Por Orlando Balbás.
El “Manifiesto de Cartagena” o “memoria dirigida a los ciudadanos de Nueva Granada por un caraqueño”, escrito por Simón Bolívar, cumplió el 15 de diciembre de 2012, 200 años. En este documento, el Libertador solicita la solidaridad de la Nueva Granada, hoy Colombia. Una vez perdida la primera República con la firma de la Capitulación de San Mateo por el generalísimo Francisco de Miranda, los patriotas se dirigen a las Antillas. En el caso de Simón Bolívar, este llega a Curazao y luego se ubica en Cartagena, primera región liberada del dominio español, lo que explica que muchos republicanos se refugiaran en ese puerto marítimo tan importante.
Uno de los puntos centrales de este conocido Manifiesto de Cartagena, es explicar las causas de la pérdida de la primera República y el aprendizaje que se debe extraer de esta derrota. En principio cuestionó el sistema tolerante que permitió la impunidad ante un enemigo poderoso, mostrándose debilidad ante el imperio español, utilizando demostraciones de filantropía, disolución del Estado, tomando el federalismo como organización política, obviando la centralización de las decisiones. La existencia de un ejército sin disciplina y dividido, para hacer la guerra con ejércitos experimentados como los de Europa, ante este cuadro de la realidad, dijo el Libertador: “…A cada conspiración, surgía un perdón, a cada perdón una conspiración que se volvía a perdonar…”
Esta viva explicación del general Simón Bolívar, respecto a la realidad venezolana y la derrota patriota, indica su visión acertada de la caracterización de la guerra revolucionaria de independencia y la organización del Estado con la mano férrea del castigo contra los que conspiraban y destruían la nación: “ La disipación de las rentas públicas en objetos frívolos y perjudiciales y particularmente en sueldos de infinidad de oficinistas, secretarios, jueces, magistrados, legisladores provinciales y federales, dio un golpe mortal a la República, porque la obligó a recurrir al peligroso expediente de establecer el papel moneda sin otra garantía que la fuerza y las rentas imaginarias de la confederación…”
Destacó el Padre de la Patria la influencia de la alta jerarquía católica, en la pérdida de la primera República, manipulando la información del desastre natural ocurrido el 26 de marzo de 1812. Este terremoto ocasionó miles y miles de muertos, casi destruyó la ciudad de Caracas y los curas acusaron a los patriotas de ser los causantes de esta tragedia, por desafiar al rey de España. ¿Les parece que tiene esto algún parecido, con el papel de cardenal Urosa y el ya fallecido cardenal Velasco en esta Revolución Bolivariana? Sigue expresando Simón Bolívar: “La influencia eclesiástica, tuvo después del terremoto, una parte considerable en la sublevación de los lugares…y en la introducción de enemigos al país…”
El Manifiesto de Cartagena tiene gran vigencia histórica en el proceso de independencia actual en Venezuela y América Latina. Invita después de 200 años a reflexionar sobre la necesidad de unificar y centralizar las decisiones para el desarrollo nacional y la unidad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Es hora de profundizar la construcción de una sociedad mejor.