No Peru, mais um comandante

 

Por Raúl Crespo.

Con 95% de los votos contados, Ollanta Humala es el ganador de la primera vuelta con 31.73%, Keiko Fujimori 23.48%, Pedro Kuczyrski 18.75%, Alejandro Toledo 15.60%. Fujimori y Humala compiten por quien ocupa el palacio de Pizarro.

Keiko de 35 años con título de abogada heredó dos tendencias del fujimorismo, la una que adora al chino Alberto por sacar al Perú de la hiperinflación y librarla del terrorismo de Sendero Luminoso, la otra ve a los Fujimori como símbolo de la corrupción. Keiko ha sacado provecho de estas dos posturas por su experiencia, fue primera dama a los 19 años cuando su mama Susana Higuchi se divorció, después fue electa congresista y desde el año pasado es la líder “de Fuerza 2011” que la mantiene como única esperanza para que su padre pueda morir en Libertad con ayuda de su hermano Kenji, desde el Congreso. Cuando le preguntan si su padre fue un dictador ella responde, sí, por pocos meses. Desde el inicio de su campaña ha sostenido 20 puntos, lo que la hace peligrosa para la segunda vuelta.

19 Millones de peruanos exhiben una alta tendencia a la volatilidad y fragmentación política cansados de tanta pobreza extrema situada sobre el 35%, se habla que el 15% de la población dejo de ser pobre. Perú cuenta con una reserva internacional de más de 44.000 millones de dólares y una balanza comercial de 6.700 millones. La construcción civil creció en un 17.44%, las manufacturas 13.5%, el comercio 9%, y la inflación se situó en la mas baja de los últimos 70 años. En resumen, Perú crece al 8% anual. Sin embargo, estas cantidades no han visitado los barrios más pobres. Es el típico crecimiento capitalista del que se alimenta el PIB que no refleja el bienestar de la población.

Ollanta no puede sacarse el mote de comandante, como le dicen al presidente Chávez, quien en Perú goza de simpatía. Humala viste informal o de traje, su esposa Madine Heredia y sus tres hijos lo hacen ver a Ollanta como un hombre común y corriente, hombre normal de clase media que nadie imagina que quiere darle vuelta al Perú.

Nacido en Ayacucho, último bastión inca encargado de ocultar Machu Picchu, ciudad que no encontraron los conquistadores españoles. Ollanta es el nombre de un guerrero inca como lo fueron Huáscar, Rumiñahui, Atahualpa, Huayna Capac, Túpac Amaru, grandes generales del imperio inca. El padre de Ollanta Humala, Isaac Humala, escogió nombres quechuas para sus 7 hijos. Ollanta Moisés Humala Casco, de 49 años ingresó al ejército en 1979 llegando hasta teniente coronel, mismo rango del comandante venezolano.

Igual que Chávez, el comandante peruano y su hermano Antauro se levantaron en armas contra Fujimori, acusándolo de corrupto. Antauro cumple una condena de 25 años por rebelión y es la cabeza del movimiento etnocacerismo ultranacionalista e indigenista. Ollanta se distanció de este movimiento en el 2005  cuando, por un milagro matemático en la primera vuelta, catapultó a Alan García, tercero en la aceptación popular.

“Lobo con piel de oveja, aliado de Hugo Chávez, los mercados tiemblan, difícilmente logrará cambios radicales porque no tiene el apoyo necesario, ahuyentará las inversiones, Perú volverá a la Constitución de 1979” son, entre otros, los ataques de la oposición a Humala, con el título de “todos contra Humala”.

El partido socialista, el comunista, indígenas, taxistas y microcomerciantes se unieron en “Nuevo Perú”, que plantea una constituyente para modificar la Constitución y establecer un nuevo modelo económico respetando y guardando los sectores estratégicos a los intereses nacionales para una mayor participación de los recursos con el pueblo. Ofrece también un mayor control de los cultivo de coca. “Perú no quiere patrones sino socios” dice Ollanta, quien garantiza seguridad jurídica para los inversionistas. “Perú, es solido y soportará rumores en contra de mi plan y el 5 de junio el pueblo ganará para una solución pacifica de los conflictos sociales a diferencia del gobierno de Alan García” concluye Humala.

Ollanta rompe el molde de ese supermercado de derecha política, derecha lacaya, derecha tradicional, derecha verde o cristiana…modelo que tiene cansado a los pueblos. Alan García es el ejemplo de ello: 10 años en el exilio es el ejemplo de ese molde del TLC que ingresó 6.000 millones de dólares en el 2010 para sostener casi las mismas tasas de pobreza y desigualdad que alimentan la volatilidad social traducida en pobreza extrema, violencia, desigualdad, realidad social de Perú y Latinoamérica que las revoluciones anhelan cambiar.

 

Imagem: es.noticias.yahoo.com

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