas en los que participan los militares nacionales. El Comando Norte se ha concentrado en proporcionar entrenamiento en áreas de inteligencia y en la forma en que deben trabajar de manera conjunta en operaciones con otras agencias de la ley. La más significativa contribución del Comando Norte es el fortalecimiento de la capacidad operativa de las tres instituciones (del Ejército Mexicano, la Fuerza Aérea y la Armada) centrándose en la capacidad de desarrollar análisis y compartir información que permita al Ejército Mexicano conducir operaciones para desmantelar redes como en Afganistán e Irak.
3. Además del “enemigo civil interno” que preocupa tanto al gobierno de México como al de EEUU, hay que recordar que hace tres semanas el mismo periódico, El Universal, informó que la secretaría de Relaciones cabildeaba desde hace algunos meses para que las fuerzas armadas mexicanas, participaran en el componente militar de las misiones de paz de Naciones Unidas, como parte de los Cascos Azules, lo que implicaría operaciones del Ejército en el extranjero. Incluso un representante mexicano de la ONU, Pablo Macedo, reconoció que las fuerzas armadas están dispuestas a participar en cuanto el presidente de la República lo ordene. Esto demuestra una vez más porque la enorme preocupación de Calderón de que las fuerzas armadas yanquis entrenen al ejército de México. Nosotros no tenemos enemigo externo, pero los EEUU sí.
4. ¿Y qué tal si entre algunos meses o años para desviar el descontento y las protestas internas contra el gobierno se inventa un enemigo externo para mantener vivo el nacionalismo patriotero y las ventas de armas? ¿Qué pasaría si el llamado Consejo de Seguridad de la ONU, controlado absolutamente por los gobiernos de EEUU, Inglaterra, Francia, Rusia y China, decidieran continuar sancionando a Irán y Corea del Norte, así como prolongando la invasión a Afganistán e Irak, determinaran enviar al ejército de los Cascos Azules “de la ONU” a castigar y reprimir? Claramente México estaría obligado a entrar a una guerra totalmente injusta, asesinaría por órdenes de militares yanquis, ingleses o franceses. México ha sido un colaborador incondicional de los EEUU por eso este mismo país está acelerando el entrenamiento de nuestro ejército.
5. Mientras los miserables trabajadores desempleados mexicanos no pueden entrar a los EEUU legalmente a trabajar porque no les autorizan una visa por la embajada yanqui, obligándose a emigrar más de 500 mil personas al año de manera ilegal y arriesgando sus vidas; por el contrario, en México se reciben millones de turistas gringos cada año de los cuales decenas de miles penetran con pasaportes diplomáticos vía embajada y consulados –mediante acuerdos de colaboración e intercambios- en decenas de instituciones del país, tales como educación, seguridad, investigación, planeación económica, bancos e instituciones financieras, o ciencias. ¿Cuántos agentes del gobierno y los servicios de “inteligencia” yanquis, como la CIA, el FBI, la DEA, el departamento de Estado, la Iniciativa Mérida, viven y trabajan en México? ¿20 mil, 50 mil, 100 mil?
6. Dado que nuestra frontera con los EEUU es de miles de kilómetros, el Comando Norte indicó que “ahora trabajan con las Fuerzas Armadas de México entrenándolas con la idea de que el enemigo vive entre civiles y no es un enemigo externo al país, como tradicionalmente se ha formado a militares mexicanos. La prioridad número uno será nuestra asociación con México. No hay duda”, afirmó James Winnefeld Jr., nuevo comandante del Comando Norte. O sea, el enemigo no es EEUU, tampoco el tráfico de drogas y su ejército, puesto que en México no se ha extendido mucho el consumo y en los EEUU está legalizada la compra y venta. ¿Quién entonces es el enemigo según el ejército de los EEUU? El enemigo en México “vive entre los civiles, entre la población” es el terrorismo y coloca en primer lugar a las fuerzas revolucionarias.
7. Parece que en el futuro mexicano está la militarización del país; no solamente la que se ve desde diciembre de 2006 expandido en el territorio, sino que se destinan gigantescos presupuestos yanqui-mexicanos para preparar desde con los EEUU el entrenamiento acelerado de miles de soldados y jefes militares y la participación de éstos en el ejército de los Cascos Azules de la ONU. Aquel México pacífico que tanto propagó sus principios de “autodeterminación y no intervención en los asuntos de otros países”, se ha hecho a un lado para apuntalar al régimen capitalista mexicano que quiere un ejército poderoso que garantice sus propiedades e intereses. Mientras tanto la población tendrá que inventar nuevas formas de lucha para contrarestar la fuerza del Estado que canina aceleradamente hacia el fascismo caliente.