Português/Español
Por Débora Mabaires, de Buenos Aires, para Desacato.info
Nos seis meses do governo Macri, os argentinos perdemos direitos; emprego e bem-estar. A recessão já está instalada, a transferência de recursos das classes trabalhadoras às classes dominantes já é um fato brutal que deixou um milhão e meio dos argentinos na pobreza. A inflação se duplicou, o desemprego segue subindo, os salários seguem caindo.
As pequenas indústrias e os comércios começam a fechar suas portas.
Os das medianas empresas apenas se sustentam, e os grandes empresários já começam a protestar porque a desvalorização da moeda,e o grande aumento das tarifas de energia, não compensam o ganho extra obtido com a queda dos salários que tanto reclamavam.
Os grandes “apostadores” dos negócios agropecuários agora tem que vender a colheita da soja, se queixam porque a desvalorização de janeiro que acreditavam que os beneficiaria, também aumentou proporcionalmente o custo dos insumos do pacote tecnológico para os plantios diretos. Além disso, houve um forte aumento de combustível e a quita de subsídios do mesmo.
O setor agroexportador começa a pedir a gritos uma nova desvalorização; enquanto os pequenos produtores exigem que não se desvalorize, porque para eles seria o golpe final que terminará de afundá-los.
Os empresários também sabem que uma nova desvalorização encarecerá as tarifas dos serviços públicos e os insumos importados de suas indústrias, e se opõem.
O setor financeiro propõe por seu lado, que o mercado cambiário continue estável, já que deste modo, mais dólares compram e mais podem fugir do país.
Este é o único setor ganhador das políticas econômicas do Macri: as altas taxas de juros produzidas na roleta financeira, assegura a eles uma rentabilidade anual de 38% sem pagar impostos.
A maquinaria destrutiva do sistema econômico argentino se pôs em funcionamento com a chegada do novo governo, e as violações à Constituição Nacional, estão sendo salvas por um setor do poder judiciário que a cada dia concentra mais poder do que justiça.
As espetaculares operações midiáticas são levadas a cabo para distrair à cidadania enquanto se lhe rouba os direitos.
Na última semana, um projeto de lei que inclui a modificação de pelo menos cinco leis, foi sancionado na Câmara de Deputados, sem maiores dificuldades; já que um grupo de legisladores opositores decidiu, de repente e de costas à população, apoiar o governo.
O presidente Macri deixou de promover sua agenda para evitar encontrar-se com os reclamos populares, que dia a dia se multiplicam.
A maior mostra de sua debilidade política a constatamos neste fim de semana, quando assistiu a um ato pelos festejos do Dia da Bandeira, e militarizou a cidade de Rosário. A repressão com golpes, de um protesto pacífico contra os aumentos das tarifas dos serviços públicos, deixou em claro que este modelo econômico será imposto a sangue e fogo, mas, de nenhuma maneira, com o consenso popular.
Versão em portugués: Raul Fitipaldi, para Desacato.info
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Bitácora del desastre anunciado
Por Débora Mabaires, de Buenos Aires, para Desacato.info
En los seis meses del gobierno de Macri, los argentinos perdimos derechos; empleo y bienestar. La recesión ya está instalada, la transferencia de recursos de las clases trabajadoras a las clases dominantes, ya es un hecho brutal que dejó a un millón y medio de argentinos en la pobreza. La inflación se duplicó, el desempleo sigue subiendo, los sueldos siguen bajando.
Las pequeñas industrias y los comercios empiezan a bajar sus persianas.
Los de las medianas empresas, se sostienen apenas, y los grandes empresarios, ya empiezan a protestar, porque la devaluación, y el gran aumento de tarifas de energía, no compensan la ganancia extra obtenida con la baja de salarios que tanto reclamaban.
Los grandes jugadores de los negocios agropecuarios, ahora que tienen que vender la cosecha de soja, se quejan porque la devaluación de enero que creían que los beneficiaría, también aumentó proporcionalmente el costo de los insumos del paquete tecnológico para la siembra directa.
Además, hubo un fuerte aumento del combustible y a la quita de subsidios del mismo.
El sector agroexportador, empieza a pedir a gritos una nueva devaluación; mientras que los pequeños productores, exigen que no se devalúe, porque para ellos, sería el golpe final que terminará de hundirlos.
Los empresarios también saben que una nueva devaluación, encarecerá las tarifas de servicios públicos y los insumos importados de sus industrias, y se oponen.
El sector financiero, propone a su vez, que el mercado cambiario siga estable, ya que de este modo, más dólares compran y más pueden fugar del país.
Este es el único sector ganador de las políticas económicas de Macri: las altas tasas de interés producidas en la ruleta financiera, les asegura una rentabilidad anual del 38% sin pagar impuestos.
La maquinaria destructiva del sistema económico argentino se puso en marcha con la llegada del nuevo gobierno, y las violaciones a la Constitución Nacional, están siendo salvadas por un sector del poder judicial, que cada día concentra más poder que justicia.
Las ampulosas operaciones mediáticas son llevadas a cabo para distraer a la ciudadanía mientras se les roba sus derechos.
En la última semana, un proyecto de ley que incluye la modificación de al menos 5 leyes, fue sancionado en la Cámara de diputados, sin mayores dificultades; ya que un grupo de legisladores opositores, decidió, de repente y de espaldas a la población, apoyar al gobierno.
El presidente Macri, ha dejado de promocionar su agenda, para evitar encontrarse con los reclamos populares, que día a día se multiplican.
La mayor muestra de su debilidad política, la vimos este fin de semana, cuando asistió a un acto por los festejos del Día de la Bandera, y militarizó la ciudad de Rosario. La represión a golpes, de una protesta pacífica contra los aumentos de las tarifas de los servicios públicos, dejó en claro que este modelo económico será impuesto a sangre y fuego, pero de ninguna manera, con el consenso popular.