Por Ronnie Huete.
La alienación mediática de la prensa hondureña toma fuerzas, a través del disfraz de la víctima y no del victimario, para servir con mayor ahincó al régimen del porfiriato que financia la seudo burguesía del terror.
El sector de la prensa que aplaudió el golpe de Estado de 2009 y que sigue aplaudiendo la era post golpe de Estado, salió a las calles en la simulación de una protesta, claramente orquestada por la oligarquía que financia el actual porfiriato dictatorial.
El trabajo comunicacional que han realizado estos sirvientes del terrorismo mediático, ha contribuido para que la apología del odio en contra de los derechos humanos y la libertad de expresión, se esté tornando con mayor ímpetu.
En una clara insostenibilidad de los asesinatos a los periodistas hondureños, los dueños de los medios de comunicación en Honduras, se ven obligados a pronunciarse contra lo que ellos mismos han promovido.
La cacería de la libertad de expresión y de pensamiento seguirá fortaleciéndose conforme la geografía hondureña, este militarizada en su totalidad, puesto que la razón, el progreso y la libertad de esta nación centroamericana, la definen las armas de la milicia.
Porfiriato
El porfiriato que vive Honduras, a través de Porfirio Lobo Sosa, continuador del régimen post golpe de Estado, tiene la finalidad de asesinar toda oposición que se alce en su contra.
La prensa progresista, independiente o alternativa que trabaja en esta nación Centroamericana, corre con mayor riesgo de perder la vida, pero no la razón y la lucha por seguir denunciando los atropellos que ocurren en detrimento de los derechos humanos.
En medio del caudillismo oportunista en el que ha involucionado cierto sector popular de Honduras y la mayúscula represión del porfiriato, el trabajo social de la prensa independiente y multimedia no claudicara.
Pese a que la legitimación del golpe de Estado patrocinado por el imperio estadounidense finalizó su primera parte, al inscribir a otros movimientos sociales en partidos políticos, ahora comienza la segunda fracción, la de recrudecer con más violencia a sus opositores.
Maquillaje mediático
Esta intolerancia social y humana, al estilo de las dictaduras contemporáneas de la década de los setenta del siglo XX en América Latina, cuenta con el maquillaje mediático de los medios de comunicación, quienes cumplen su responsabilidad de presentar una Honduras en paz.
Sin embargo, la emancipación multimedia a través del apoyo de la prensa internacional alternativa y progresista hacia la difusión de lo que ocurre en Honduras, después de la asonada castrense de 2009, es un hecho que irrita a los dueños de los medios de ese país.
La cibernavegación de estos primeros años del siglo XXI, ha permitido que el periodismo mediático terrorista haya perdido peso, pero la criminalización a la que son objeto organismos y personas no acomodadas al porfiriato, es latente.
Organismos hondureños de derechos humanos no gubernamentales denuncian una criminalización en su contra, motivo por el que deben acrecentar su lucha con las herramientas de la comunicación multimedia, porque esta segunda fase de legitimación del golpe de Estado, hará lo posible por criminalizarlos.
Igual suerte correrán aquellos organismos políticos que no han caído en el circo político electoral del porfiriato. Por otra parte, es indispensable la unión mediática de la prensa alternativa de esa nación, puesto que su vulnerabilidad se extiende.
Doble rostro
Pero, ¿qué pasa? con aquel sector de la prensa, que se auto proclama independiente, y con imágenes, escritos o voces sensacionalistas pretenden jugar en el bando del más duro conservadurismo y por el otro muestra la cara “periodística” a favor de una “causa”.
Estas medias tintas de ese sector de la prensa la hacen más peligrosa que la prensa ya definida como golpista pro-yanqui, puesto que su agenda es definida según los millones de lempiras que definen su publicidad, o de las 30 monedas que caigan de la mesa oligarca.
Este ambiente periodístico es el que define la agenda informativa de este país, cuyo contexto le da vigencia a las palabras emitidas por el escritor romano, Marco Tulio Cicerón (106 AC-43 AC); “La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio”.
Según el informe del Observatorio de la Violencia publicado en octubre pasado, se espera que a fin de año la tasa de homicidios en Honduras alcance la dramática cifra de 86 por cada 100,000 habitantes. Es decir, el doble de la tasa registrada durante el primer semestre de 2011 (43.7) y casi tres veces la de 2010 (36.6). Cifras que superan con creces las de varios países en guerra.