Honduras: O grande calote

estafa

Por  Ronnie Huete S.

Latinoamérica, Las estructuras de poder en el centro de América han decidido seguir la línea cineasta de Hollywood.

Esa ficticia “realidad” que siempre han vendido los dueños de los medios de comunicación en Honduras, toma mayor ahínco en los últimos días de persecución de la supuesta estafa, más grande que se ha efectuado en las honduras.

La detención del galeno Mario Zelaya, quien fungió como director del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), de ese país centroamericano, está copando la cosmovisión mediana de todos los hondureños, debido al ataque mediático que viven a diario a través del mensaje que emiten los terroristas de la información en Honduras.

El alarde incansable que realiza el presidente de esa pequeña nación latina es su principal bandera de triunfo en este momento, en cuyo país el crimen organizado es una estructura más del Estado hondureño, y las violaciones constantes a los derechos humanos, son la agenda militarizada que fortalece la guerra no declarada en Honduras.

El “alacrán” hace alharaca de su veneno y desde su puesto gubernamental como secretario de seguridad, Arturo Corrales, habla como un súper héroe de las tiras cómicas publicadas en los años setentas y que ahora son llevadas a la pantalla grande.

Privar de la salud a una masa considerable de humanos que habitan en Honduras, es imperdonable, puesto que se atenta contra su vida, condenándolos a una muerte lenta y alterada de dolores, puesto que el precio actual de las medicinas en ese país es altísimo, debido a la precariedad con que allí se vive, como resultado de las irregulares administraciones que el Estado de Honduras ha sufrido, sin mencionar los terribles casos de estafa.

La privación de salud, es una violación al derecho universal de la vida, los más de 330 millones de dólares que desaparecieron de esa institución de seguridad social, deben de aparecer, junto con quien supuestamente, fue el actor intelectual de ese robo, sin embargo el guion ficticio en Honduras, reluce en admiraciones por la captura del supuesto ladrón.

La ciudadanía de ese país está en su pleno derecho de exigir a los representantes del Estado que el dinero robado, vuelva a los afiliados del IHSS, y que este caso no se concentre en una captura más del cine hollywoodense, puesto que la vida de las personas afectadas por este robo, no tiene el tiempo de un juicio.

Un juicio cuyas penas son caracterizadas en las últimas décadas en una extensa regalía de cartas de libertad, otorgada a ex mandatarios presidenciales y funcionarios públicos que han estado relacionados en casos de corrupción.

Esta alabanza a la impunidad debe de culminar, exigiendo que aparezca el dinero que los afiliados del IHSS aportaron por años a esa institución, y no debe concentrarse en una película que resalta lo absurdo del sistema judicial de esa nación.

Según el abogado del médico Mario Zelaya, el galeno fue capturado por las autoridades policiales de Nicaragua y luego lo entregaron a las competencias judiciales en Honduras, sin embargo esta información es desvirtuada por los dueños de los medios de comunicación en Honduras, que insisten en vender su última producción mediática; “la gran estafa”.

Cualquier atentado o amenaza para el autor de este artículo es responsabilidad de quienes representan y gobiernan el Estado de Honduras o sus invasores.

El autor de este artículo es corresponsalía voluntaria de la revista Caros Amigos editada en São Paulo, Brasil, para Centroamérica, la organización Casa Mafalda São Paulo, Brasil , la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina, Kaos en la red y el portal http://desacato.info editado en Florianópolis, Brasil.

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