Por Roberto Quesada.
“Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre “.– Albert Einstein.
“Tengo que dispensarle la falta de conocimiento en detalle de quiénes son los partidos nuevos y qué representan…”. Sí, esto le dijo Juan Orlando Hernández al prestigioso periodista Jorge Gestoso. Según Hernández el periodista internacional, con una gran experiencia, está falto de conocimiento. Uno no sabe cómo clasificar tal barbaridad: ¿Nervios, abuso o ignorancia por parte del candidato nacionalista?
Jorge Gestoso pertenece a una oleada de periodistas sudamericanos que llegaron a los Estados Unidos a desarrollar su profesión, quizá por razones diversas pero muchos de ellos tienen en común el profesionalismo, precisamente, el conocimiento. Y parte de ello es que aun viviendo en los Estados Unidos, a los más inteligentes, se les ha visto caminar como el equilibrista por la cuerda floja, sin inclinarse mucho a la izquierda ni mucho a la derecha, pero de su talento periodístico no se tiene ninguna duda.
De estos veteranos sobresalen Enrique Gratas, por allí Guillermo Descalzi con quien tuve oportunidad de conversar antes de su caída y en su recuperación, pasamos horas hablando de América Latina, los Estados Unidos, filosofía, literatura… al igual que con mi buen amigo, este de generación más joven, periodista uruguayo Esteban Creste, hijo de un gran dramaturgo argentino, Alberto Adellach, quien trabajaba en Telemundo, éramos vecinos en Manhattan y pasábamos constantemente conversando sobre una nueva y libre America Latina, libros, lo abstracto y lo concreto y, sobre todo, ambos con gran sentido del humor para reírnos por horas. Y por allí, alejado de todo tipo de media comercial, el también uruguayo Rubén Sánchez, de indudable capacidad.
Cuando nos creemos superiores a los demás y que la aldea en donde nacimos es el centro del mundo, sin ningún pudor subestimamos a las otras personas y de allí se deriva la estupidez: “Usted no vive aquí por eso no sabe lo que aquí pasa”; “Yo soy más revolucionario que vos porque me gasearon en las calles’; “Como el queso de Olanchito no hay otro en el mundo”. Así más o menos vimos a Juan Orlando Hernández frente a Jorge Gestoso, pero su lenguaje corporal dijo más que sus palabras: un Juan Orlando hundido en una butaca, con las zapatillas temblándole como si fueran en contravía, el aleteo de sus manos buscando lo que no tiene: la propuesta de gobierno con la que lo arrinconó Gestoso.
Es de pensar que la prudencia y el profesionalismo de Gestoso le impidió decirle: señor Hernández, sé más de lo que usted cree, por ejemplo, que usted y el presidente Lobo quieren engañar al pueblo haciéndose los que están peleados cuando ambos han gobernado; los dos le serrucharon el piso a Ricardo Alvarez, ese mismo que mi colega Roberto Quesada bautizó como Ricalva; usted y Lobo están empeñados en vender a Honduras con lo que se conoce como Ciudades Modelo; usted dijo que se retiraba del congreso, pero es falso, dejó su gente allí y usted manda en el congreso y solo los bobos/as, que cada vez hay menos en Honduras, le creen; usted está llevando los militares a las calles para desde ya tener militarizada Honduras durante las elecciones…
Y no es de dudar que inmediatamente que salió de Honduras, Gestoso se informó de que el candidado del PAC, periodista Salvador Nasralla, dijo que si hay fraude hay insurrección; y también sabe el colega que el artículo 3 de la constitución de Honduras, dice: “Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos. el pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional.”; y sabe también Gestoso, que inmediatamente que Nasralla dijo lo que dijo, salió Pepe Lobo, junto a sus ministros de la guerra, a amenazar al pueblo hondureño, no teniendo nada que envidiarle a los dictadores Videla y Strossner de Sudamérica; sabe que Lobo dijo que actuará con todas las fuerzas del Estado, que en el caso de Honduras se traduce a balas, muerte…
No es necesario estar en Honduras ni en ninguna parte específica para enterarnos de lo que allí sucede, las nuevas tecnologías son de segundos, pero en el caso del buen periodismo, lo que se cotiza ahora es el análisis. Y en este sentido no es Juan Orlando Hernández que va a venir a darle clases a Jorge Gestoso. En mi caso como analista internacional de HispanTV, cadena mundial de noticias en español, hay una comunicación previa entre productor y analista para constatar que el producto final es de alta calidad, referido esto en cuanto a profundidad de análisis, conocimiento del tema y las variantes que puedan generarse en vivo como el cambio de preguntas. No, Señor Hernández, no somos improvisados.
El mundo está a la expectativa de lo que ocurra en Honduras, hay una ultraderecha primitiva reacia a que el pueblo hondureño sea dueño de su país y lo administre, representada en Juan Orlando Hernández y Mauricio Villeda Bermúdez (no hay ninguna diferencia), un creciente militarismo en las calles, asesinatos políticos disfrazados de asalto por robo, ajuste de cuentas o accidentes… pero, a su vez, aun dentro del mismo ultraconservador Partido nacional hay deserciones y decepciones, pueblo que sabe que hasta ahora había sido utilizado para que unos cuantos políticos derrochen sus riquezas naturales, sus impuestos, una clase media que empieza a despertar y que si no despierta de la noche a la mañana la dejarán sin país y sin sueños.
Estados Unidos dice que solo observa, pero sabemos que no es cierto, que hay un sector ultrarradical, al que no le importa el Premio Nobel de Obama, que está allí atizando los fuegos. Y la amenaza descarada de Pepe Lobo hacia el pueblo hondureño, hace que veamos hacia Egipto y otros países desvastados por una ultraderecha mezquina y enemiga de la humanidad combinada con la injerencia extranjera. Solo queda esperar.
La ventaja de Honduras y de Centroamérica y quizá de America Latina es que en caso de desastre social más agudo, la ruta a seguir por millones es los Estados Unidos, en donde ya no pueden con los inmigrantes que hay y que difícilmente podrán con los millones que ingresen independientemente de patrullas, murallas o lo que sea para huir del caos de la guerra. Estados Unidos, y esto ha de saberlo la embajadora Lisa Kubiske, está entre la espada y la pared…permitir elecciones transparentes, legítimas o abrir una nueva sección en la Casa Blanca y en El Capitolio, que atienda los casos de los nuevos millones de inmigrantes. ¡Por allí va la cosa!
Nueva York NY 18 agosto 2013.
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