El próximo domingo 12 de octubre, fecha emblemática para los pueblos originarios de América, serán las elecciones presidenciales en Bolivia. También se eligen 36 senadores y 130 diputados Nacionales. Las mujeres representan a más de la mitad de la población boliviana y también son más de la mitad en las listas electorales por primera vez en la historia del país. La situación es compleja ya que también es un país con alta tasa de femicidios y violencia de género.
El 12 de octubre, fecha resignificada en los últimos años en toda América Latina en función del reconocimiento y valorización de los pueblos indígenas, serán las elecciones en Bolivia, rebautizado después de la sanción de la Nueva Constitución en el año 2009 como Estado Plurinacional de Bolivia.
Se trata de elecciones importantes para toda la región por la constitución del bloque de países que, en determinados aspectos, se ha manteniendo unido hace más de una década. El desafío está planteado por el sostenimiento de los gobiernos progresistas y populares o por el avance de la derecha que, en algunos países, se ha fortalecido.
El panorama en Bolivia es más que alentador para la fórmula Evo Morales-Álvaro García Linera, que buscan su tercer mandato presidencial. Las últimas encuestas arrojan una diferencia a favor para la fórmula del Movimiento Al Socialismo (MAS) de más de 40 puntos porcentuales, dejando muy atrás al opositor Samuel Doria Medina de Unidad Democrática y otras tres fórmulas presidenciales más.
Frente a ese panorama, cabe destacar que las mujeres vienen ganando protagonismo en Bolivia, sobre todo impulsadas por los movimientos sociales de todo tipo que tienen una larga trayectoria de lucha, pero que han sido fortalecidos desde que Evo Morales accedió a la Presidencia del país allá por el 2006. Numerosas organizaciones de mujeres han surgido o se han visibilizado en estos últimos años.
En un hecho inédito, incluso mundialmente, el 52% de las listas electorales para estas elecciones están conformadas por mujeres. Esto significa que 753 mujeres son candidatas, mientras que 382 de ellas son titulares en las listas. También hay tres fórmulas que llevan a mujeres para la Vicepresidencia: El Partido Verde, el Movimiento Sin Miedo y el Partido Demócrata Cristiano.
Pero no todas son buenas para las mujeres en el país vecino. En plena campaña, el candidato a diputado por la Unidad Democrática, Jaime Navarro, tuvo que renunciar a su candidatura después que se conocieran conversaciones telefónicas entre el propio candidato a la Presidencia, Samuel Doria, y la mujer de Navarro, en las que la maltrataba llamándola “imbécil”, entre otras cosas, por haber realizado la denuncia de violencia de género contra su esposo.
El matrimonio igualitario es otra deuda en los dos períodos de Gobierno de Evo Morales, ya que si bien se permite la unión civil de personas del mismo sexo, no se equipara en garantías al matrimonio. Y además la Constitución sancionada en 2009 especifica que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. Esto ha generado rechazo en diversos sectores feministas y de diversidad sexual y debates internos en el Partido de Gobierno.
Las mujeres organizadas apoyan mayoritariamente a la fórmula Evo Morales-Alvaro García Linera, como la Confederación de Mujeres Bartolina Sisa, un grupo de mujeres mayormente indígenas que participan activamente en el Gobierno de Evo y tienen 43 candidatas en las listas del MAS. Recientemente, una de sus referentes, Ruzena Santamaría, ha sido designada Embajadora del Estado Plurinacional de Bolivia en Ecuador, otro hecho inédito, ya que es la primera mujer indígena designada embajadora.
Aún con los debates pendientes, es innegable el avance de la equidad de género en Bolivia. Las mujeres están en las primeras filas y, a su vez, esto visibiliza el machismo de muchos sectores que no es menor. El domingo se escribirá una nueva e importante página en esta historia.
Fuente: Notas.
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