A cada tres horas están asesinando a los campesinos del Bajo Aguán por el hecho de trabajar la tierra, e impunemente los asesinos caminan en plena libertad asechando a su próxima víctima.
Por Ronnie Huete S.
Latinoamérica, 3 de feb. Los perros de la guerra en Honduras asesinan a otro campesino en la zona caribeña del Bajo Aguán.
La víctima, un hombre de 41 años de edad quien acostumbraba a trabajar la tierra a tempranas horas de la mañana, para mantener a su numerosa familia de nueve hijos.
El campesino Juan Pérez quien era miembro del Movimiento Campesino de Recuperación del Aguán (MOCRA), le dispararon en el rostro aproximadamente cinco veces para asesinarle, según el informe proporcionado por el Movimiento Unificado Campesino del Aguan (MUCA).
El cuerpo de Pérez fue encontrado en medio de la carretera, a las cuatro de la tarde del 2 de febrero, a inmediaciones de la comunidad El Tigre situada a unos tres kilómetros de Tocoa, en el departamento de Colón.
Otro asesinato
Tres horas después, seguido de este crimen, asesinaron a Williams Alvarado de 23 años en la comunidad de Taojica en el mismo departamento de Colon. Este joven era miembro de la empresa Flor del Aguán del asentamiento la Aurora que pertenece al MUCA.
Por más de tres años el conflicto entre los campesinos y los terratenientes de la zona se ha intensificado al extremo que en el Bajo Aguán han asesinado aproximadamente 85 campesinos, quienes han luchado por el acceso a la tierra.
Fuentes insospechables describen que, Impunemente los asesinos siguen en plena libertad, gozando de los derechos de cualquier ciudadano, puesto que cuentan con la protección legal de los grandes terratenientes del Bajo Aguán, ya que controlan el aparato judicial de este país centroamericano.
El MUCA responsabiliza al Estado de Honduras, de la ola de asesinatos en contra de los campesinos del Bajo Aguán. La dirigencia de esta organización campesina afirma que el Estado es incapaz de crear políticas públicas para terminar con la crisis agraria y alimentaria que vive Honduras.
Responsables
A su vez el MUCA condena la complicidad de los tres poderes del Estado para respaldar leyes dañinas a los más necesitados como la Ley de Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola, cuyo contexto contradice lo que dicen los artículos 344 al 350 de la moribunda constitución de Honduras.
A criterio del MUCA los poderes estatales en Honduras son responsables de más de tres mil campesinos procesados por luchar por el acceso a la tierra, así como al menos de 100 asesinatos en la nación centroamericana.
El comunicado publicado por el MUCA responsabiliza a los guardias de seguridad, a policías, militares y grupos armados al mando de los terratenientes Miguel Facusse Barjum, René Morales y Reinaldo Canales, quienes están asesinando a campesinos en el Aguán.
Los campesinos hacen un llamado a los organismos nacionales e internacionales defensores de los derechos humanos para que hagan acto de presencia de manera permanente.
Corrupción de organismos
En reiterados llamamientos los campesinos del Bajo Aguan, hacen estos llamados para que los defensores de derechos humanos presencien las violaciones a derechos humanos a los que son sometidos por los terratenientes de la zona.
En los últimos tres años de la era post-golpe de Estado que vive Honduras, ciertos organismos de derechos humanos de esta nación centroamericana, solo se han limitado a extender la mano a la cooperación internacional para gestionar millonarios fondos, cuyo destino no cumple los objetivos para los que fueron enviados.
En la parte política se ha deformado en una politiquería que está siendo controlada por mafiosos disfrazados de empresarios, quienes apuestan millonarias cantidades de dinero a las etiquetas de la izquierda y la derecha politiquera de este país.
Como periodista independiente hago un llamado a la comunidad internacional específicamente a los que defienden los derechos humanos, a que hagan acto de presencia personalmente y no a través de intermediarios y sean testigos de la erupción de sangre que sufren los pobladores del Bajo Aguán.
Es condenable que en pleno siglo XXI se siga asesinando a seres humanos de forma cruel e indescriptible, por el hecho de trabajar la tierra como si se tratase de un acontecimiento de la edad media.
El autor de este artículo es corresponsalía voluntaria de la revista Caros Amigos editada en são Paulo, Brasil para Centroamérica, La Agencia informativa Latinoamericana Prensa Latina, Kaos en la red y El portalhttp://desacato.info editado en Florianópolis, Brasil.
Cualquier atentado o amenaza para el autor de este artículo es responsabilidad de quienes representan y gobiernan el Estado de Honduras.
