“Según la fe cristiana nuestra tierra es
creación de Dios. Por ello tenemos que tratarla con respeto. Los seres
humanos, creados a imagen de Dios (Gen 1,26), están llamados a ser
administradores responsables de los bienes de la creación. No tenemos el
derecho de explotar los recursos de la tierra, “arrasando
irracionalmente las fuentes de vida” (DA 471). Dios creó la vida en su
gran diversidad (Gen 1, 11–12.20)…Esta es una herencia gratuita y frágil
“que recibimos para proteger” Departamento de Justicia y Solidaridad del
CELAM Lima junio 2011.
Los cerros, los bosques, las montañas y las aguas de la Madre Tierra son
sagrados para los pueblos originarios, indígenas, garífunas y
comunidades campesinas en el marco de la cosmovisión de la unidad
material, espiritual y cultural de la vida humana y planetaria.
Esta cosmovisión es inaceptable para la oligarquía y las multinacionales
que utilizan en nombre de Dios y la democracia la violencia de las leyes
del Estado de Derecho; que es el derecho de las clases dominantes.
Nueva y vieja figura inquisitorial, punitiva y corrupta es la conducta
algunos jueces y fiscales que sirven al complejo militar, minero,
maderero, energético y agroindustrial para reprimir a los pueblos,
comunidades y defensores(as) del ambiente y los derechos humanos.
El sicariato-estructura de violencia que cumple el mandato de matar se
ha incrementado después del golpe militar.
El abogado Enrique Flores Lanza, uno de los ministros más brillantes del
Gabinete de Zelaya al retornar del exilio y ser acusado en forma injusta
e inquisitorial, calificó a jueces y fiscales que actúan perversamente
contra él y otras personas defensoras de la justicia social de “sicarios
judiciales” porque no proceden en base a los principios de la ética
jurídica; por el contrario, son obedientes a las órdenes del poder
dominante sin importar las consecuencias de las violaciones a los
derechos humanos.
En materia ambiental en Honduras se han fortalecido las políticas
concesionarias y depredadoras a tal grado que algunos jueces y fiscales
se comportan durante el ejercicio profesional como “sicarios judiciales
ambientales” al estar coludidos con la oligarquía y las multinacionales:
mineras, madereras, represas, mega-turismo y agroindustria.
El cinco de julio del 2011, fueron capturados Carlos Amador: maestro,
comunicador social, defensor del ambiente y los derechos humanos
infatigable opositor a las industrias extractivas mineras
particularmente contra la empresa Gold Corp en el Valle de Siria) y el
dirigente comunitario Marlon Róbelo Hernández, dirigente del Patronato
de la Aldea el Terrero, quienes fueron capturados y encarcelados por
orden judicial al oponerse a la depredación del bosque ubicado en el
Cerro La Terracita.
En la tarde del cinco de julio 2011 por las presiones del Comité
Ambiental del Valle de Siria y organismos de derechos humanos nacionales
e internacionales fueron liberados Carlos y Marlon.
No obstante lo anterior se ha librado órdenes de captura contra 18
ambientalistas y se ha desatado una persecución contra dirigentes del
Valle de Siria
Es urgente la solidaridad ante los organismos internacionales de
derechos humanos y ambiente y protección de las vidas de Carlos Amador,
Marlon Róbelo Hernández, Dirigentes del Comité Ambiental del Valle de
Siria y 18 ambientalistas de la comunidad de El Terrero.
Mientras el pueblo aguanta hambre, se depredan los bosques, se vende la
patria; el ejército proyecta la compra cuatro aviones Tucanes, valorados
en cuarenta millones de dólares con la sangre y dolor de los condenados
de la tierra y en una guerra contra el mismo pueblo.
¡Alto al sicariato judicial ¡ ¡Detengamos la barbarie jurídica y la
injusticia ambiental y social!
Na foto: Ambientalista Carlos Amador.