Centenário do nascimento de J.M. Arguedas


Por Hugo Blanco.

2011 – Año del centenario del nacimiento de José María Arguedas

La conmemoración del centenario del nacimiento de José María Arguedas se ha convertido en bandera de lucha de quienes reivindicamos nuestra cultura con todo su rico contenido: Entre muchas otras cosas, de compenetración con Pachamama, cuyos hijos somos y debemos vivir  en su seno cuidándola. De organización comunal colectiva, democrática y solidaria, donde mandan todos.  Del buen vivir, que entiende que la felicidad no consiste en la acumulación de dinero para cumplir las órdenes de la sociedad de consumo, sino en vivir satisfactoriamente. Del amor a nuestros antepasado y descendientes, de respeto a la diversidad.

El neoliberalismo depredador,  naturalmente está en contra de todo eso: Arremete contra la naturaleza pretendiendo arrasar la selva a través de convertir al bosque en madera, extrayendo hidrocarburos que envenenan el agua matando animales y vegetales y en muchas otras formas. Ataca en la sierra con la minería y las hidroeléctricas robando y envenenando el agua de la agricultura. Ataca el suelo cultivable con la agroindustria, su monocultivo y uso de agroquímicos.

La lucha en las ideas no es más que el reflejo de la lucha en la práctica: Por una parte la población fundamentalmente indígena, víctima de la depredación, y por la otra las grandes empresas multinacionales depredadoras, con sus sirvientes Alan García, Vargas Llosa y otros.

Por eso no nos extraña que el gobierno se haya negado a declarar al 2011 “Año del centenario del nacimiento de José María Arguedas”. Tampoco nos extraña que múltiples voces de abajo sí lo hagan: El Consejo Regional de Ayacucho lo hizo. En Abancay el municipio organizó la celebración. Hay diversas actividades en Apurímac, Junín, Huancavelica, Ayacucho, Puno, Cajamarca, Cusco y Lima. Son gestos desafiantes contra los enemigos de la naturaleza y del pueblo.

Parte inseparable de la conmemoración del centenario de Arguedas tiene que ser el apoyo a las luchas que hoy están dando los indígenas que tanto amó él, por defender sus principios indígenas: Cocachacra, Combapata, Espinar, Puno, Ayabaca, Huancabamba, etc.

Refiriéndose a su novela “Los Ríos Profundos” Arguedas dijo:

“En la novela imaginé esta invasión con un presentimiento: los hombres que estudian los tiempos que vendrán, los que entienden de luchas sociales y de la política, los que comprendan lo que significa esta sublevación de la toma de la ciudad que he imaginado. ¡Cómo, con cuánto más hirviente sangre se alzarían estos hombres si no persiguieran únicamente la muerte de la madre de la peste, del tifus, sino la de los gamonales, el día que alcancen a vencer el miedo, el horror que les tienen!”

Hoy ya vencieron a los gamonales y se levantan valientemente contra los ataques del neoliberalismo.

¡Apoyemos ese movimiento rebelde que desafía a sus actuales opresores!

Ahora José María está más vivo que nunca, es nuestra bandera de lucha, nuestro “unanchay”, el símbolo de quienes luchamos por la vida contra los “heraldos negros que nos manda la muerte” en palabras de Vallejo.

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