Uma exposição em Buenos Aires conta a história da música na Argentina durante os 200 anos de independência do país, e mostra, além do tango e sua fama internacional, a multiplicidade de estilos no país.
Desde os povos pré-colombianos até o rock dos anos 80, a exposição “Música na Argentina: 200 anos” percorre dois séculos da história de um país.
“O maior destaque é a multiplicidade de estilos desenvolvidas no território argentino. Embora algumas tenham uma clara relação de identidade, muitas outras também fizeram parte da vida artística”, disse à Agência Efe José Luis Castiñeira, Diretor Nacional de Artes, e impulsor da mostra exibida na Casa do Bicentenário.
A mostra ilustra a história de estilos folclóricos que se popularizam com a emigração às grandes cidades, como Buenos Aires. Na primeira metade do século 20, esse movimento ocorreu à medida que as melodias e as danças próprias das povoações do interior do país chegaram à capital e foram reconhecidas graças ao apoio da rádio e do cinema, e inclusive deram o salto internacional.
“Estas músicas chegam ao âmbito internacional, com artistas como Mercedes Sosa, Ariel Ramírez, Eduardo Falú ou Atahualpa Yupanqui”, informou Castiñeira. O diretor qualificou as décadas de 60 e 70 como o “boom do folclore”, música que continua sendo a mais vendida em todo o país.
Mas não é só folclore que pode ser visto e escutado nos corredores da Casa do Bicentenário. A ópera, estilo que chegou à Argentina com a imigração italiana no final do século 19, ou música clássica, jazz e rock, estilos que se popularizam com a Guerra das Malvinas (1982), também estão presentes.
“Os militares (durante a ditadura de 1976 a 1983), perseguiram os roqueiros porque os consideravam drogados e com maus hábitos de vida. No entanto, com a guerra, eles foram privilegiados ante os folclóricos, avaliados como subversivos, e sobre o tango, que era visto como sem compromisso histórico e político”, disse o analista.
Nos painéis da exposição, roqueiros como Charly García e Fito Páez, reconhecidos internacionalmente, são retratados, assim como o tango, um estilo que não podia faltar na mostra.
“O tango é o primeiro estilo argentino que fez carreira internacional, no começo do século XX”, disse Castiñeira. O diretor afirmou que a música segue “viva”, apesar de não ter letras com a mesma quantidade e qualidade da época de ouro, anos 30 e 50, e se vinculando com outros estilos, como o candombe, o jazz, o pop e o rock.
Junto aos grandes músicos argentinos, o espectador poderá visitar instalações sonoras e visuais, como uma ”Nuvem de música” com fones de ouvidos e uma instalação que oferece diferentes tipos de música de acordo com a localização do visitante. Na mostra, também não podiam faltar instrumentos, alguns de grande valor simbólico, como o violão de Carlos Gardel (1890-1935), figura mais representativa do tango argentino e mundial, exposta junto à de seu companheiro José Razzano (1887-1960), com quem formou uma dupla nos anos vinte.
“Ninguém pode deixar de se comover diante dos violões de Gardel e Razzano, que parecem unidos como na época em que seus proprietários formavam uma dupla”, concluiu Castiñeira.
Fonte: Agência EFE.
Expo: 200 años de música argentina
Desde los pueblos precolombinos al rock de los años de 1980, “Música en Argentina: 200 años” transita dos siglos de la historia de un país y recibe a un público “notablemente ecléctico y con gran interés por todas las músicas”, explicó José Luis Castiñeira, Director Nacional de Artes e impulsor de la muestra, que se exhibe en la Casa del Bicentenario porteña.
“Lo más destacable en este país es la multiplicidad de músicas que se desarrollaron en su territorio. Aunque algunas tienen una clara relación identitaria con él, hay otras muchas que también formaron parte de su vida artística”, agregó.
La muestra dibuja una historia variada de estilos que han eclosionado en lo que Castiñeira asegura que no puede llamarse “el folclore, sino los folclores argentinos”, una amalgama de músicas que se popularizan con la emigración a las grandes ciudades, como Buenos Aires.
Este movimiento se produce en la primera mitad del siglo XX, cuando las melodías y las danzas propias de las poblaciones del interior del país que llegaron a la capital pasaron de los guetos urbanos al reconocimiento gracias al apoyo de la radio y del cine, e incluso dieron el salto internacional.
“Estas músicas llegan al ámbito internacional, con artistas como Mercedes Sosa, Ariel Ramírez y su misa criolla, Eduardo Falú o Atahualpa Yupanqui”, añadió Castiñeira, que calificó las décadas de 1960 y 1970 como el “boom del folclore”, música que hoy sigue siendo la más vendida en todo el país.
Pero no solo folclore se puede ver y escuchar en los pasillos de la Casa del Bicentenario, sino también ópera, llegada a Argentina con la inmigración italiana a finales del siglo XIX, música clásica, jazz, o rock, un estilo que pasa de ser “muy generacional” a popularizarse con la guerra de Malvinas (1982).
“Los militares (durante la dictadura, 1976-1983), habían perseguido a los rockeros porque consideraban que eran drogadictos y tenían malos hábitos de vida. Pero con la guerra se les privilegia sobre los folclóricos, a los que consideran subversivos, y sobre el tango, que piensan que no tiene compromiso histórico y político”, dijo el experto.
En los paneles de la exposición aparecen retratados rockeros como Charly García y Fito Páez, que fueron reconocidos en América Latina y a nivel internacional, como lo fue también el tango, un estilo que no podía faltar en la muestra.
“El tango es el primer estilo argentino que hace carrera internacional, que se instala a comienzos del siglo XX y se vuelve una música propia en muchos países, como Alemania, España o Francia”, aseguró Castiñeira, para quien el tango sigue estando “vivo” hoy.
“Ha flaqueado la producción literaria, las letras no tienen la cantidad y calidad de la época de oro, sobre los años de 1930 y 1950, pero sigue vivo y vinculándose con otras músicas, como el candombe, el jazz, el pop y el rock”, añadió.
Junto a los grandes músicos argentinos, el espectador que recorre esta muestra se encuentra con instalaciones sonoras y visuales, como una “Nube de música” formada por un centenar de auriculares, o una instalación con atriles que ofrece distintos tipos de música en función de la ubicación del visitante.
Fuente: Agencia EFE. Foto: Flickr/Talba
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