Poemas desde o Paraguai

Del libro “Bodas de silencio” de Chester Swann.

BATALLÁNDOME

Heme, ahora, en la brecha decisiva de mi vida

De alguna bifurcación sellada siete veces.

De estrictos senderos ajetreados, y reveses,

De una cierta vida, más que ajena, apenas mía,

Vertiginosa y letal, pero que expía.

Su materia evanescente, desechable, que parece.

Batallar contra mí mismo y que perece.

Poco a poco, año tras año, día a día.

No es causal de voraz melancolía.

El silente batallar que alerta permanece.

Entre tinieblas o entre luces, pertenece.

Por igual, tenaz y atroz, esa porfía.

Manteniéndome lúcido en mis trece.

Pero sé, que el que lucha no enmudece.

Y mi enhiesta bandera quizá caerá algún día.

Mas gritaré hasta el final mis aporías.

Y sólo, escéptico y esquivo, amaré a quien lo merece.

 

INVENTARIO BALANCEADO

Cenizas de plata llueven desde la luna, desafiando a los años.

Mutiladas figuras en espejos quebrados, salpicando al futuro.

Los silencios me gritan desde aquellas ventanas, criticando mi apuro.

Los cristales trizados revelando en destellos… todos mis desengaños

De relojes que gritan, de jardines de plata que delatan mis años.

No quisiera beber de ese cáliz amargo sin sentirme seguro.

Perfección negativa, deducciones erróneas conduciendo a lo oscuro.

Células que se agitan, se dividen y escapan mientras yo me regaño.

 

Tanta tristeza rodeándonos, de extremo a extremo

¡Voto al Averno, vive dios! ¡viva el silencio y sus motivos!

Griten, mudos; dancen, cojos; aplaudan mancos; mueran, vivos.

A la salud de los enfermos incurables, hoy brindemos

Y con música de sordos tal vez nos inspiremos.

Con airados gritos tuyos y con los silencios míos.

Con puños alzados, corazones ardientes y cerebros fríos

Quizá bregando así, porfiados pero unidos, alguna vez lleguemos

Al cenit de los encuentros, lejos de este desenfreno.

 

BREVÍSIMO RIDÍCULUM VITÆ

Con aquesta armadura de blindados detalles

Heme ceñido el talle, con galana apostura.

Renunciando a finuras, he invadido las calles.

Que mi voz no se calle, ni varíen mis posturas.

Si sólo mi voz perdura… sobrará lo que me calle

Y el verbo, resuelto restalle sobre nuestra historia oscura.

 

Un epítome amargo con un dulce sabor a epitafio

Rodeando mis sienes cual laurel de locura

Voy camino a la oscura, melodía de los zafios

Mientras creo un espacio de siniestra hermosura.

 

He pasado embistiendo esos manchegos molinos

Con jamelgo cansino y con letras de seda.

Sediento de esperas, he enfrentado a mi sino

Y burlando al destino hallaré, al fin, mi esfera.

 

Nada de lamentos estériles, vanos y anodinos

Que se siembren espinos, al camino y su vera

Languidecen capueras y enmudecen los trinos

Pero reto al destino aunque la muerte me hiera.

 

MIENTRAS VIVE LA MUERTE

Mientras vive la muerte, agoniza la vida fatigando a los ríos

Se masacran hermanos, retroceden fronteras y disfrutan canallas.

Mientras vive la muerte, las almas se alejan, los poetas se callan

Y los amos del mundo bendicen los templos del dólar impío.

Mientras vive la muerte, estornudan los cerdos en medio del frío

Se toca a rebato, llueven los misiles y se siembra metralla.

Mientras vive la muerte, cosechan detritus sembrados en playas.

Que tiñen de oscuro las flores que ayer celebraban estíos.

Mientras vive la muerte, ceden los glaciares huyendo del frío.

El Hombre transforma al Edén en basura, a natura en morralla…

Mientras vive la muerte, sucumben las letras y las voces claman.

Pero sin embargo, perviven los sueños que lanzo al futuro como desafío.

 

MANIFIESTO PRE MORTEM

Celebro, ¡Oh, dioses! esta fantasía, que delira preces aún inmaduras.

Por los aires, libres, emancipadas de creencias fatigosas.

Ajenas a la Culpa y a las penitencias, que en vano marchitan la conciencia.

¡Heme en este estado de ingravidez y soltura, subliminal e indecorosa!

Tras beber delicadas ambrosías celestiales de Vida.

Versos aversos van, vibrando trémulos en discorde armonía.

Cantatas chispeantes que rezuman eólicos tirteos embriagados.

Van, pluscuamperfectos, hacia inciertos destinos de embestidos senderos.

Silencios que gritan, cercenados puños desafiando al cénit.

Angustias se agitan mordiendo mil sueños asaz inconclusos.

Muros decadentes tropiezan al vuelo con la indiferencia de moral esquiva.

Tal es el paisaje que pinta en mi alma su atroz torbellino.

Tal es el camino que he escogido en la vida: la coherencia entretejida

Entre Palabra, Pensamiento y Acción como señal de compromiso.

 

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