El asesinato a Emo es ahora la evidencia máxima de la violenta persecución política instalada en Honduras desde el golpe de Estado.
El régimen no tiene forma alguna de seguir negándolo, después de los asesinatos a varios miembros del movimiento de resistencia hondureña.
Emo fue amenazado, permanentemente, con ser sacado del pais, negándole, en forma ilegal, sus derechos plenos de participación y expresión.
El asesinato a Emo es una agresión mortal muy próxima al presidente Zelaya. Como ha sido también la violencia jurídica contra Flores Lanza.
Viva Emo en resistencia…