Por Luis Melián*.
Beijing (Prensa Latina): A cooperação bem pode ser a ponte mais sólida entre a China e a África, reforçada em várias iniciativas que contribuem por um fórum bilateral, que apoia a causa do desenvolvimento comum.
Na capital chinesa, estiveram desde a quarta-feira retrasada chefes de Estado e chanceleres, entre outras autoridades, e empresários daquele continente convocados para o que deve ser definido como uma reunião contra a pobreza, ainda que seu nome oficial seja outro. Sim, porque a V Conferência Ministerial do Fórum de Cooperação China-África, como mecanismo de diálogo e consulta estabelecido em 2000, representou um novo passo na luta contra o mencionado flagelo, a julgar por seus resultados.
As iniciativas com esse fim resumem-se na Declaração de Beijing e num plano de ação com novos programas para o período 2013-2015.
Na cerimônia inaugural da reunião, na quinta-feira retrasada, o presidente Hu Jintao adiantou algumas como parte de um reforço da colaboração bilateral, sobretudo em investimentos e financiamento.
Uma delas está relacionada à concessão de 20 bilhões de dólares em créditos aos países africanos para ajudá-los a desenvolver sua infraestrutura e os setores agrícola, manufatureiro e empresarial (pequeno e médio).
A cifra duplica a prometida no fórum anterior, realizado no Egito em 2009.
A China também construirá mais centros de tecnologia agrícola, necessários para incrementar a produção de alimentos no chamado continente negro, implementará o Programa de Talentos Africanos mediante o qual capacitará 30 mil pessoas em várias campos e outorgará 18 mil bolsas governamentais.
A essa relação somam-se, entre outras ações, a continuação dos projetos dirigidos a garantir água potável à população.
Mas esta colaboração e ajuda têm outras formas. O primeiro-ministro Wen Jiabao referiu-se a algumas ao falar num fórum empresarial que precedeu a citada conferência de dois dias, encerrada na sexta-feira, 20 de julho.
De acordo com o chefe de governo, o gigante asiático abrirá mais seu mercado aos países africanos e outorgará imposto zero a uma maior quantidade de produtos procedentes dos menos desenvolvidos (leia-se mais pobres).
Ao que acrescentou um chamado: Devemos manter a agricultura e a segurança alimentar como uma prioridade na cooperação para estabelecer uma base sólida com o objetivo de garantir o desenvolvimento sócio-econômico na África.
Todos estes planos em boa medida contribuem ao fortalecimento do mencionado fórum e às relações bilaterais, com crescentes conteúdos nos últimos anos.
Basta recordar que no caso do comércio, este se elevou a 166,3 bilhões de dólares em 2011, o triplo de 2006, enquanto os investimentos chineses naquele continente somaram 45 bilhões no final do mês passado em setores como manufatura, finanças, construção e mineração. Desse montante, mais de 15 bilhões de dólares correspondem a investimentos diretos.
Além da colaboração, no referido fórum escutaram-se pronunciamentos políticos, não menos importantes que os econômicos.
A citada declaração chama ao fortalecimento da cooperação entre ambas partes em temas globais, tomando em conta os interesses e aspirações legítimas da cada uma, e a “trabalhar juntos” para promover a democracia nas relações internacionais.
Também exorta a comunidade internacional a respaldar os esforços dos países africanos e as organizações regionais para resolver de forma independente os problemas do continente.
As novas ações com vista a ampliar a cooperação entre China e África fundamentam-se, entre outras razões, numa realidade que nunca deve ser esquecida. O gigante asiático é o maior país em desenvolvimento do mundo, e naquela região encontra-se a maior quantidade de países nessa condição.
O fortalecimento dos vínculos bilaterais, incluída a colaboração, aporta portanto benefícios mútuos que sempre favorecem a luta contra a pobreza, presente também nesta nação, a mais povoada do planeta.
*Chefe corresponsável da Prensa Latina na China.
em/lam/cc
China-Africa: Cooperación contra la pobreza
Por Luis Melián*.
Beijing (PL) Cooperación bien puede ser el puente más sólido entre China y África, reforzado con varias iniciativas aportadas por un foro bilateral realizado aquí, que apoya la causa del desarrollo común.
En la capital china coincidieron desde el pasado miércoles jefes de Estado y cancilleres, entre otras autoridades, y empresarios de aquel continente convocados para lo que debe definirse como una reunión contra la pobreza, aunque su nombre oficial es otro. Sí, porque la V Conferencia Ministerial del Foro de Cooperación China-África, como mecanismo de diálogo y consulta establecido en el 2000, devino nuevo paso en la lucha contra el mencionado flagelo, a juzgar por sus resultados.
Las iniciativas con ese fin se resumen en la Declaración de Beijing y un plan de acción con nuevos programas para el período 2013-2015.
En la ceremonia inaugural de la reunión, el pasado jueves, el presidente Hu Jintao adelantó algunas como parte de un reforzamiento de la colaboración bilateral, sobre todo en inversiones y financiamiento.
Una de ellas tiene que ver con la concesión de 20 mil millones de dólares en créditos a los países africanos para ayudarlos a desarrollar su infraestructura y los sectores agrícola, manufacturero y empresarial (pequeño y mediano).
La cifra duplica la prometida en el foro anterior, realizado en Egipto en el 2009.
China también construirá más centros de tecnología agrícola, necesarios para incrementar la producción de alimentos en el llamado continente negro, implementará el Programa de Talentos Africanos mediante el cual capacitará a 30 mil personas en varias campos y otorgará 18 mil becas gubernamentales.
A esa relación se suman, entre otras acciones, la continuación de los proyectos dirigidos a garantizar agua potable a la población.
Pero esta colaboración y ayuda tienen otras formas. El primer ministro Wen Jiabao se refirió a algunas al hablar en un foro empresarial que precedió la citada conferencia de dos días, clausurada el viernes 20 de julio.
De acuerdo con el jefe de gobierno, el gigante asiático abrirá más su mercado a los países africanos y otorgará arancel cero a una mayor cantidad de productos procedentes de los menos desarrollados (léase más pobres).
A lo que añadió un llamado: Debemos mantener la agricultura y la seguridad alimentaria como una prioridad en la cooperación para establecer una base sólida con vista a garantizar el desarrollo socio-económico en África.
Todos estos planes en buena medida contribuyen al fortalecimiento del mencionado foro y a las relaciones bilaterales, con crecientes contenidos en los últimos años.
Baste recordar que en el caso del comercio, este se elevó a 166 mil 300 millones de dólares en el 2011, total que triplicó el de el 2006, mientras que las inversiones chinas en aquel continente sumaban 45 mil millones al cierre del mes pasado en sectores como manufactura, finanzas, construcción y minería. De ese monto, más de 15 mil millones de dólares corresponden a inversiones directas.
Además de la colaboración, en el referido foro se escucharon pronunciamientos políticos, no menos importantes que los económicos.
La citada declaración llama a fortalecer la cooperación entre ambas partes en los temas globales, tomando en cuenta los intereses y aspiraciones legítimas de cada una, y a ¿trabajar juntos¿ para promover la democracia en las relaciones internacionales.
También exhorta a la comunidad internacional a respaldar los esfuerzos de los países africanos y las organizaciones regionales para resolver de forma independiente los problemas del continente.
Las nuevas acciones con vista a ampliar la cooperación entre China y África se fundamentan, entre otras razones, en una realidad que nunca se debe olvidar. El gigante asiático es el país en desarrollo más grande del mundo, y en aquella región se encuentra la mayor cantidad de países en esa condición.
El fortalecimiento de los vínculos bilaterales, incluida la colaboración, aporta por ende beneficios mutuos que siempre favorecen la lucha contra la pobreza, presente también en esta nación, la más poblada del orbe.
*Jefe de la corresponsalía de Prensa Latina en China.
