Por Nicolas Chernavsky, de culturapolitica.info.
(Port./Espanhol). Apesar de não ser uma superpotência militar, o Brasil é uma superpotência diplomática que vem usando os mecanismos democráticos para transformar as instituições mundiais, como a ONU, a OMC e a Internet
10/06/2014 – O Brasil vem passando nos últimos anos por um processo interno e externo de descoberta. Ou seja, tanto dentro como fora do Brasil, tem se tornado cada vez mais próxima da realidade a percepção sobre o que é o país, seu nível de desenvolvimento, sua influência, sua história. Acontece que essa “descoberta” pode não ser somente uma descoberta, mas uma redescoberta. Por quê? Porque o Brasil já passou por uma fase assim antes, que foi interrompida pelo golpe de Estado que acabou com a democracia do país em 1964.
De 1930 a 1964, o Brasil passou por um processo de intenso desenvolvimento, que culminou com uma democracia de avançada qualidade para os padrões da época, nos anos 50 e início dos anos 60 do século XX (época em que, por exemplo, na Suíça as mulheres não tinham direito a voto, enquanto que no Brasil sim). Em 1964, o Estado dos EUA e alguns setores brasileiros organizaram um golpe de Estado que acabou com a democracia do Brasil, o que levou o país a várias décadas de muito mais reduzido desenvolvimento civilizacional. O povo brasileiro só pôde voltar a eleger direta e democraticamente seu presidente em 1989, 25 anos após o golpe de 1964.
Assim, após a redemocratização do Brasil, o povo do país pôde voltar a se organizar muito mais livremente em partidos políticos e movimentos sociais, com liberdade de expressão e manifestação. As sucessivas eleições foram fortalecendo a representatividade do Estado brasileiro, o que levou este Estado a beneficiar cada vez mais um conjunto mais amplo da população, sendo cada vez mais uma ferramenta para o desenvolvimento e cada vez menos um meio de manter privilégios. É nesse contexto de redescoberta nacional e mundial do real nível de desenvolvimento do país que serão disputadas as eleições gerais do Brasil em 5 de outubro de 2014.
O Brasil é um país presidencialista, sendo portanto as eleições presidenciais as mais influentes. Em 5 de outubro, além do primeiro turno das eleições presidenciais, também serão disputadas eleições parlamentares, que têm muita influência no comportamento do Estado brasileiro. Se nenhum dos candidatos presidenciais conseguir mais de 50% dos votos válidos no primeiro turno, será realizado um segundo turno em 26 de outubro deste ano. Os candidatos que provavelmente vão conseguir, somados, a grande maioria dos votos no primeiro turno são a atual presidenta do país, Dilma Rousseff, da coalizão liderada pelo Partido dos Trabalhadores (PT), o senador Aécio Neves, da coalizão liderada pelo Partido da Social-Democracia Brasileira (PSDB), e o ex-governador do estado de Pernambuco Eduardo Campos, da coalizão liderada pelo Partido Socialista Brasileiro (PSB).
Ainda não é certeza se haverá ou não segundo turno, pois é possível que Dilma Rousseff vença no primeiro turno. Apesar disso, é bastante provável um segundo turno entre Dilma Rousseff e Aécio Neves. No contexto da história brasileira, a candidatura de Dilma Rousseff tem uma maior proximidade política com os setores sociais, econômicos e de comunicação que foram relativamente majoritários quanto à influência no Estado brasileiro de 1930 a 1964, enquanto que a candidatura de Aécio Neves tem uma maior proximidade política com os setores sociais, econômicos e de comunicação que organizaram o golpe de Estado de 1964 e foram relativamente majoritários quanto à influência no Estado brasileiro durante o último período ditatorial do país. Clique aqui para se tornar um colaborador financeiro do culturapolitica.info.
Brasil: entienda una de las elecciones más importantes del mundo
Por Nicolas Chernavsky, de culturapolitica.info.
Aunque no sea una superpotencia militar, Brasil es una superpotencia diplomática que viene usando los mecanismos democráticos para transformar las instituciones mundiales, como la ONU, la OMC y la Internet
10/06/2014 – Brasil viene pasando en los últimos años por un proceso interno y externo de descubrimiento. O sea, tanto dentro como fuera de Brasil, se viene haciendo cada vez más cercana a la realidad la percepción sobre qué es el país, su nivel de desarrollo, su influencia, su historia. Pero este “descubrimiento” puede no ser sólo un descubrimiento, sino un redescubrimiento. ¿Por qué? Porque Brasil ya pasó por una fase así, que fue interrumpida por el golpe de Estado que acabó con la democracia del país en 1964.
De 1930 a 1964, Brasil pasó por un proceso de intenso desarrollo, que culminó con una democracia de avanzada calidad para los estándares de la época, en los años 50 e inicio de los años 60 del siglo XX (época en que, por ejemplo, en Suiza las mujeres no tenían derecho a voto, mientras que en Brasil sí lo tenían). En 1964, el Estado de EE.UU. y algunos sectores brasileños organizaron un golpe de Estado que acabó con la democracia de Brasil, lo que hizo que el país pasara varias décadas con un mucho menor desarrollo civilizatorio. El pueblo brasileño sólo pudo volver a elegir directa y democráticamente a su presidente en 1989, 25 años después del golpe de 1964.
De esta forma, después de la redemocratización de Brasil, el pueblo del país pudo volver a organizarse mucho más libremente en partidos políticos y movimientos sociales, con libertad de expresión y manifestación. Las sucesivas elecciones fueron fortaleciendo la representatividad del Estado brasileño, lo que hizo que este Estado beneficiara cada vez más a un conjunto más amplio de la población, siendo cada vez más una herramienta para el desarrollo y cada vez menos un medio para mantener privilegios. Es en este contexto de redescubrimiento nacional y mundial del real nivel de desarrollo del país que serán disputadas las elecciones generales de Brasil el 5 de octubre de 2014.
Brasil es un país presidencialista, y por lo tanto, las elecciones presidenciales son las más influyentes. El 5 de octubre, además de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, también serán disputadas elecciones parlamentarias, que tienen mucha influencia en el comportamiento del Estado brasileño. Si ninguno de los candidatos presidenciales consigue más del 50% de los votos válidos en la primera vuelta, será realizada una segunda vuelta el 26 de octubre de este año. Los candidatos que probablemente van a conseguir, sumados, la gran mayoría de los votos en la primera vuelta son la actual presidenta del país, Dilma Rousseff, de la coalición liderada por el Partido de los Trabajadores (PT), el senador Aécio Neves, de la coalición liderada por el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), y el exgobernador del estado de Pernambuco Eduardo Campos, de la coalición liderada por el Partido Socialista Brasileño (PSB).
Todavía no se puede saber si habrá o no segunda vuelta, pues es posible que Dilma Rousseff venza en la primera vuelta. Sin embargo, es bastante probable que ocurra una segunda vuelta entre Dilma Rousseff y Aécio Neves. En el contexto de la historia brasileña, la candidatura de Dilma Rousseff tiene una mayor proximidad política con los sectores sociales, económicos y de comunicación que fueron relativamente mayoritarios con relación a la influencia en el Estado brasileño de 1930 a 1964, mientras que la candidatura de Aécio Neves tiene una mayor proximidad política con los sectores sociales, económicos y de comunicación que organizaron el golpe de Estado de 1964 y fueron relativamente mayoritarios con relación a la influencia en el Estado brasileño durante el último período dictatorial del país. Haga clic aqui para volverse un colaborador financiero del culturapolitica.info.
Foto: http://www.guaranoticias.com.br
