Obama mostrando as garras

garrasPor Orlando Balbás, para Desacato.info.

La advertencia que hizo el Libertador [Simón Bolívar] a Patricio Campbell en Guayaquil, el 29 de agosto de 1829, diciendo: “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar a la América de miseria, a nombre de la libertad”, fue un acto premonitorio de la política de la nación norteamericana respecto a Suramérica. Pero no constituye de ninguna manera una virtud sobrenatural o divina de Simón Bolívar para proyectarlo en el futuro; ya este había sido objeto de ataques personales y descalificativos por los propios diplomáticos gringos. La neutralidad expresada por el gobierno del norte, en la época del movimiento independentista, fue una desleal posición de un país americano, frente a un imperio poderoso como España, invasora y genocida en tierras de América del sur. España, estando en decadencia, conservaba su gran poder militar. En 1823, el otrora Presidente de los Estados Unidos, James Monroe, afirmó lapidariamente: “América para los americanos”, como un preludio de lo que sería la política geoestratégica de la futura potencia mundial hacia Latinoamérica, que luego convirtió en su patio trasero.

Todas las acciones del imperio norteamericano  hacia el mundo  vienen caracterizadas por el afán de consolidar la supremacía mundial, la expansión, el dominio y la obtención de los recursos naturales fundamentalmente energéticos. Por esa razón el intervencionismo e invasiones militares al Oriente,Medio en el norte de África (en el caso de Libia), las incursiones de la OTAN en Siria, el apoyo al conflicto bélico en Ucrania, para desplazar a Rusia de la península de Crimea, la guerra de Vietnam donde salieron derrotados los gringos, el apoyo a los golpes de Estado en Chile, República Dominicana, la invasión a Cuba en 1961.

Todas esas acciones han sido criminales e imperialistas, los Estados Unidos no pueden seguir juzgando a los demás países para justificar una salida violenta e injerencista, se violenta la soberanía y el derecho que tienen las naciones a decidir  sus propias formas de gobierno y organización económica.

La guerra mediática desatada contra Venezuela, como un complemento de la guerra económica que está sufriendo la población, desató de forma artera ataques desmedidos en contra del proceso de transformación de la Revolución Bolivariana. Se busca la llamada “salida” como la vía expedita  para la toma del poder por la derecha venezolana. La denuncia de la puesta en marcha de un golpe de Estado apoyado desde el gobierno de Barack Obama, fue satirizada por la oposición y desde el departamento de estado de la casa blanca, se hizo burla, a la declaración del Presidente Nicolás Maduro sobre el plan de derrocarlo por la vía del alzamiento de algunos generales que fueron descubiertos e interrogados. Los gobiernos norteamericanos no le perdonarán nunca al Comandante Hugo Chávez ni al actual Presidente de Venezuela Nicolás Maduro las políticas anti-imperialistas, haber creado organismos para la defensa de los países del sur, las alianzas con Rusia, China,  Irán y Cuba. Jamás aceptará ningún gobierno de los Estados Unidos que Venezuela maneje ahora su petróleo, por esas razones el Presidente Obama declaró a Venezuela “una amenaza para los intereses internos de su país”. La ovejita que hablaba de paz, resulta que ahora se le ven los colmillos de lobo y quiere afincar la mordida mortal a nuestro país.

orlandobalbá[email protected]

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