Que nos informem as putas

Por Víctor J. Sanz.

Impresiones mías.com

Que nos informem as putas, porque seus filhos…

“La violencia es el miedo a los ideales de los demás.” Mahatma Gandhi

“Los medios violentos nos darán una libertad violenta.” Mahatma Gandhi

Hay días en los que al salir a la calle uno tiene que prestar especial atención al suelo por donde pisa, a veces los vecinos con perro no son todo lo cívicos que cabría exigirles. Pero lo peor de la calle a veces no está en las aceras, sino en los quioscos de prensa, donde uno puede tropezar con los más llamativos mojones sobre papel que quepa imaginarse.

La resistencia de la ciudadanía a que sus parlamentos se llenen de imputados y de políticos a los que en muchas ocasiones consideran, y con razón, traidores, ha sido tratada en los medios de comunicación con ánimo punitivo, con ánimo de ladrar desde las faldas del poder, asediando toda voz disidente, señalando toda voz distinta, aislando todo gesto de descontento, criminalizando toda ansia de democracia real.

En la portada de La Vanguardia del jueves 16 de junio, se pudo ver lo siguiente: junto al título “Condena unánime al ataque de los “indignados” contra los diputados”, encontramos un video que ofrecía imágenes como la adjunta, en la que un grupo de policías aíslan y agreden a ciudadanos pacíficos que se encontraban sentados en el suelo. Aún está por confirmar si estos ciudadanos se encontraban en disposición de “indignado atacante de los diputados”, pero todo parece indicar que no. No dudo en absoluto que la clase política condene unánimemente, como titula La Vanguardia, todo tipo de violencia contra ella, de la misma manera que los ciudadanos condenamos unánimemente la violencia que el sistema muestra para con las personas, para con los votantes, tanto desde las acciones políticas dentro de los parlamentos como desde las acciones policiales en sus alrededores. La única diferencia entre ambos colectivos (políticos y ciudadanos) es que los primeros cuentan con la policía, cuyos porrazos son legales.

En ABC, la portada del mismo día 16 de junio ofrece el siguiente titular: “Ataque indignante contra la democracia en Cataluña[1]” . El ciudadano iluso se llevará una gran decepción al comprobar con su lectura que con “ataque indignante” no se está refiriendo el diario al ataque perpetrado por la clase política contra el ciudadano. El texto incluye un párrafo titulado “Eco internacional” , algo que han evitado a toda costa mencionar cuando el eco lo merecían las acampadas del 15M.

También en ABC encontramos este otro enhiesto mojón: “El 15M degenera en antidemocracia[2]” , increíble capacidad de síntesis venenosa, en apenas cuatro palabras condensan todo su odio y su desprecio hacia los ciudadanos. La entradilla de este artículo de opinión es a su vez, toda una declaración de intenciones, de malas intenciones. Dice así: “Los «indignados», divididos y a la deriva tras un mes de protestas, se quedan sin razones y solo crecen en agresividad”. A los indignados, a los que no les quitan las comillas ni por orden del Tribunal Constitucional (tal vez una sentencia así les envalentonaría aún más), los presentan como divididos, a la deriva, sin razones y cada día más agresivos. Cualquier cosa vale a la extrema derecha para intentar ningunear a quien reclama sus derechos ciudadanos, algo incomprensible si pensamos que los trabajadores de los diarios también son ciudadanos con derechos.

En La Razón, ese chirriante oxímoron, titulan “El «tejerazo» rasta[3]” , utilizando una desafortunada frase de un diputado del Parlament. Con ella se pretende comparar y equiparar, la legítima actitud ciudadana de sublevación ante los permanentes y gravosos ataques de la clase política, ensuciada eso sí por cuatro estúpidos y cuatro policías de paisano, con el golpe de estado de 1.981. Destaca este…, periódico, que los diputados se vieron obligados a acceder al Parlament en furgones policiales, cuando lo que reclamaba la ciudadanía era justo lo contrario, que salieran de la misma guisa.

Por su parte, el diario El Mundo, se decanta por tratar el tema desde el punto de vista legal y titula amenazante: “Penas de hasta seis años de cárcel por ‘intimidar gravemente’ a los diputados[4]” . En el texto ilustra al lector de las consecuencias que la ley tiene previstas para quienes hubieran incurrido en agresiones, intimidaciones graves o resistencia activa contra los diputados de la Asamblea Regional. Comienza el texto con un sensacionalista mensaje: “Los ‘indignados’ concentrados en los alrededores del Parlamento catalán podrían enfrentarse a penas de cárcel, según recoge el Código Penal .” Tendrían que excarcelar a buena parte de la población reclusa de España para dar cabida a los miles de ciudadanos que acudieron a señalar a los diputados como causa de su vergüenza y de sus males. Es una lástima que este diario no muestre el mismo interés por las consecuencias que la ley prevé para quienes, desde la clase política, hubieran incurrido en agresiones, amenazas, resistencia activa a dejar el cargo, o incluso imposición de políticas neoliberales. Tal vez sea porque la justicia no prevé castigo para acciones de tal vileza, sino que más bien las protege y ampara.

Para el final he dejado el mojón más grande y que más fácilmente se puede oler desde varias calles antes de llegar al quiosco: el diario La Gaceta , de cuya portada del 16 de junio más vale una imagen que mil palabras. Tal y como se puede apreciar en la imagen adjunta, utilizan la expresión “indignados ilegales” un total de 13 veces, y eso solo en la portada. No queda claro si con el uso del término “ilegal”, se refieren a la persona indignada o la demostración de la indingación. Tal vez algún día solo nos quede a los ciudadanos el recurso de mostrar nuestra indignación mirando mal a los políticos y pensando en su cara, sin decirlo, cualquier burrada que se merezcan. Civismo, ante todo civismo, o lo que a la derecha represora siempre le ha gustado llamar “el orden público” y que tanto les gusta mantener contra viento y marea, pero también a pesar de los políticos indecentes que nos dan motivos más que sobrados para turbarlo.

Como guinda de este escatológico pastel de quiosco, tenemos una frase de Artur Mas, president del Govern de la Generalitat, y que se ha repetido en los mojones más grandes: “Se han traspasado las líneas rojas” , puede que solo sean impresiones mías, pero los ciudadanos que hayan traspasado esas líneas rojas, no estarán solos cuando lleguen, pues hace mucho tiempo que ese territorio fue conquistado por muchos políticos, muchos policías anti-ciudadanos y muchos medios de comunicación.

[1] http://www.abc.es/20110615/local-cataluna/abci-ataque-indignante-201106152037.html
[2] http://www.abc.es/20110616/espana/abcp-degenera-antidemocracia-20110616.html
[3] http://larazon.es/noticia/1952-el-tejerazo-rasta
[4] http://www.elmundo.es/elmundo/2011/06/15/espana/1308154840.html

Fuente: http://impresionesmias.com/2011/06/17/que-nos-informen-las-putas-porque-sus-hijos/

 

Imagem: elcomercio.com

 

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