Por Juan Carlos Monedero.
Amanheci com um Orinoco triste passeando por meus olhos. Amar Chávez nos faz tão humanos, tão fortes. Chávez na senhora que limpa, Chávez no senhor que vende jornais na entrada do metrô, Chávez da funcionária da loja, Chávez do vendedor de sorvete, Chávez da avó que agora enxerga e da que agora tem a sua casa, Chávez da esquina quente de Caracas e do mercado de pescadores de Choroní, Chávez da poesia resgatada, dos negros resgatados, dos indígenas resgatados, Chávez do que hoje é possível na América e que faz vinte anos era impossível. Amanheci com um Orinoco triste passeando por meus olhos e ele não sai. Força Hugo. Aguenta. Aguenta para nos ajudar a nos tirar este medo à solidão de cem anos. Aguenta Presidente. Aguenta.
He amanecido con un Orinoco triste paseándose por mis ojos
Por Juan Carlos Monedero.
He amanecido con un Orinoco triste paseándose por mis ojos. Querer a Chávez nos hace tan humanos, tan fuertes. Chávez en la señora que limpia, Chávez en el señor que vende periódicos a la entrada del metro, Chávez de la empleada de la tienda, Chávez del vendedor de helados, Chávez de la abuela que ahora ve y de la que ahora tiene vivienda, Chávez de la esquina caliente de Caracas y de la lonja de pescadores de Choroní, Chávez de la poesía rescatada, de los negros rescatados, de los indios rescatados, Chávez de lo que hoy es posible en América y que hace veinte años era imposible. He amanecido con un Orinoco triste paseándose por mis ojos y no se me quita. Fuerza Hugo. Aguanta. Aguanta para ayudarnos a quitarnos este miedo de la soledad de cien años. Aguanta Presidente. Aguanta.
Fonte: http://www.comiendotierra.es/?p=1248