Por Orlando Balbás.
La mayoría en la Asamblea Nacional, indiscutiblemente quedó en manos del Partido Socialista Unido de Venezuela en las recientes elecciones del pasado 26 de Septiembre de 2010. Fue un ejemplo de madurez política del pueblo venezolano, más del 66% de los electores sufragaron en las urnas electorales, más de diez millones de personas se dispusieron a expresar mediante el voto sin traumas, con toda libertad y sobre todo la seguridad demostrada por el plan República y la seriedad del CNE. Por primera vez, los opositores al proceso revolucionario, aceptaron al arbitro, sin dejar de criticar por cualquier tontería, estaban con una papa caliente en las manos, no sabían que hacer, ante la evidente transparencia de las elecciones venezolanas. Al final hubo sorpresas para ambos lados, pero mas para la oposición que no estaba tranquila, amenazó desde el inicio de la campaña con cantar fraude, nunca se comprometieron a aceptar los resultados. Como siempre, tenían una carta debajo de la manga, el plan “B” circulaba, se percibía en el ambiente. Al final de la votación, ya se conocían las tendencias en la ciudadanía, la oposición obtuvo 65 diputados nacionales y el PSUV sumaba los 98 legisladores. La meta de los 110 curules no se pudo alcanzar, pero, si la mayoría. Entre el año 2000 y 2005, la Asamblea Nacional estuvo conformada por 83 diputados de la revolución y 80 de la oposición. Todo indica que el oposicionismo aprendió la lección del costo político por el retiro de las elecciones en la anterior contienda, cuando los socialistas se erigieron como la fuerza política única del parlamento Nacional. En el Parlatino el resultado fue de 7 PSUV y 5 la oposición. Como se puede observar, el PSUV es la primera fuerza política nacional, aunque la derecha alcanzó a los espacios perdidos por sus estrategias golpistas equivocadas de crear caos desconociendo la institucionalidad. Hoy todos nos preguntamos ¿por qué la oposición no cantó fraude? ¿Qué les pasó? ¿Se volvieron angelitos y decidieron respetar la democracia? Ustedes saben la respuesta, ellos lograron ocupar puestos en el aparato legislativo venezolano. Pero su objetivo como lo vociferaron en los medios de comunicación es ir por Chávez a lo que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, les retó a llamar a un referendo si estaban tan seguros de su poder de convocatoria. Se espera su respuesta.
Ahora bien, ¿Qué elementos se pueden manejar para dilucidar las causas de la derrota en estados de alta votación? Algunas de ellas puede ser: la lucha interna en el PSUV, por el control del partido y las cuotas de poder, esto permitió que muchos dirigentes se negaran a mandar a votar por algunos candidatos, igualmente gobernadores y alcaldes lo hicieron. La ostentación de riquezas obtenidos por los altos cargos y el desapego del pueblo de muchos funcionarios públicos de alto nivel, esto ha creado un descontento galopante en la militancia revolucionaria y en sectores de la población venezolana. La propaganda negativa de los medios privados contra el Presidente Chávez, contra el Socialismo y los logros de la revolución. El miedo creado ante una “expropiación de bienes” , que por el contrario, el estado facilita desde el inicio del mandato de Chávez y masifica en la medida del tiempo. La gestión ineficiente de algunas autoridades en varios Estados y Municipios no cubren las expectativas de las comunidades. Estos factores entre otros contribuyen a esquilmar votos a la revolución y la tarea ahora es trabajar en la organización popular, las comunas, la educación política y elevar nuestro compromiso revolucionario en la construcción del Socialismo. Los recientes hechos del bombardeo a 28 miembros de las FARC con 57 aviones y helicópteros de guerra, la inhabilitación política a la senadora Piedad Córdoba y los hechos de intento de golpe de Estado al Presidente Rafael Correa en Ecuador, se pueden corresponder con la búsqueda de neutralizar posibles aliados de Venezuela a la hora de una intervención militar norteamericana. Esta tesis es completamente valida y tiene vigencia.
