Começa o terror contra os integrantes da Marcha Patriótica

Por Dick Emanuelsson.

Mao Enrique Rodríguez, integrante del equipo de la seguridad del Partido Comunista Colombiano PCC, adscrito a la Unidad Nacional de Protección a cargo del Ministerio del Interior, fue asesinado en horas de la noche del viernes 27 de abril en la ciudad Bogotá.

Carlos Lozano Guillén, director del Semanario VOZ e integrante del Comité Ejecutivo Nacional del PCC emitió un pronunciamiento sobre este crimen a través de su cuenta en Twitter reclamando las garantías para el partido de izquierda:

¿Cuáles son las garantías? Hace pocas horas acribillaron a mi escolta de años, Mao Enrique Rodríguez. Estoy triste pero no hay vuelta atrás.

El tono anticomunista y las amenazas ha subido y han aumentado respectivamente desde que nació la Marcha Patriótica con una inmensa manifestación este lunes. Las 1700 organizaciones pretenden convertir al movimiento en un partido de izquierda, Consejo Nacional Patriótico (CNP) y ésto ha causado la tormenta y la rabia de la clase política y la cúpula militar que acusa a este descomunal movimiento de ser creado por la insurgencia colombiana. Y las acusaciones en Colombia de tal calibre son equivalentes a una muerte anunciada.

Hernán Henry Díaz, líder campesino del departamento de Putumayo, en el sur, estaba encargado de la coordinación de 200 campesinos que iba a rumbo a Bogotá para participar en la marcha le lunes pasado. Pero desapareció y es tomado como el primer ejemplo del inicio de la guerra sucia contra Marcha Patriótica, tal como la guerra sucia que sufrió la Unión Patriótica y todo el movimiento popular que surgió como un resultado del acuerdo de cese de fuego entre le gobierno conservador de Belisario Betancourt y la guerrilla de las FARC-EP en mayo de 1984. Más de 5000 militantes fueron asesinados por los organismos de seguridad y de los paramilitares, monstruo creado por el estado terrorista para aplastar cualquier alternativa popular amenazante al bipartidismo liberal-conservador.

Carlos Lozano, director del semanario Voz, órgano del PCC, también es el ejemplo ilustrativo de como el Estado y sus agentes del DAS-G3 le hacían seguimiento segundo por segundo, hechos revelados en las carpetas decomisadas por la fiscalía en febrero de 2009 cuando el escándalo de las “CHUZADAS” se reventó. Fue objeto por siniestros montajes de fotos en situaciones íntimas para desprestigiar al colega, amigo y compañero. ¿El Motivo? Por haber luchado toda su vida por una Nueva Colombia y haber facilitado la liberación de los prisioneros de guerra.

Y ahora le asesinan, los mismos sectores fascistas, a su escolta, comunista y persona humilde que daba la vida por la causa popular en Colombia.

 

 

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