Agresión contra el pensamiento crítico
Por Rosalinda Hernández Alarcón.
Recién regreso a Guatemala después de varias semanas de ausencia, y de nuevo tengo que usar este espacio para expresar mi indignación –ahora- por el allanamiento a las oficinas de AVANCSO, un centro de investigación caracterizado por sus enfoques críticos. En dicha acción fueron sustraídas todas sus computadoras, lo que representa una pérdida importante sobre trabajos que realizaban actualmente referidos a la Historia de la Policía Nacional Civil, Situación de la Seguridad Alimentaria en el Occidente, Conflictividad por la Política Extractiva en el Norte, Sexualidad y Raza, por mencionar algunos.
Esta pérdida total del equipo de computación de AVANCSO altera drásticamente la vida de esa institución, que en 2012 conmemoró su XXV Aniversario, y tiene implicaciones graves en un país como Guatemala, donde son escasos los centros de investigación social y porque es una demostración de cómo el pensamiento crítico puede ser perseguido.
No es la primera vez que sufre una agresión, de ahí que desde tiempo atrás todas las personas que participan en esa asociación siguen estrictas medidas de seguridad. Una pregunta que hacen sus directivos, Clara Arenas y Gustavo Palma, es ¿cómo lograron entrar los autores materiales para golpear y drogar a don Manuel (un guardián de años), así como para adueñarse de todas las computadoras instaladas en las diferentes oficinas y desordenar tantos materiales impresos.
A quién le puede servir las computadoras de las cinco áreas de investigación de AVANCSO. Es evidente que quienes llevaron a cabo el allanamiento son ladrones de información, y si se toman en cuenta los temas que estaban trabajando, entonces no fueron delincuentes comunes. Este allanamiento hace recordar una historia de agresiones como la ocurrida en 1990, cuando fue asesinada por un comando del Estado Mayor Presidencial la antropóloga Myrna Mack, quien realizaba un trabajo con población desplazada por la guerra, y en 2002 el Área de Estudios del Campesinado fue violentada por desconocidos después que AVANCSO, junto a otras organizaciones, publicaran un campo pagado en el que cuestionaban la política gubernamental dirigida para el campo.
Este allanamiento a una institución que genera pensamiento crítico no debe pasar desapercibida para la opinión pública guatemalteca, como tampoco puede ser sólo noticia de un par de días los casos de mujeres asesinadas (entre ellas, dos niñas). Las voces de indignación tienen que ser explícitas y no esporádicas, ya que los hechos así lo ameritan, además existe una legislación nacional e internacional que garantiza el derecho a la libertad de expresión. Con base en tal garantía, varias organizaciones convocan hoy 19 a una “Caminata en silencio”, a las 10 de la mañana. Cada segundo sábado de mes marcharán alrededor de la Casa Presidencial.