Red Morazánica de Información
Redirecionado por Diana Canales
Brasil reitera condena al golpe de Estado en Honduras, retorno de Zelaya es indispensable para normalizar relaciones
Tegucigalpa. 23 Septiembre 2010. “Condenamos retrocesos antidemocráticos, como el golpe de Estado en Honduras”, reiteró, esta mañana, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, en el debate del 65 periodo de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Y agregó que “el regreso del ex presidente Zelaya, sin amenazas a su libertad, es indispensable para la normalización plena de las relaciones de Honduras con el conjunto de la Región”.
De igual manera, Amorim dijo que Brasil “reitera su repudio, que es de todos los latinoamericanos y caribeños, al ilegitimo bloqueo a Cuba, cuyo único resultado ha sido el de perjudicar a millones de cubanos en su lucha por su desarrollo”.
Como ha sido tradicional, Brasil fue el primer orador de la 65 Asamblea ONU, la que se propone tratar asuntos de interés internacional entre los 192 países integrantes, como el proceso de paz en Medio Oriente, el uso pacífico de la energía nuclear, la situación de la economía y el cambio climático.
“Brasil se enorgullece de ya haber cumplido todas las metas para el desarrollo del milenio”, aseguró Amorim.
Y determinó que “La dificultad de cualquier país para alcanzar esas metas debe ser encarada como el fracaso de la comunidad internacional”.
Expresó su “compasión por la desgracia del pueblo haitiano”, pero sobre todo por el “coraje” con que están enfrentando las dificultades y ratificó la solidaridad y la colaboración de su país.
Amorim destacó que con el gobierno de Lula Da Silva, “Brasil mudo para la inclusión social y la democracia”.
Más de 20 millones de brasileros salieron de la pobreza, casi 30 millones ingresaron a la clase media; se redujo la desigualdad del ingreso, de acceso y de oportunidad, “millones conquistaron dignidad y ciudadanía”; y un mercado interno fortalecido, “preservó a Brasil de las peores crisis financieras provocadas por los países más ricos del planeta”, reseñó Amorim, entre otros avances.
El canciller brasileño, criticó los procedimientos utilizados por Estados Unidos para invadir Irak: “Es preciso rechazar la fe ciega en informes de inteligencia hechos a la medida para justificar objetivos políticos. Es preciso eliminar, de una vez por todas, el uso de la fuerza, sin amparo del derecho internacional”, dijo.
“Más que eso, es fundamental valorizar el diálogo y las soluciones pacificas para las controversias. Para que alcancemos un mundo verdaderamente seguro, es preciso que sea cumplida la promesa de la eliminación total de las armas nucleares”, enfatizó, sobre las lecciones aprendidas de la acometida contra Irak.
Debe reformarse el Consejo de Seguridad para incluir mayor participación de los países en desarrollo, inclusive entre sus miembros permanentes, exigió.
“No es posible continuar con métodos de trabajo poco tranparentes que permiten a los miembros permanentes [del Consejo de Seguridad] discutir, a puertas cerradas y por el tiempo que quieren, asuntos que interesan a toda la humanidad”, cuestionó.
Sobre el conflicto en Medio Oriente y los derechos humanos expresó “favorecemos un tratamiento no selectivo, objetivo y multilateral, un tratamiento sin politización o parcialidad, en que todos, ricos o pobres, poderosos o débiles, estén sujetos al mismo escrutinio”.
Amorim criticó: “El diálogo y la cooperación son más efectivos para asegurar el ejercicio de los derechos humanos, que la arrogancia basada en una supuesta superioridad moral auto otorgada de unos pocos”.