Português/Español.
Honduras: o Povo Derrota a Ditadura.
Quando ontem, o camarada David Romero deu passo a Juan Barahona, vice-coordenador da Resistência Popular, desde o Foro de São Pablo na Nicarágua, para que anunciasse o retorno de Mel Zelaya, uns jornalistas brasileiros, quatro ou cinco malucos talvez, choramos de emoção. É preciso entender que esta vitória do povo hondurenho, além do próprio Zelaya, implica em uma derrota dos poderosos e essa derrota precisa se confirmar com a construção de uma nova Honduras. Este momento histórico é o preâmbulo de uma nova forma de relação política e social que se necessita com urgência, não só em Honduras, mas em muitos países da região que estão açoitados por males semelhantes aos hondurenhos.
Além de dogmas e doutrinas, de crenças e descréditos, o povo hondurenho está construindo uma forma nova de relação deve, agora, se configura em poder político. Isto, através das ferramentas que, entre todos, considerem melhores ao modelo de nação com que redefinirem Honduras. Estão diante de uma chance histórica. O sistema ditatorial pretenderá lucrar em velhos organismos internacionais com esta inflexão, obrigado pela situação brutal da macro-economia hondurenha e diante da impossibilidade do império norte-americano de sustentar por mais tempo este desgaste colossal que se reverte em seu próprio território, especialmente ante a crise recessiva dos Estados Unidos. É hora, então, de que o povo hondurenho assuma o controle da ofensiva política para desenvolver seu novo modelo de convivência democrática.
Este momento hondurenho talvez, no que vai do século XXI, só possa ser comparado com o momento mágico no qual o povo venezuelano resgatou seu líder, Hugo Chávez Frías, das garras dos opressores pitiyanquis. Os caraquenhos desceram dos morros para ressuscitar o poder perdido dois dias antes. Os hondurenhos ocuparão estradas e avenidas para ressuscitar o seu direito à democracia e a um novo modelo de sociedade. Coincidentemente, o Comandante Chávez, gostem muitos ou não, é protagonista essencial deste passo histórico de Honduras e de Nossa América.
O Povo Hondurenho não pode esperar tudo de Mel Zelaya. O povo hondurenho deve construir desde si mesmo, com seus líderes e lidereças, as condições sócio-políticas capazes de renovar a forma de fazer política com justiça, fraternidade e igualdade. O Golpe de Estado deverá ser lembrado em um momento dado como o estimulador de Outra Honduras Possível. São 23 meses de luta generosa, diferente, com grandes dissensos dentro da própria Resistência, assediada, ameaçada e perseguida dentro e fora do território nacional, pelas oligarquias e as multinacionais que receberam Honduras de presente nestes últimos meses. Não importa a OEA ou a ONU, o qualquer outra instituição que não representa os desejos legítimos do povo hondurenho. Importa somar a Honduras a esta mudança de época, de cara à Pátria Grande que olha pro Sul, e que ainda com muitas cicatrizes e conflitos, encoraja um período renovador e fundacional no planeta todo.
Finalmente, irmãos queridos,
Mel Zelaya, Xiomara Castro e todos os líderes provados de Honduras, precisarão seguir resistindo, ousando, arriscando e procurando com o conjunto do Povo, os novos rumos que liquidem as velhas épocas que destituíram Honduras da auto-estima, do amor à Pátria e de separação da família nacional latino-americana. Não são apenas alguns colegas jornalistas ou um punhado de militantes políticos dirigindo reuniões de gabinetes ou de categorias específicas os que constituirão a Nova Honduras Independiente. Será o Povo Pobre, em seu variado conjunto, o construtor de seu futuro vitorioso na GRANDE ASSEMBLEIA CONSTITUINTE DE REFUNDAÇÃO DO PAÍS.
Aqui estaremos, atrás destas linhas, destes microfones e destas telas, para lhes acompanhar desde o próximo Brasil, desde a irmã terra latino-americana.
Um abraço afetuoso ao irmão povo hondurenho,
Raúl Fitipaldi,
Diretor Editorial do Portal Desacato,
Florianópolis, Santa Catarina, Brasil
20 de Maio de 2011.
Carta a los hermanos hondureños y a los colegas de Radio Globo
Honduras: el Pueblo Derrota a la Dictadura
Cuando ayer, el camarada David Romero le dio pase a Juan Barahona, vicecoordinador de la Resistencia Popular, desde el Foro de San Pablo en Nicaragua, para que anunciase el retorno de Mel Zelaya, unos periodistas brasileños, cuatro o cinco locos tal vez, hemos llorado de emoción. Es necesario entender que esta victoria del pueblo hondureño, más allá del propio Zelaya, implica en una derrota a los poderosos y esa derrota precisa confirmarse con la construcción de una nueva Honduras. Este momento histórico es el preámbulo de una nueva forma de relación política y social que se precisa con urgencia, no sólo en Honduras, como en muchos países de la región que están azotados por males semejantes a los hondureños.
Más allá de dogmas y doctrinas, de creencias y descréditos, el pueblo hondureño está construyendo una forma nueva de relación que necesita, ahora, configurarse en poder político. Esto, a través de las herramientas que, entre todos, consideren mejores al modelo de nación con que rediseñar Honduras. Están frente a una chance histórica. El sistema dictatorial pretenderá lucrar en viejos organismos internacionales con esta inflexión, obligado por la situación brutal de la macro economía hondureña y ante la imposibilidad del imperio norteamericano de sustentar por más tiempo este desgaste colosal que se le revierte en su propio territorio, especialmente ante la crisis recesiva de los Estados Unidos. Es hora pues de que el pueblo hondureño asuma el control de la ofensiva política para desarrollar su nuevo modelo de convivencia democrática.
Este momento hondureño tal vez, en lo que va del siglo XXI, sólo se pueda comparar al momento mágico en el cual el pueblo venezolano rescató a su líder, Hugo Chávez Frías, de las garras de los opresores pitiyanquis. Los caraqueños bajaron de los cerros para resucitar el poder perdido dos días antes. Los hondureños ocuparán carreteras y avenidas para resucitar su derecho a la democracia y a un nuevo modelo de sociedad. Coincidentemente, el Comandante Chávez, les guste a muchos o no, es protagonista esencial de este paso histórico de Honduras y de Nuestra América.
El Pueblo Hondureño no puede esperar todo de Mel Zelaya. El pueblo hondureño debe construir desde sí, con sus líderes y liderezas, las condiciones socio-políticas capaces de renovar la forma de hacer política con justicia, fraternidad e igualdad. El Golpe de Estado deberá ser recordado en un momento dado como el estimulador de Otra Honduras Posible. Son 23 meses de lucha generosa, diferente, con grandes disensos dentro de la propia Resistencia, acosada, amenazada y perseguida dentro y fuera del territorio nacional, por las oligarquías y las multinacionales a las cuales se les ha regalado Honduras en estos últimos meses. No importan la OEA o la ONU, o cualquier otra institución que no representa los deseos legítimos del pueblo hondureño. Importa sumar a Honduras a este cambio de época, de cara a la Patria Grande que mira al Sur, y que aun con muchas cicatrices y conflictos, alienta un período renovador y fundacional en todo el planeta.
Finalmente, hermanos queridos:
Mel Zelaya, Xiomara Castro y todos los líderes probados de Honduras, precisarán seguir resistiendo, osando, arriesgando y buscando con el conjunto del Pueblo, los nuevos rumbos que liquiden las viejas épocas que destituyeron a Honduras de la autoestima, del amor a la Patria y de separación de la familia nacional latinoamericana. No son apenas algunos colegas periodistas o un puñado de militantes políticos dirigiendo reuniones de gabinetes o de categorías específicas, los que constituirán la Nueva Honduras Independiente. Será el Pueblo Pobre, en su variado conjunto, el constructor de su futuro victorioso en la GRAN ASAMBLEA CONSTITUYENTE DE REFUNDACIÓN DEL PAÍS.
Aquí estaremos, atrás de estos renglones, de estos micrófonos y de estas pantallas, para acompañarlos desde el cercano Brasil, desde la hermana tierra latinoamericana.
Un abrazo afectuoso al hermano pueblo hondureño,
Raúl Fitipaldi,
Director Editorial del Portal Desacato,
Florianópolis, Santa Catarina, Brasil
20 de Mayo de 2011.
Foto: James Rodríguez
La emoción es mucha, la refundación es el camino, los hondureños estamos seguros que ya se inició esa hermosa caminata hacia la nueva patria, la que soñaba El General Morazán, la que continuó Mel y la que realiza el pueblo de Honduras. Esto no lo detiene nadie.
Así sea Gisse.