Por Orlando Balbás.
Los debates en la Asamblea Nacional han despertado el interés de toda la sociedad venezolana. Su desarrollo produce los más inesperados efectos en los diferentes sectores. El escenario legislativo de la nación se convirtió en el gran espejo que refleja los rostros de los diputados electos por el pueblo. Indudablemente hay que reconocer, que la presencia de la oposición en el organismo legislador, cambió las reglas del juego en el sentido de la difamación y denuncias de la derecha venezolana respecto a sus mensajes políticos en la guerra mediática internacional contra el Presidente Chávez, acusándolo de dictador y secuestrador de los poderes públicos. La imagen y la dinámica del país adquieren una nueva dimensión, pues se enfrentan abiertamente dos posiciones, dos bloques que se adversan, dos conceptos de la sociedad y el mundo. Estamos frente a una gran demostración de democracia y participación, el pueblo es testigo por los medios de comunicación, de los detalles de las discusiones y de las conductas asumidas por ambos sectores políticos. Ahora el discurso opositor busca argumentos por los laterales, conscientes del envolvente, fuerte y galopante proceso revolucionario que se desarrolla en pleno corazón de un sistema capitalista dependiente y atrasado, dominado por grandes capitales extranjeros que se ven en apuros por la política de estado, dirigidas a legitimar el poder popular y la verdadera democracia con igualdad de derechos. Es el Socialismo que se quiere construir.
Parece sencillo decir esto pero por el contrario, cada paso produce un gran movimiento de opinión, de relaciones entre factores influyentes en la vida nacional. Es indescriptible todo el movimiento que generan las medidas del gobierno revolucionario. La gran libertad de expresión existente en nuestra Venezuela, revive a cada instante la revolución. Las razones de la derecha golpista en La Asamblea Nacional son siempre quejosas y sombrías, cubiertas del martillado pero peligroso lenguaje de odio a Chávez, es un lenguaje desencajado, flemático y divariante. Estas circunstancias discursivas seguro están creando dentro de la misma derecha, una severa crisis que inevitablemente partirá en pedazos al bloque oposicionista y les costará muchísimo ponerse de acuerdo en temas estratégicos, como es el caso de la candidatura presidencial para las elecciones del año 2012.El cuadro para el sector revolucionario, luce optimista, con nuevos bríos y tácticas para unificar al gran Movimiento de apoyo a la construcción de una sociedad justa y dignificante, la sociedad socialista. Los diputados de la revolución y los Ministros interpelados a sugerencia del Comandante Hugo Chávez, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, han demostrado gran capacidad de respuestas, dominio de los puntos tratados y seguridad en lo que dicen. A lo interno del chavismo, se toma un nuevo aire para unir cabos sueltos y aclarar dudas ideológicas. La oposición se quedó en su marcha sin retorno, desde el año 2002 buscan como legar a Miraflores. La conjura existe y no declinarán. Se hace casi imposible un dialogo de gran altura con los golpistas de ayer. El cambio de estrategia del fascismo es hacia una derrota política del Presidente Chávez. Esto les obliga a establecer una línea opositora que difunda la imagen de un país en caos y destrucción. La utilización de organizaciones religiosas, novelas y propagandas, titulares de prensa para masificar la idea de la debacle en Venezuela es a su vez, publicidad a posibles candidatos presidenciales. La tarea no es color de rosas, defendamos la revolución.