También trabaja en documento de retorno de Honduras a OEA
Tegucigalpa. 27 mayo 2011. El ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Antonio Patriota, anunció que su país recibió y aceptó una invitación para enviar un representante a Honduras que acompañe junto a otras personalidades, al presidente expatriado, Manuel Zelaya, en el momento de su retorno a Tegucigalpa.
Antonio Patriota dijo que su gobierno aún no ha decidido quién será ese delegado, pero mencionó que podría tratarse del asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia, Marco Aurelio García.
El canciller brasileño también informó que junto a otros países “Ya trabajamos en un proyecto de resolución”, y que esperan que la asamblea extraordinaria de la OEA, a celebrarse el uno de junio, en Washington, pueda reincorporar a Honduras al organismo interamericano.
La asamblea extraordinaria tendrá como única finalidad deliberar si los países revocan la sanción que suspendió Honduras de participar en la OEA, conforme dictan la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y su Carta Democrática Interamericana.
Patriota amplió que Brasil y demás países desde Mercusur, también enviaron un comunicado congratulándose por el Acuerdo Cartagena logrado con la mediación del presidente venezolano, Hugo Chávez, y el colombiano, Juan Manuel Santos.
Las declaraciones de Patriota ocurrieron en la conferencia de prensa conjunta con su homóloga española, Trinidad Jiménez, durante la firma, ayer, de un proyecto bilateral de cooperación en comercio, educación, cultura, ciencia y tecnología.
Ambos cancilleres expresaron su “alegría” por el inminente regreso de Honduras a la OEA.
Trinidad Jiménez, por su parte, señaló que, al parecer, “los requisitos y condiciones” que varios países de América Latina habían impuesto para aceptar el regreso de Honduras a la OEA, “ya se han dado”.
Jiménez evaluó que “ahora que se dan todas las condiciones”, se podrá “contar” con Honduras en la próxima Cumbre Iberoamericana a celebrase en Paraguay, en octubre de 2011.
Zelaya fue huésped especial en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, por voluntad del gobierno de Lula da Silva, junto a un grupo de solidarios que le acompañaron cuatro meses, mientras eran torturados por expertos, desde afuera, con gases vomitivos, reflectores, ondas de frecuencia sonora y marchas militares en la noche.
La Resistencia hondureña muestra un afecto especial al país sudamericano de habla portuguesa, liderado por Luiz Inacio Lula da Silva, por oponerse al golpe de Estado y proteger al presidente constitucional defenestrado, Manuel Zelaya.
Es común que las y los manifestantes en las movilizaciones caminen arropados por la bandera brasileira, la venezolana, la hondureña, además del estandarte del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).