Sus promesas sobrepasan la inmensidad del lenguaje con el propósito de distorsionar la realidad. Esmerados en alcanzar el poder se convierten en héroes mediáticos emulando esfuerzos banales.
Por Ronnie Huete Salgado.
Latinoamérica, 14 de may. Perla Simon, Marvin Ponce, Antonio Rivera Callejas, Oswaldo Ramos Soto, Juan Orlando Hernández y Marcia Facusse son parte del parlamento de Honduras, cuyos diputados sumisos a los mandatos de las transnacionales y de algunos magnates en Honduras, hacen honor a la ignorancia de ser gobernados por idiotas.
Honduras vive la peor de sus pesadillas al ser gobernado por ignorantes que actualmente sin oposición alguna fortalecen el poder dentro del quebrajado Estado centroamericano.
Sin embargo está pesadilla profundiza en la inseguridad y el reino narco-estatal que recorre hasta lo más ínfimo de la ex república bananera, convertida ahora en un blanco exportador de ese polvo alucinógeno, cuya ganancia económica se pesa en proporción de sus kilos.
Características económicas que describen la subsistencia de algunos y las riquezas de otros, quienes en medio de la más terrible impunidad disfrutan el poder y el sometimiento de un pueblo que a través de sus ingenios sobrevive.
Autoempleo
Uno de estos ingenios es un proyecto social que se desarrolla en el barrio El Reparto de Tegucigalpa. Jóvenes desempleados, motivados por auto generarse empleo han emprendido el reto de fabricar muebles y utilizar hasta el último detalle de las herramientas utilizadas, para la sobrevivencia.
Parte de este proyecto es apoyado por algunos cooperantes nacionales e internacionales, entre los que me encuentro yo. El pasado 13 de mayo parte del equipo de estos jóvenes se situó frente al primer centro comercial que hizo alabanza del consumismo en Honduras.
La razón de haberse ubicado en esa zona según lo descrito por unos de los jóvenes emprendedores, es para aprovechar el tráfico vehicular que allí circula para detenerse a vender esponjas.
Sí, la misma esponja que se utiliza en el tallado de muebles y la tapicería en general que realizan. Las esponjas fueron forradas con papel llamativo para venderlas y que las personas que las adquirieran la utilizaran como lava carros o para la limpieza en general de la casa.
Vivencia
Tuve la oportunidad de participar en esta actividad económica para unirme en la venta de las esponjas. Las tres horas que estuvimos vendiendo esponjas transitaron por la avenida Roble, automóviles que en este momento dejaron de circular en Europa por el alto costo de su mantenimiento.
Paradójicamente este costo es pagado con facilidad en Honduras, puesto que parecía un desfile de autos de último año. Frente a la indiferencia de los conductores, los jóvenes alzaban la voz para vender sus esponjas.
En este alzamiento de voz también uní la mía para vender este producto, para así mantener el proyecto social de auto generación de empleo en el barrio El Reparto.
La mirada desesperante por vender una esponja y vencer el desempleo siempre se marco en los jóvenes, quienes hicieron caso omiso a la indiferencia de los que por allí transitaban.
Era narcoestatal
Este proyecto de jóvenes en su mayoría profesionales de educación media, trabaja en esencia la rudeza de vida por la que pasa Honduras en esta era narco-estatal en la que está hundida la nación centroamericana.
Sin embargo ante las ataduras que se presentan al vivir con inseguridad, y toda la descomposición social que produce uno de los países más peligrosos del mundo, como es catalogada Honduras en la actualidad, surgen verdaderos espacios de lucha.
Esa lucha que es mal utilizada en discursos salpicados de demagogia de la seudo-izquierda o la ultra derecha hondureña, es puesta en práctica por estos jóvenes que alejados de los discursos vomitados por los politiqueros de Honduras, trabajan, luchan y ejemplifican con hechos la esencia de resistir.
Son muchos en Honduras que olvidan en esencia el entorno espinoso de las grandes mayorías, puesto que sólo conocen las estadísticas de los desempleados, asesinados, gente viviendo en extrema pobreza, y otros indicadores que narran el sometimiento dictatorial de la nación, frente a un computador.
Pero, también son muchos que desde ya se organizan en los barrios populares para hacerle frente a las adversidades que emergen a cada segundo en este país centroamericano. Lejos de las abstracciones “cuasi divinas”, que emiten algunos seudo-intelectuales, autos exhibidos a la par de los falsos mesías de la política.
Esta historia es parte de una serie, del trabajo independiente que realizó el Periodista latinoamericano Ronnie Huete Salgado, quien desarrolló una investigación silenciosa internándose en los sectores más peligrosos de Tegucigalpa y Comayagüela, cuya capital es catalogada como una de las ciudades más peligrosas del mundo.
El autor de este artículo es corresponsalía voluntaria de la revista Caros Amigos editada en são Paulo, Brasil para Centroamérica, La Agencia informativa Latinoamericana Prensa Latina, Kaos en la red y el portal http://desacato.info, editado en Florianópolis, Brasil.
Cualquier atentado o amenaza para el autor de este artículo es responsabilidad de quienes representan y gobiernan el Estado de Honduras.
