El discurso utilizado por la derecha, consiste en hacer valer el criterio que anula toda trascendencia en el conocimiento del pasado para comprender el presente y construir el futuro. Constituye esa posición una aberración histórica, desconociendo que todos los hechos tienen sus causas bien determinadas. Es indudable la gran importancia del proceso independentista latinoamericano en la conformación y organización de la sociedad venezolana. España y otros países europeos destruyeron nuestras culturas, saquearon nuestras riquezas naturales, esclavizaron y exterminaron a los indígenas americanos. La imposición de un idioma, una religión y un modelo de vida distinto, la utilización de mano de obra africana, incidieron de manera fundamental en nuestra nacionalidad.
Todos los acontecimientos y movimientos humanos tienen raíces muy profundas y por ello hay que hurgar en el pasado. Sin la batalla de Carabobo por ejemplo no se hubiese liberado Venezuela del yugo español. Sin la Batalla de Ayacucho no hubiesen sido derrotados y expulsados definitivamente los españoles de la América Latina. La religión católica predomina en nuestras sociedades porque España la implantó.
Los sectores de la derecha venezolana banalizan el análisis del pasado, porque tienen mucho que perder, llevan el peso de una deuda histórica. Tratan de asociar la imagen del Presidente Chávez con un pasado inútil, sin esperanzas y de pensamiento envejecido.
Se equivocaron los de la derecha nuevamente, pues el Presidente Hugo Chávez representa el futuro del pueblo humilde y excluido desde siempre. La edad no determina que el pensamiento esté estructurado bajo viejos o nuevos esquemas. Las ideas están sujetas a un concepto de vida y al modelo social que se defiende.
Hasta ahora el solo hecho de dirigir una revolución orientada a cambiar la sociedad de injusticias por otra de inclusión social e igualitaria es futuro, es pensamiento nuevo. En Venezuela se rompe el antiguo sistema financiero del pasado y se construye una nueva institucionalidad económica basada en la búsqueda del desarrollo, sin ataduras a los organismos internacionales, ni a potencia extranjera alguna.
Los enemigos de la revolución tratan de ocultar sus verdaderos planes para nuestro país, diciendo que hay futuro pero sin aclarar qué tipo de sociedad plantean ellos, cuáles serán sus relaciones internacionales y qué modelo va a predominar en el sistema económico venezolano bajo un supuesto gobierno de la derecha. Seguramente se eliminarán las políticas dirigidas a impulsar el desarrollo independiente. Todo el vacío generado en las alocuciones del candidato presidencial de la oligarquía, esconde sus verdaderas intenciones que no es otra que establecer en la nación venezolana un sistema económico sujeto a las directrices de los organismos ajenos a la patria.
Si nuestra nación es enrumbada hacia los fracasados métodos del neoliberalismo, para entregar las empresas del Estado a manos privadas entonces no tenemos un buen futuro. Eso si es malo y va a traer cosas malas, parafraseando al candidato derechista. ¿Qué puede pensar un hombre de la clase rica respecto al pueblo pobre? La miseria del fascismo traerá miseria al pueblo, las fuerzas oscuras y asesinas volverán a adueñarse de nuestro territorio. Sólo el Comandante Chávez garantiza la construcción de un sistema popular y democrático. Defendamos el Socialismo.