Violência de Israel na Cisjordânia é cotidiana

Qalandia: Posto de Controle entre Jerusalém e Ramala. Foto: Tali Feld Gleiser.
Qalandia: Posto de Controle entre Jerusalém e Ramala e Muro do apartheid. Foto: Tali Feld Gleiser.

Luciano Galende e Nora Veiras, do programa Mañana Más da Rádio Nacional da Argentina, entrevistam Tali Feld Gleiser de LosOtrosJudíos. Ouça a entrevista.

Tali Feld Gleiser, periodista de origen judío, estuvo en Palestina y habló sobre la vida en un territorio en conflicto: “La situación es diferente en cada lugar. En Gaza hay un bloqueo criminal, hay bombardeos; pero en Cisjordania es como una forma de cárcel”.

“Hay diferencias entre la forma de dominación del Estado de Israel sobre Gaza y Cisjordania”, explicó Tali.

“Para salir de estos lugares hay que tener una autorización. Los palestinos no trabajan en Israel, que son la mayoría, no tienen permiso para ir del otro lado”.

La periodista contó que estuvo con una familia con niños que, por ejemplo, “no pueden ir a Jerusalén, aunque quede a diez kilómetros. Y tampoco pueden ir al Mar Mediterráneo, que queda a una hora”.

“Aunque tuvieran autorización –detalló- las carreteras son exclusivas para los colonos israelíes; después hay otras que están en bastante mal estado, que son sólo para los palestinos. Sólo algunas autopistas centrales son compartidas, pero a veces se cierran y no se puede pasar, como me ocurrió a mi”.

Tali explicó que “en las casas hay un medidor con una ranura para recibir energía que provee la empresa estatal israelí. Uno tiene que ir a la municipalidad para comprar, con una tarjeta con chip, la luz que va a crédito”.

En este sentido, agregó que el servicio se brinda porque además “es un negocio que también a Israel le conviene. Por eso el agua y la luz no se cortan”.

Sin embargo, “la mayor parte del agua va para los colonos, saliendo de Gaza donde no hay agua potable”:

En relación al desplazamiento de aquella minoría de palestinos que trabaja en Israel, la periodista respondió: “En Cisjordania hay puestos de controles fijos y móviles, por todos lados. Normalmente los palestinos que trabajan en Israel, se agrupan a las 4 de la madrugada en los puestos de control, porque no saben a qué hora van a poder pasar”.

“La ocupación es terrible y no se ven situaciones de violencia cotidiana de los palestinos hacia los soldados. Ellos tienen la capacidad de aguantar, porque la mayoría está por la resistencia pacífica. Pero los hechos que vimos en los últimos días, sumado a los bombardeos que comenzaron en el verano, luego del secuestro de los tres adolescentes generaron la venganza de estas `patotas´”, afirmó Tali y agregó que “la ocupación de Israel es violencia cotidiana, y esto no sale en los medios”.

Noviembre de 2014.

 Fuente: Radio Nacional.

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