Fue recibido con escepticismo entre los ambientalistas el debut de las sanciones de la Superintendencia de Medio Ambiente, en el caso de la mina Pascua Lama en Chile.
Si bien nunca antes se había aplicado una multa de 16 millones de dólares, la resolución no se hace cargo del daño ambiental generado.
A la vez, plantea una “suspensión” más virtual que real porque está vigente desde abril una medida cautelar de la justicia.
Pascua Lama es una concesión de la empresa transnacional Barrick Gold, ubicada en el límite entre Chile y Argentina en la cordillera de la Región de Atacama.
Desde un comienzo el proyecto ha sido cuestionado por su impacto en los últimos glaciares de la zona y por la contaminación de las aguas que bajan a los valles.
Para Samuel Leiva, coordinador de Campañas de Greenpeace, “es tan vergonzoso el fallo que incluso Barrick Gold declara que se le sancionó por incumplimientos administrativos pero no por daño ambiental”.
El periodista Javier Karmy expresó que “desde 2001 las comunidades del Valle del Huasco han alzado la voz, y recién en 2013 las autoridades dicen escuchar y darse cuenta de lo que está sucediendo”.
El origen de la investigación empezó por dos incidentes que fueron informados por la misma empresa a la Superintendencia.
La faena de construcción del yacimiento se encuentra suspendida por una orden judicial, en virtud de una medida cautelar adoptada por la Corte de Apelaciones de Copiapó en abril pasado.(RADIOTIERRA/PÚLSAR)
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Desde Santiago, reporte de Radio Tierra
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