11 de setembro: aniversario de um turvo final
Por Juan Luis Berterretche.
Torres
El complejo de las dos torres de más de 400 metros de altura, contaba con otros cinco edificios menores y ocupaba unas seis hectáreas y media. El conjunto albergaba los escritorios de 400 empresas de 25 países. Cincuenta mil personas trabajaban en las torres norte y sur. Contaban con un estacionamiento para dos mil vehículos y generaban 50 toneladas de basura por día. Sus ocupantes consumían cada día 8,5 millones de litros de agua potable. Esto es 170 litros por persona y por día. Pero si contamos los 363 mil litros de agua por minuto, que las máquinas de aire acondicionado extraían del Río Hudson, deberíamos agregar otros 3500 litros de agua por persona. Y no olvidemos que este consumo corresponde sólo a las horas de trabajo. Un habitante de Madagascar utiliza, en promedio, 5 litros de agua por día.
Las torres fueron levantadas para encarecer una zona de la isla de Manhattan que se había desvalorizado. Su construcción abrió una suculenta especulación inmobiliaria. El complejo era una síntesis de despilfarro y violenta agresión ambiental.
Símbolos del capitalismo “globalizado”. Iconos del libre mercado, de la tecnología más sofisticada, de la grandiosidad y opulencia de un imperio hegemónico. Su arquitectura era el discurso del ideal de ciudad del capitalismo tardío: espacios controlados por la última tecnología, limpios, seguros, bien iluminados, habitados por toda clase de gente exitosa. No eran parte de la ciudad sino su equivalente y sustituto. Sus relojes daban la hora de cada rincón del planeta. Y en los monitores de sus millares de oficinas se diseñaba en números, la dicha de unos pocos y la desdicha de millones de personas. Entre sus paredes, las guerras, las hambrunas, las infamias del capital globalizado se contabilizaban sólo como pérdidas o ganancias. Un negocio que quizá figurara en sus balances, los abrasó con el odio de la destrucción. La cantidad de víctimas está en relación con sus dimensiones deshumanizadas.
Texto de artículo
Requiem para el sueño americano
06 10 2001
Isla de Santa Catarina
Brasil
Emperadores
Alejandro Magno: “¿Cuál es el medio más cierto para hacerse amar?”
Sabio indio: “No hacerse temer, aunque se sea el más poderoso de los hombres.”
Plutarco, Alejandro y César – Vidas Comparadas
Hijo de Filipo y Olimpia y descendiente de Hércules por la estirpe de su padre, discípulo de Aristóteles y amigo de Anaxarco y Onesícritos, entrenado en las artes marciales bajo las pericias del espartano Leónidas, y educado en la poesía griega por Lánice, Alejandro de Macedonia podía afirmar que era creación de dioses, de reyes, de poetas y de sabios.
Los antiguos pensaban que fue en la batalla de Gaugamela que Alejandro definió la conquista de su imperio en Asia. Los comandantes persas y los jefes de las tribus aliadas vieron sobresalir el capacete emplumado de Alejandro cuando arremetía contra una fuerza muy superior en número, al comando de su primera línea de caballería. Mientras Darío, el rey persa, en un enorme carro de guerra, con expresión espantada, se mantenía inerme y rodeado por mil nobles de su reino.
Las falanges de Alejandro entraron a Babilonia –la ciudad de los leones alados- por la puerta de Ishtar, al norte, y sus dragones, toros y leones esmaltados, los contemplaron con indiferencia. Creían que nada los asombraría. Siglo tras siglo han visto desfilar toda clase de huestes.
***
Fue admitido en una selecta escuela interna de New England por su nombre y sus recursos. Su ingreso en la Universidad de Yale no fue resultado de su capacidad, su esfuerzo o su ingenio. El lugar fue adquirido por su familia con los beneficios del petróleo. Después de vagabundear sus cuatro años en Yale, compró una plaza en Harvard Business School, desplazando del lugar a algún infortunado que lo merecía.
Cuando su país se embarcó en una miserable guerra en Vietnam, su familia que promovió y apoyó la agresión, le consiguió un sosegado asiento en la Guardia Aérea Nacional de Texas donde figuró nominalmente sin reportarse por un año y medio. El nombre y la fortuna le brindaron el cargo de gobernador de Texas así como la presidencia de Estados Unidos. Aunque para ésta última también fue necesario el fraude. La avidez por petróleo lo decidió a invadir la misma región que Alejandro de Macedonia conquistó al frente de su caballería. En una sola ocasión visitó el frente de batalla. Por minutos, en un lugar más seguro que el carro de Darío y junto a un pavo de utilería.
Cuando ya pensaba que sólo la visitarían los turistas, la antiquísima puerta de Ishtar presenció el pasaje de tropas del siglo XXI. Se apostaron en las cercanías de las ruinas de Babilonia. Los milenarios dragones, toros y leones esmaltados, fueron arrancados de los muros como souvenir, a punta de bayoneta.
Texto del libro
Requiem para el sueño americano
Octubre de 2008
Isla de Santa Catarina
Brasil
Con Obama, se propaga la guerra y la fiesta de Wall Street
Una década antes de iniciarse este nuevo siglo, la implosión de la URSS y la restauración capitalista en su territorio, abrieron un impasse de confusión y de retroceso en las ambiciones de mejorar el mundo. Desataron una morosa revisión de modelos, de herramientas, de propósitos, de certezas e incertidumbres que habían presidido el siglo XX. En los mismos años la burocracia del país con más habitantes del planeta decidía tomar el mismo camino que la URSS, pero restableciendo el capitalismo bajo la dirección del partido comunista chino. En el resto del mundo, bajo la apariencia superficial de un acatamiento al imperio hegemónico, con lentitud, en las brechas que dejaba el sistema, los cuestionamientos, las alternativas se siguieron abriendo camino en forma desigual. Las iniquidades de la “globalización” incitaron la indignación contra el empobrecimiento, la marginación, el saqueo. La protección de la vida del planeta y la salvaguarda de los bienes naturales y culturales que la mercantilización global pretende despilfarrar o aniquilar, volvieron a estimular la resistencia. La historia no había finalizado, ni estaba de vacaciones como algunos quisieron hacernos creer. Es que la historia modela su arcilla por momentos con estridencia y las más de las veces con sigilo. Empero, su arte de labrar es incesante. Y sus protagonistas, los desposeídos de todas las culturas con sus aspiraciones y sus luchas. El estupor del pensamiento mundial debió ser sacudido por atentados apocalípticos para que se reiniciara una reflexión acorde a este furioso inicio del tercer milenio. Las primeras imágenes de los jet impactando sobre las torres gemelas, nos suscitaron una conciencia de confuso final. Nueve años después, el colapso financiero y económico global permite sospechar qué es lo que terminó y qué continuaba con aquel acontecimiento.
La reincidencia del capital financiero en las mismas artimañas bajo el gobierno Obama no puede extrañarnos. La reforma financiera no afectó los aspectos centrales de la especulación fraudulenta financiera. Mientras, en la conducción de la economía estadounidense continúa el mismo equipo que condujo la economía mundial al colapso, empezando por Tim “derivados” Geithner actual Secretario del Tesoro (subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales de Clinton y presidente del banco de la Reserva Federal de Nueva York -la sombra de Wall Street- durante el gobierno Bush Jr. “Ël persuadió a Wall Street de apropiarse de los derivados de crédito” /1. Con Geithner de Secretario del Tesoro; Robert Rubin, Lawrence Summers y Paul Wolcker como los principales asesores gubernamentales, Wall Street mantiene el timón de la economía estadounidense. Y continúa alimentando el mismo circuito suicida del capital ficticio.
Con la nueva Ley de Reforma Sanitaria de Obama que pretendió presentarse como una decisión histórica “Las compañías de seguros privadas se embolsarán al menos 447 mil millones de dólares de los contribuyentes destinados a subvencionar la compra de sus pólizas de seguro. Este dinero reforzará su poder financiero y político y, así, su capacidad de bloquear toda nueva reforma.” No casualmente el precio de las acciones de las mayores compañías de seguros sanitarios se disparó al día siguiente de Obama firmar la Ley. Además “Alrededor de 23 millones de personas permanecerán sin seguro estos nueve próximos años. Eso tendrá como consecuencias 23.000 muertes al año (las que habrían podido evitarse con una cobertura universal) y una suma incalculable de sufrimientos”/2. Es decir, más de siete “11 de setiembre” anuales sin himno, manos en el corazón y agitación de banderitas estadounidenses.
La Deuda Pública de EEUU hoy alcanza a US$12,6 millones de millones. El déficit presupuestario para el año fiscal de 2010 se estima en US$ 1,56 millones de millones. De esta cifra el presupuesto militar para 2010, quema 680.000 millones de dólares. Sólo en Irak y Afganistán desde el 2001, EEUU ha gastado en operaciones militares un millón de millones de dólares Y se calcula que antes de que esas guerras hayan terminado se habrán añadido cómo mínimo 800.000 millones de dólares más a la factura. Lo que no está previsto en el presupuesto estadounidense es cuántas vidas segará ese funesto rubro mientras las guerras abiertas y encubiertas que Barack “premio Nobel de la paz” Obama se despliegan en 75 países. A pesar de los esfuerzos de las elites nativas de los países pobres que durante siglos se beneficiaron con los sobornos del imperio, o de la ayuda de algunos renegados de la izquierda, el paradigma económico-social-cultural-político-militar dominante conducido por Wall Street y motorizado por la guerra, que acrecienta la brecha entre hambre y despilfarro y que promueve la decadencia moral, la manipulación de los medios, la marginación, la demagogia, el consumismo irresponsable, la destrucción de la naturaleza, la violencia y la muerte, ha perdido capacidad de cautivar con su tradicional discurso hollywoodiano. Las promesas del “reformador del imperio” Obama demostraron no ser más que bufonadas.
En el inicio de este furioso tercer milenio se formalizó una nueva época histórica, que se había ido conformando en las últimas tres décadas. Época tan cargada de violencia, de desigualdad y de injusticia, que para aquellos que quieren evitar todo sufrimiento humano innecesario sólo deja abierto el camino de la crítica más implacable sobre lo actual, en las palabras y en lo hechos.
11 09 2010
Isla de Santa Catarina
Brasil
Notas
1/ Jenny Anderson, Calmo antes y durante una tempestad The New York Times, 9 de febrero de 2007.
http://www.nytimes.com/2007/02/09/business/09credit.html
2/ Los entrecomillados de este subtítulo pertenecen a la posición difundida el 22 03 2010 por los responsables de la asociación Physicians for a Nacional Health Program (Médicos para un Programa Nacional de Salud), asociación que agrupa a 17.000 médicos en los Estados Unidos y lucha desde hace años para la instauración de un seguro nacional de salud pública, que garantice a toda la población una cobertura completa de sus gastos de salud.
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