La economía mundial está afectada por la grave crisis que se desató en Europa y Los Estados Unidos desde el año 2008. Algunos la catalogan como el comienzo de la gran depresión económica superior a la desatada en el año 1929 como preludio a la segunda guerra mundial. Pero las condiciones geopolíticas son diametralmente diferentes en la actualidad, ante un mundo que a todas luces, venció la unipolaridad para convertirse en multipolar y donde se desarrollan nuevas propuestas de desarrollo económico de acuerdo a las necesidades y condiciones regionales.
Cuando el Presidente Hugo Chávez declara su adhesión al socialismo y la necesidad de construirlo, muchos luchadores de izquierda fueron sorprendidos, pues consideraban un sueño imposible, esta visión de la sociedad, pero mucho más impacto causó en los sectores de la derecha, convencidos del fin de la historia de Fukuyama y de la eterna marcha del capitalismo como única forma de organización productiva.
Junto a la declaración política muy valiente del Comandante Chávez, respecto a la necesidad de transformar las condiciones de explotación y pobreza de los trabajadores y del enriquecimiento a costa de ello de un grupo muy reducido de la sociedad, empezó el gran debate y las definiciones, que causaron las famosas talanqueras y los saltos que iban dando los otrora aliados de la Revolución Bolivariana. Claro está que los saltos de garrocha no van a faltar. Cuando menos uno lo piense se pasarán al otro lado del campo de manera rauda todo aquel que ya no puede seguir montado en el tren de la historia de la transformación.
¿Pero es el Socialismo igual que el Estado de bienestar? Aparentemente, van de la mano. Y ciertamente, el bienestar social está totalmente emparentado con una Sociedad Socialista. Pero hay que diferenciar ideas que pueden confundir. En el capitalismo se maneja este tipo de concepto, sobre todo en época de crisis. Terminada la segunda guerra mundial en 1945, se puso en boga el estado de bienestar, tomando en cuenta fundamentalmente, la teoría de John Keines o el Keinesianismo , que planteaba una intervención del estado ante la crisis del mercado, promoviendo empleos y aumentando la demanda, para de esta manera estimular la producción. ¿Qué se busca con esto? Superar la crisis del capitalismo dentro del capitalismo, salvar este sistema y llevarlo a su estabilidad. De esta manera el gran capital y su reproducción basada en la explotación de los trabajadores continuarían sin mayores dificultades. Se trataba de evitar el conflicto y reprimir muy duro si surgían. Las políticas represivas del estado en toda Latinoamérica se evidenciaron crudamente en las décadas de los 70 y 80 del siglo XX, siguiendo las líneas emanadas de los organismos internacionales como el FMI.El socialismo, implica darle el poder al pueblo, ejercer verdadera práctica democrática, igualdad de derechos, establecer un sistema de justicia y equidad. Por ello, se aprobó en referendo popular la actual Constitución Nacional en 1999, que orienta muy claramente el sistema social venezolano, hacia un Estado de Derecho y de Justicia, con la salud y la Educación como derechos humanos, con libertad de cultos y sistema Educativo laico. Con valores nacionales y soberanos. Por esta razón la globalización y uniformidad del pensamiento proyectados por el gran poder del capitalismo mundial para mantener su dominio se ven afectados. Venezuela es una amenaza para el capital financiero y el imperialismo.