Por Gideon Levy.
(Português/Español).
À medida que as eleições se aproximam, a temporada de pesquisas de opinião já está entre nós. Mas tem uma pesquisa [i] mais preocupante e significativa nas suas revelações que as que nos informam que Yair Lapid está decolando ou Ehud Barak está caindo nas pesquisas.
Ela deixa em evidência um retrato da sociedade israelense, e a imagem é de alguém muito, muito doente. Já não são somente os críticos no país e no estrangeiro, mas os mesmos israelenses os que estão abertamente, sem vergonha e sem culpa, se definindo como racistas nacionalistas.
Nós somos racistas – estão dizendo os israelenses –-, praticamos o apartheid e inclusive queremos viver em um Estado de apartheid. Sim, isto é Israel.
Entre seus terríveis resultados, a pesquisa descobre certo candor inocente. Os israelenses admitem eles serem assim e não têm vergonha disso. Já tinham sido feitas pesquisas similares, mas nunca os israelenses tinham aparecido tão satisfeitos de si próprios, mesmo admitindo o seu racismo. A maioria deles pensa que Israel é um bom lugar para se morar, a maioria deles pensa que é um Estado racista.
É bom viver neste país, diz a maioria dos israelenses, não apesar de seu racismo, mas talvez por causa dele. Se se revelasse uma pesquisa como essa sobre a atitude em relação a um Estado europeu, Israel faria um escândalo. Mas quando de nós se trata, as regras não se aplicam.
A parte “judia” da “democracia judaica” ganhou longe. O aspecto “judaico” nocauteou a “democracia”, jogando-a contra as cordas. Os israelenses querem um Estado mais e mais judeu e menos e menos democracia. A partir de agora, não digamos mais “a democracia judaica”. Ela não existe, logicamente; ela não pode existir. A partir de agora, digamos: “o Estado Judaico”, só judaico e para os judeus. Democracia? É claro, por que não. Mas só para os judeus.
Porque isso é o que a maioria quer. Porque assim é como a maioria define seu Estado. A maioria não quer que os árabes votem no Parlamento, não quer ter vizinhos árabes nem colegas da escola árabes. Deixem que o nosso campo seja puro; tão limpo de árabes como seja possível; e talvez ainda mais.
A maioria quer estradas segregadas na Cisjordânia, e não se imuta diante do que isto implica. Inclusive a conotação histórica não lhe incomoda no mais mínimo. Quer discriminação nos locais de trabalho, e quer transferência [de população]. Basta de encobrimento e de simulação. Isto é o que queremos. Porque isso é o que somos.
A direita provavelmente atacará o Fundo Novo Israel por ter encomendado a pesquisa. “Que horror!, vai berrar; esquerdistas que odeiam Israel!” Mas a gritaria da direita não vai mudar o resultado. Isto foi feito por uma empresa de pesquisas confiável e reconhecida. Aliás, qual o problema na pesquisa? O que tem de novo que já não soubéssemos antes, aparte da perda da vergonha? Deixemos que a direita demonstre que não somos assim, que muitos israelenses querem viver com os árabes. Que a maioria vê os árabes como gente como eles, iguais em direitos e oportunidades. Vamos ver como demonstram que a pesquisa está errada. Isso seria um verdadeiro motivo de celebração.
A pesquisa nem só enfrenta os israelenses com seu presente, mas também com o seu futuro. Esse parece ter sido o principal objetivo daqueles que a fizeram. A pesquisa diz para os israelenses: vocês queriam assentamentos, queriam ocupação, querem o Netanyahu, e não fizeram nada pela solução, que já morreu, dos dois Estados. Agora vamos ver qual é a alternativa.
A alternativa, como toda criança sabe, é um Estado só. Um Estado? A maioria dos israelenses diz que será um Estado de apartheid, mas não faz nada para evitá-lo. Alguns deles até o desejam. Nem sequer se perguntam: Para onde vamos? Para onde nos estão levando? Qual é a visão para os próximos 10 ou 20 anos? Bom, se tudo der certo, se tudo continuar como está agora, os israelenses sabem qual é a resposta, e ela é uma verdade amarga.
Até agora, a imagem de Israel 2012 é a seguinte: não queremos os árabes, não queremos palestinos, não queremos igualdade, e para o diabo com o restante.
Democracia e Direito Internacional: esses são assuntos para os antissemitas, não para nós. Nós seguiremos votando em Netanyahu, recitando que somos a- única-democracia-do-Oriente Médio, e gemendo que o mundo inteiro é contra nós.
[i] Se refere à pesquisa publicada por Haaretz em: http://www.haaretz.com/news/national/survey-most-israeli-jews-would-support-apartheid-regime-in-israel.premium-1.471644?fb_action_ids=4804153582959&fb_action_types=og.recommends&fb_source=aggregation&fb_aggregation_id=246965925417366 Um resumo em espanhol foi publicado em: http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/judios-apoyan-apartheid-israel-anexiona-cisjordania-2232351
Publicado originalmente em Haaretz: http://www.haaretz.com/news/national/survey-most-israeli-jews-would-support-apartheid-regime-in-israel.premium-1.471644
Israel: Apartheid sin vergüenza ni culpa
Por Gideon Levy.
| Traducción del inglés: María M. Delgado |
Ésta pone al descubierto un retrato de la sociedad israelí, y la imagen es muy, muy enferma. Ya no son sólo los críticos en el país y en el extranjero, sino los israelíes mismos los que están abiertamente, sin vergüenza y sin culpa, definiéndose a sí mismos como racistas nacionalistas.
Nosotros somos racistas –están diciendo los israelíes-, practicamos el apartheid e incluso queremos vivir en un Estado de apartheid. Sí, esto es Israel.
Entre sus terribles resultados, la encuesta descubre un cierto candor inocente. Los israelíes admiten que esto es lo que son y no están avergonzados de ello. Encuestas similares se habían realizado antes, pero nunca los israelíes habían aparecido tan satisfechos de sí mismos, aun al admitir su racismo. La mayoría de ellos piensa que Israel es un buen lugar para vivir, y la mayoría de ellos piensa que éste es un Estado racista.
Es bueno vivir en este país, dice la mayoría de los israelíes, no a pesar de su racismo, sino tal vez a causa de él. Si se revelara una encuesta así sobre la actitud hacia los judíos en un Estado europeo, Israel habría puesto el grito en el cielo. Pero cuando se trata de nosotros, las reglas no se aplican.
La parte “judía” de la “democracia judía” ha ganado a lo grande. Lo “judío” le hizo un knock-out a la “democracia”, reventándola contra las cuerdas. Los israelíes quieren más y más judío y menos y menos democracia. A partir de ahora, no digamos más “la democracia judía”. No existe tal cosa, por supuesto; no puede existir. A partir de ahora, digamos: “el Estado Judío”, sólo judío, y nada más que para los judíos. ¿Democracia? Claro, por qué no. Pero sólo para los judíos.
Porque eso es lo que quiere la mayoría. Porque así es como la mayoría define su Estado. La mayoría no quiere que los árabes voten por el Parlamento, no quiere tener vecinos árabes ni compañeros de clase árabes. Dejen que nuestro campo sea puro; tan limpio de árabes como sea posible; y tal vez aún más.
La mayoría quiere carreteras segregadas en Cisjordania, y no se inmuta ante lo que esto implica. Incluso la connotación histórica no le molesta en lo más mínimo. Quiere discriminación en los lugares de trabajo, y quiere transferencia [de población]. Basta de encubrimiento y de simulación. Esto es lo que queremos. Porque eso es lo que somos.
La derecha probablemente atacará al Fondo Nuevo Israel por haber encargado la encuesta. ¡Horror!, va a chillar; ¡izquierdistas que odian a Israel! Pero el griterío de la derecha no va a cambiar el resultado. Esto fue hecho por una empresa de sondeos confiable y reconocida. Además, ¿qué hay de malo en la encuesta? ¿Qué hay de nuevo que no supiéramos antes, aparte de la pérdida de la vergüenza? Dejemos que la derecha demuestre que no somos así, que muchos israelíes quieren vivir con los árabes. Que la mayoría ve a los árabes como gente como ellos, iguales en derechos y oportunidades. Vamos a ver cómo demuestran que la encuesta es errónea. Eso sería un verdadero motivo de celebración.
La encuesta no sólo enfrenta a los israelíes con su presente, sino también con su futuro. Ese parece haber sido el principal objetivo de quienes la llevaron a cabo. La encuesta les dice a los israelíes: ustedes querían asentamientos, querían ocupación, quieren a Netanyahu, y no han hecho nada por la solución de dos estados, que ya murió. Ahora vamos a ver cuál es la alternativa.
La alternativa, como cualquier niño sabe, es un solo Estado. ¿Un Estado? La mayoría de los israelíes dice que será un Estado de apartheid, pero no hace nada para evitarlo. Algunos de ellos incluso lo desean. Ni siquiera se preguntan: ¿Hacia dónde vamos? ¿Adónde nos están llevando? ¿Cuál es la visión para los próximos 10 ó 20 años? Bueno, si todo va bien, si todo continúa tal como está ahora, los israelíes saben cuál es la respuesta, y es una amarga verdad.
Hasta entonces, la imagen de Israel 2012 es la siguiente: no queremos a los árabes, no queremos a los palestinos, no queremos igualdad, y al diablo con todo lo demás.
Democracia y Derecho Internacional: esos son asuntos para los antisemitas, no para nosotros. Nosotros seguiremos votando a Netanyahu, recitando que somos la- única-democracia-de-Medio-Oriente, y gimiendo que el mundo entero está contra nosotros.
[i] Se refiere a la encuesta publicada por Haaretz en: http://www.haaretz.com/news/national/survey-most-israeli-jews-would-support-apartheid-regime-in-israel.premium-1.471644?fb_action_ids=4804153582959&fb_action_types=og.recommends&fb_source=aggregation&fb_aggregation_id=246965925417366 Un resumen en español fue publicado en: http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/judios-apoyan-apartheid-israel-anexiona-cisjordania-2232351
Publicado originalmente en Haaretz: http://www.haaretz.com/news/national/survey-most-israeli-jews-would-support-apartheid-regime-in-israel.premium-1.471644
