Es un mundo nuevo el que esbozan los referéndums. Un mundo en el que el papel ineludible de los medios personales de comunicación de masas hacen de Internet, y ya no de Porta a Porta (1), la tercera cámara del país. Pero también es un mundo antiguo en el que triunfan las razones de los foros sociales derrotados a porrazos en Génova hace justo diez años. El Partito Democratico (PD) se sube al carro de los vencedores, pero puesto a prueba por un cambio cultural que hasta ahora no ha encarnado y que tal vez no sea de su cuerda. Mientras tanto, el oponente berlusconiano está contra las cuerdas pero es peligroso dar cancha a los peores, la Liga, a la hora de diseñar el futuro.
1.- De Génova 2001 al referéndum de 2011
A diez años exactamente de la cumbre del G8 en Génova, punto de inflexión de la larga crisis de nuestra República, muchas de las ideas que parecían barridas de nuestra historia política bajo los golpes de las porras y los gases lacrimógenos vuelven a surgir, casi de improviso, inesperadas, triunfantes en referéndums de un contenido ético-político de gran relevancia. Hoy vence el mismo bloque social del Foro Social de Génova, la izquierda plural de los movimientos, el mundo católico, el voluntariado, los votantes de los Democratici di sinistra (DS) y La Margherita, pero no los líderes de estas formaciones.
Hoy vence un bloque social que siempre ha existido y luchado por una Italia mejor, que ha sido sistemáticamente ocultado por los medios de comunicación y que vuelve a poner sobre la mesa el tema del fracaso ético y práctico del neoliberalismo, a la vez que plantea cuestiones cruciales tales como los bienes comunes y un modelo energético que, basado en energías renovables, no alimente el mito del crecimiento infinito, sino que encuentre un equilibrio con un planeta que está en las últimas. Es el bloque social de los italianos reflexivos que leen y piensan, y que están derrotando en estos momentos el nihilismo individualista del berlusconismo. Los derechos son más importantes que los beneficios, han afirmado 26 millones de italianos, algo inaudito después de décadas de incesante propaganda a la inversa: los derechos como privilegios, los beneficios como valor fundamental de nuestra sociedad. Un new beginning (2), un nuevo comienzo en tierra incógnita.
2.- Táctica y estrategia del PD
El Partido Demócrata, con gran descaro, se ha subido al carro del referéndum para proclamarse ganador. Esto no es un mal en sí mismo: el PD contribuyó a la victoria de una manera decisiva. Pero, lo que resulta sorprendente es que sea el mismo partido que hasta hace poco se vanagloriaba de ser el único partido capaz de realizar liberalizaciones, o el que sostenía que el referéndum sobre el impedimento legítimo sólo podría ayudar a Berlusconi, el que haga hoy suyo este éxito.
Parece particularmente sospechoso el antiberlusconismo a ultranza con el que Pierluigi Bersani ha acogido y comentado el resultado. Exigir la renuncia del gobierno parece, bien mirado, una manera de hablar de otros temas distintos a los referendarios. Bersani sabe que los que han ganado han sido los movimientos, no los partidos. En los últimos años, especialmente en regiones como la Toscana, el Partido Demócrata ha sido el partido de la privatización de los servicios públicos, repetidamente enfrentado con la sociedad civil. Ahora hace suyas las tesis, con una facilidad que no parece resultado de un cambio cultural en los patrones de sociedad de referencia de un partido que hasta ahora sólo ha sido capaz de ofrecer un neoliberalismo purgado de sus más intolerables trazos. ¿Táctica o estrategia?
3.- Desde abajo, desde Internet
Pierluigi Bersani, sin embargo, parece consciente de que algo extraordinario ha sucedido este mes en Italia, y pese a unas afirmaciones cara a la galería sabe bien que no ha sido el Partido Demócrata quien ha llevado la voz cantante, aún estando en el centro de cada jugada. El PD ha tenido que aceptar de buen grado a Giuliano Pisapia o Massimo Zedda (duramente batido por Luigi De Magistris) tal y como aceptó un referéndum que no quería y que no formaba parte de su cultura política. En este mes extraordinario, la voz cantante la han llevado los movimientos, con la fuerza horizontal de Internet, el hecho de sentirnos cada uno de nosotros protagonista de la revolución de los medios personales de comunicación de masas, un sector del voluntariado que no puede soportar que el PD, a la sombra de tío Silvio, haya formado en los últimos años una clase dirigente orgánica respecto al modelo y convencida de que la hegemonía cultural de la derecha iba a durar para siempre, así que mejor ponerse al día.
Una de dos: o bien no hay cambio de hegemonía a la vista, y entonces los berluschini del PD (Matteo Renzi, por ejemplo) pueden poner a salvo su bien encarrilada carrerita de gregarios; o bien el PD, si desea atrapar l’esprit du siècle (3)m, va a tener que renovar profundamente sus cuadros abriéndose al aire y a la gente nueva y deshaciéndose de los aduladores sin calidad que todos conocemos. Todo ello tiene profundas valencias político-culturales, y también se refiere, a corto plazo, a las estrategias de salida del berlusconismo. Si Pisapia, Zedda y De Magistris hubiesen perdido, y si el referéndum no hubiera tenido quórum, nadie habría detenido el “modelo de Macerata” de d’Alema (UDC + PD, con los primeros al volante). Este modelo, que también significa el dominio absoluto de la política politiquera, de la política plebiscitaria que sólo convoca a las masas para celebrarse a sí misma, después de las elecciones administrativas y los referéndums se hace imposible, pero la alternativa está lejos de ser clara y sostenible.
4.- La democracia directa e Internet como tercera cámara
La institución referendaria, dada por muerta, ha dado un golpe, pero no por ello goza de buena salud. Ciertamente, se demuestra que después de veinte años de orgía mayoritaria hasta el plebiscitarismo, que llevó a la humillación del sistema parlamentario con la ley electoral berlusconiana de 2005, que llenó las cámaras de hombres sin cualidades elegidos por su obediencia al jefe, determinados elementos de democracia directa pueden ser un importante correctivo; o al menos los ciudadanos (si todavía queremos tomarlos en cuenta) han demostrado que los consideran importantes. Sería fácil de desatar el nudo de la crisis referendaria: duplicar las firmas y reducir a la mitad el quórum. Pero es una solución demasiado razonable para que los partidos existentes puedan aceptarla. El poder de Internet que no se puede subestimar y que sólo puede seguir creciendo a medida que la generación de analfabetos informáticos desaparezca, impone sin embargo una elección de este tipo. Internet, más que Porta a porta, se ha convertido en una tercera cámara real, un poder popular (4) horizontal donde las ideas circulan sin vetos y sin censura, donde las reglas no se aplican, mientras que para la propaganda es todo lo contrario. Es el “viento de El Cairo”, donde la política, si quiere encontrarse con los ciudadanos, está obligada a asumir las instancias y los modelos comunicativos de éstos. Por lo tanto, el centralismo democrático ya no es posible y los votantes del “movimiento de cinco estrellas” que en la segunda ronda de las administrativas dieron tranquilamente la espalda a Beppe Grillo de centro-izquierda, muestran lo difícil que es para los administradores de interceptar el consenso.
5.- Salir no sólo del berlusconismo sino también del leghismo
Ya no es noticia que la mayoría no haya defendido sus propias leyes al hacer campaña por el “no”. La noticia es que esta vez les salió mal. Silvio Berlusconi, que parece finalmente hallarse ante su final, se ha refugiado en las salidas al mar que tan nocivas habían sido para su amigo Bettino Craxi. El resultado es fatal para él. Perder el arma de las leyes ad personam para defenderse de los procesos, del mismo modo que pierde la capacidad de compensar con la energía nuclear a muchos amigos de los amigos. Berlusconi mira a hurtadillas para ver quién es Bruto. Umberto Bossi, Giulio Tremonti, Roberto Formigoni o los romanos Alemanno y Polverini, los llamados “responsables”, comprados ayer y listos para volverse a vender hoy.
En la izquierda muchos confían en que la Liga se quede sin fuerzas. Es una esperanza que supone, erróneamente, que el partido más grande del país está condenado a la implosión tras la caída del fundador, cuando en realidad la Liga está aquí para quedarse y para ser recuperada en las mayorías democráticas, e incluso cooptada a mayorías alternativas. Parecen creer realmente que las elecciones las ha perdido sólo Silvio y no la Liga, y no parecen comprender que la Liga ha sido la columna vertebral de la ideología de la derecha, mientras que el Popolo della Libertà (PdL) se está fragmentando en feudos más pequeños, tanto en el Sur como en el Centro y el Norte.
Tal vez sea cierto que, tácticamente, todo vale para deshacerse de Berlusconi, pero sólo si no se nos olvida qué es la Liga: un partido racista, rapaz, que en estos años no ha tenido ningún reparo en sembrar el odio entre los italianos, en calumniar sistemáticamente a una parte de éstos, en humillar de forma sistemática a los inmigrantes. Ésta (¿no es cierto Massimo d’Alema?) nunca ha sido ni podrá ser una costilla de la izquierda. La Liga no es siquiera una derecha normal es una derecha antimoderna, violenta, antinacional que responde a la lógica de la manada, de los más fuertes que aplastan a los más débiles, la derecha que usa la democracia para vaciarla de significado. Así, la salida de la crisis italiana sólo se concibe en última instancia si la cultura legista es expuesta al escarnio en toda su infamia y marginada fuera de un renovado “arco constitucional”, que, paradójicamente, contiene el centro-derecha postberlusconiano pero no la Liga.
- Porta a porta es un programa de televisión, de análisis de temas políticos y de actualidad, emitido por RAI UNO desde 1996.
- En inglés en el original.
- En francés en el original.
- En español en el original
(N. del t.)
Gennaro Carotenuto es periodista, licenciado y doctor en Historia, y enseña Historia del Periodismo en la Universidad de Macerata (Italia). Ha sido profesor invitado en varias universidades de Uruguay, Chile y Túnez. Participa en diversos medios escritos y radiales, en particular el trimestral Latinoamérica, el semanal uruguayo Brecha, Radio 3 RAI, el diario mexicano La Jornada, etc.
Traducido por S. Seguí