Por Gina Eschebak.
Se llevaron a cabo las esperadas elecciones parlamentarias, este congreso elegido, será decisión para ratificar la paz, deberá aprobar lo negociado en la mesa con la guerrilla de las FARC-EP y posiblemente con el ELN, decidirá sobre los recursos que se invertían en la guerra y sobre el futuro de por lo menos 30 años de Colombia.
Así de trascendental y hasta más, fueron estas elecciones, por eso muchos decidieron lanzarse al juego electorero, porque sus intereses dentro de la guerra, se verán afectados en el desempeño que tendría este futuro congreso.
A muchos nos interesa la paz, pero otros tantos les interesa la guerra, les lucra y no están capacitados para aceptar que la lucha contra la guerrilla sin dialogo y sin atender justos reclamos sociales de la oposición es un fracaso.
“Uribe prometió derrotar las FARC y no lo cumplió, ahora tiene 19 senadores para impedir que el proyecto de la paz de Colombia se concrete, en las manos de Juan Manuel Santos , del Liberalismo , los radicales, lo verdes y la izquierda colombiana se juegan 2 años de proceso y 65 años de conflicto inútil que nos ha vuelto un pueblo insensible, conformista, antidemocrático y sobre todo .. violento.”
Uribe nos quiere prohibir con soñar con un país en paz, él que le apuesta a la conspiración, a la mentira, a la falsa bandera, a la injerencia norteamericana, a la ignorancia, Uribe que limitó a los jóvenes colombianos a la educación de “garaje” o a la migración insana, a morir bajo la bala de los héroes que cobraron medallas con la sangre inocente.
Uribe nos quiere prohibir construir una Colombia diversa, dónde resolvamos los problemas en la política y no en las balas y dónde podamos desarrollar el potencial humano que indiscutiblemente tenemos los colombianos.
Santos en sus manos está caminar la senda de la paz, a pesar de los obstáculos.
Foto: RCN Radio.